D¨¦jelo, por favor, se?ora ministra

La ministra de Sanidad ha hablado, esta vez por el tema del ¨¢ntrax: se equivocan aquellos que se llevan las manos a la cabeza cada vez que da un consejo a la ciudadan¨ªa.

No echemos sus palabras en saco roto; sabemos que el camino correcto es hacer lo contrario de lo que ella predica.

Una de las cosas que no llego a entender es ese apego al poder. Nos ir¨ªa mejor si los pol¨ªticos admitieran sus errores y supieran dimitir, ?verdad, se?ora ministra?

Usted no tiene la preparaci¨®n necesaria para tan alta tarea. Lo mejor que podr¨ªa hacer es irse, como m¨ªnimo por dignidad. No se deje destituir, que es una situaci¨®n agria que no le deseo, y busque una cosita un poco m¨¢s sencilla, acorde a sus conocimientos.