Enredos
La negaci¨®n sistem¨¢tica de legitimidad al adversario es un juego pol¨ªtico peligroso, de efectos muy contaminantes. Los populares valencianos lo han practicado con asiduidad desde que alcanzaron el poder y las consecuencias est¨¢n a la vista. ?Las consecuencias o los s¨ªntomas? Tal como escrib¨ªa hace unos d¨ªas Javier Tusell en referencia al Ejecutivo central, disparar r¨¢pido y con grueso calibre a todo lo que se mueve suele ser una forma de respuesta de equipos de gobierno incompetentes e inseguros. No se puede decir, desde luego, que Aznar y Zaplana pasen por momentos gloriosos. El Consell de la Generalitat, en especial, se ve enredado de forma recurrente en una mara?a de casos que cre¨ªa haber conjurado a base de desplantes. En pocos d¨ªas, los tribunales han aceptado dos iniciativas en ese sentido: una sobre la ocultaci¨®n de informaci¨®n a los miembros del consejo de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana y otra sobre los pagos a Julio Iglesias en para¨ªsos fiscales a trav¨¦s del Ivex por su fichaje como embajador valenciano en el extranjero. Esas novedades en dos frentes que Zaplana nunca ha logrado cerrar, pese a sus esfuerzos y a algunas decisiones judiciales discutibles, se han superpuesto de improviso a una ceremonia de la confusi¨®n, a prop¨®sito de la corrupci¨®n pol¨ªtica, en la que el PP escupi¨® contra el viento al tratar de hacer da?o a los socialistas del modo m¨¢s burdo y demag¨®gico. A la insistencia en una investigaci¨®n sobre Jaime Morey, ese asesor del presidente de la Generalitat implicado en el esc¨¢ndalo Gescartera del que desconocemos todav¨ªa m¨¦ritos, vinculaciones, tareas y relaciones porque oficialmente no hay nada que explicar, el PP quiso contraponer la denuncia aireada contra el l¨ªder del PSPV, Joan Ignasi Pla, por un supuesto intento de financiaci¨®n irregular. La oposici¨®n puso sobre la mesa, inmediatamente, el caso Naseiro, de cuya exhumaci¨®n documental nunca puede salir Zaplana bien parado, y el caso Cartagena, que afecta a un ex consejero de Obras P¨²blicas y que todav¨ªa est¨¢ vivo judicialmente. Las simplezas t¨¢cticas del PP quedaron, de esa manera, reducidas a enredos en los que corre el Consell un serio riesgo de salir lesionado.
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