Exhibici¨®n del Kily en Mestalla

El Kily corri¨® a pelotazos a su ex equipo. Literalmente. Dos goles: uno por cada parte. Espl¨¦ndidos ambos, pero sobre todo el primero: un disparo de ciencia ficci¨®n. Con ese tiro dej¨® tocado al Zaragoza, al que hundi¨® en la segunda parte con otro zambombazo. El interior argentino estuvo a la altura de su prestigio y as¨ª llev¨® en volandas al Valencia. Bien, eso y que Ben¨ªtez decidi¨®, al fin, darle un cariz m¨¢s atrevido a su equipo. El Zaragoza anduvo tan mal como se preve¨ªa. Lleg¨® con un esp¨ªritu ultradefensivo que se torn¨® in¨²til cuando Aimar le cogi¨® el tranquillo al partido. Es decir, a la media hora. Despu¨¦s de haber estado ausente en el Camp Nou por decisi¨®n t¨¦cnica, Aimar dot¨® al Valencia de la creatividad de la que carec¨ªa. Hubo ocasiones a porrillo y dos grandes goles, lo que sin duda vale una entrada.

No es casual que Pablito Aimar y el Kily Gonz¨¢lez sean dos de los jugadores preferidos de Marcelo Bielsa, seleccionador argentino. Con tanto para elegir como tiene, a Bielsa no se le escapa que son dos futbolistas especiales, capaces de rescatar cualquier encuentro condenado a galeras. Como fue ayer el caso. Basta que se al¨ªen por uno de los lados, tiren paredes, ca?os y dem¨¢s recursos de arrabal para que levanten al p¨²blico de sus asientos. Por fin Mestalla disfrut¨® de su equipo. Por fin Ben¨ªtez le dio a la gente una alegr¨ªa en la alineaci¨®n: Aimar por detr¨¢s de S¨¢nchez y de Salva. Lo m¨¢s atrevido de la temporada.

El gol del Kily ser¨¢ sin duda uno de los mejores del a?o. Fue un latigazo seco, por sorpresa, que lanz¨® el interior argentino desde el pico izquierdo del ¨¢rea grande. Y desde all¨ª vol¨® el bal¨®n en diagonal hasta el ¨¢ngulo m¨¢s alejado de la meta de L¨¢inez en una trayectoria tan veloz como fulminante. Mestalla se qued¨® tan boquiabierta como L¨¢inez, que nunca imagin¨® la osad¨ªa del argentino. En realidad, fue un tiro muy del Kily: le encanta golpear el cuero cuando est¨¢ por aire y le imprime as¨ª par¨¢bolas asombrosas. El interior argentino, adem¨¢s, le pega con la rabia propia de su car¨¢cter canallesco. Siempre est¨¢ enfadado con alguien. O lo aparenta. Y en ese instante lo estaba con el ¨¢rbitro asistente, que acababa de anular por fuera de juego un tanto completamente legal de Salva. La ira de Gonz¨¢lez podr¨ªa incluso retrotraerse m¨¢s: a la pretemporada, cuando el club trat¨® de traspasarlo contra su voluntad y no pudo. Contra todo eso dispar¨® ayer el Kily.

El gol solt¨® las piernas de los valencianistas, que empezaron a jugar con cierta frescura. Al primer toque. El Zaragoza, en cambio, se sinti¨® perdido. Hab¨ªa llegado con un carro de defensores y ahora le sobraban algunos. Rojo, sin embargo, no se dio por aludido. Continu¨® un buen rato con lo puesto, con un solo delantero (Bilic), si bien subi¨® a Cuartero al centro del campo. Poca cosa. Al comp¨¢s de los pases de Aimar, el Valencia se sinti¨® muy superior. L¨¢inez, puro reflejo, salv¨® un espl¨¦ndido cabezazo de Ayala.

El cuadro de Ben¨ªtez cedi¨® terreno y el Zaragoza puso por primera vez en aprietos a un Palop que no ha pagado la inactividad. Ofrece garant¨ªas. No hubo noticias de Bilic hasta bien entrada la segunda parte: envi¨® una envenenada volea de primeras que a punto estuvo de suponer el empate.

La leve crecida zaragocista, sin embargo, se vio frenada por la expulsi¨®n de Garitano, que volv¨ªa a poner al Valencia frente a L¨¢inez. Ol¨ªa a goleada, pero los delanteros locales vivieron una mala noche, especialmente Salva, que se mov¨ªa a c¨¢mara lenta. De modo que hubo de reaparecer el Kily para despejar el panorama. Recogi¨® un pase de Vicente y lo envi¨® de repente a la escuadra. Sin m¨¢s. Ben¨ªtez tuvo entonces un detalle con el argentino, sustituy¨¦ndole para que recogiera la ovaci¨®n de la grada, agradecida con un jugador que no quiso marcharse del club este verano. Lo que no es muy habitual. Sobre todo, trat¨¢ndose de uno de los favoritos de Bielsa.