Gitanos contra la droga
Las patrullas urbanas en Figueres contra 'camellos' y traficantes levantan controversias
'La droga estaba destruyendo nuestro barrio y los j¨®venes ca¨ªan como moscas', se justifica uno de los varios centenares de gitanos que participaron en las patrullas urbanas que hace algunas noches recorrieron las calles y lanzaron una seria advertencia a los vendedores de droga del barrio gitano de Figueres al tiempo que ahuyentaban a sus asiduos clientes. Comandada por uno de sus hombres de respeto, el patriarca Joaqu¨ªn Casamiquela, apodado el t¨ªo Joaqu¨ªn, la comitiva visit¨® uno por uno a una veintena de traficantes, a quienes todos conocen pero no se atreven a denunciar, y les advirtieron de que ser¨¢n expulsados de la comunidad si persisten en el rentable negocio de los estupefacientes. La actuaci¨®n del colectivo gitano ha puesto en un brete a las autoridades, que contemplan con alarma c¨®mo el colectivo ha impuesto su propia ley y ha dejado en entredicho la labor policial. Desde la Federaci¨®n de Asociaciones Gitanas de Catalu?a se critica sin paliativos la actitud de los gitanos de Figueres, a quienes se acusa de fomentar viejos estereotipos sobre patriarcas y leyes gitanas que no caben en un Estado de derecho.
El t¨ªo Joaqu¨ªn, bast¨®n en mano, advierte que su autoridad sobre los traficantes proviene del casi medio millar de vecinos que apoyan la mayoritaria decisi¨®n de 'limpiar el barrio'. El patriarca asegura que 'la polic¨ªa no tiene nada que ver con el asunto' y critica las, en su opini¨®n, espor¨¢dicas e ineficaces incursiones que los Mossos d'Esquadra realizan por la zona.
Por su parte, Paco Doya, presidente de la Asociaci¨®n Gitana, ha animado en los ¨²ltimos d¨ªas a que otras comunidades gitanas de Catalu?a sigan el ejemplo de Figueres para erradicar la droga de su entorno. Doya explica que algunos traficantes de estupefacientes se vieron forzados a entrar en el mundo de la droga porque desde hace algunos a?os han desaparecido los vertederos en los que se prove¨ªan de cartones y chatarra.
Por el momento, la actuaci¨®n antidroga parece haberse saldado con un rotundo ¨¦xito, seg¨²n mantienen sus promotores. El tr¨¢fico ha sido erradicado de ra¨ªz, aseguran, y todo el barrio permanece en estado de alerta para advertir cualquier indicio que induzca a pensar que alg¨²n traficante ha vuelto a las andadas. En la comunidad existe el convencimiento de que ser¨¢n los traficantes quienes est¨¦n alerta, dispuestos a evitar que uno de ellos intente apoderarse de todo el mercado. Tambi¨¦n hay quien asegura que el tr¨¢fico de droga no se erradicar¨¢, sino que se trasladar¨¢ temporalmente a otras zonas.
Cuando la existencia de patrullas antidroga salt¨® a los medios de comunicaci¨®n, las autoridades locales, los Mossos d'Esquadra y el presidente de la Asociaci¨®n Gitana firmaron una declaraci¨®n de circunstancias en la que se manten¨ªa que no se hab¨ªa observado en la zona ning¨²n movimiento especial de personas m¨¢s all¨¢ de los habituales y que pudiera ser definido como 'patrulla urbana', y tampoco un incremento del tr¨¢fico de estupefacientes. La controversia que desat¨® la actuaci¨®n de los vecinos hizo que sus salidas nocturnas se definieran con un eufemismo: 'Comisiones informativas'. Lo cierto es que los testigos hablan de piquetes pertrechados con bastones que, si bien no emplearon la violencia f¨ªsica, s¨ª originaron momentos de tensi¨®n y desperfectos en alg¨²n veh¨ªculo.
Manuel Heredia, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones Gitanas de Catalu?a, expres¨® ayer su convicci¨®n de que la comunidad de Figueres sigue un camino equivocado para erradicar el tr¨¢fico de droga y record¨® que en el barrio de La Mina de Barcelona ya fracas¨® un intento similar de imponer la propia justicia. 'A los traficantes se los debe denunciar ante la polic¨ªa. Estamos en el marco de un Estado de derecho y los gitanos no podemos ni debemos quedar al margen', mantiene. Heredia asegura que 'la ley gitana es cosa del pasado, de los tiempos n¨®madas', y los patriarcas deben ocuparse de dar sabios consejos y mantener viva la cultura genuinamente gitana. 'La droga es paya, no tiene nada que ver con nuestra cultura, aunque las grandes mafias utilicen como camellos a algunos j¨®venes ignorantes de nuestra comunidad', advierte. Heredia reclama que si los barrios gitanos constatan que la dedicaci¨®n al narcotr¨¢fico de alguno de sus miembros da?a a otros gitanos deben denunciarlo y despu¨¦s exigir mayor eficacia policial. 'Los patriarcas deben intervenir en ri?as para evitar el derramamiento de sangre, pero si en el barrio gitano de Figueres hay un problema con la droga, debemos exigir al alcalde y a la polic¨ªa que acaben con ¨¦l'. El m¨¢ximo representante de las asociaciones gitanas asegura que su comunidad est¨¢ luchando para erradicar los estereotipos que pesan sobre ellos y la t¨®pica y f¨¢cil identificaci¨®n entre el gitano y la delincuencia. Seg¨²n datos oficiosos de la federaci¨®n, se calcula que viven en Catalu?a unos 100.000 gitanos.
Para dar visibilidad a este colectivo, a menudo marginado y silenciado, hoy comienzan en Barcelona unas jornadas sobre la cultura gitana en Catalu?a. Fen¨®menos como el asociacionismo, la calidad de vida de las mujeres gitanas o las relaciones interculturales ser¨¢n tratadas por expertos desde esta ma?ana y hasta el viernes en el centro c¨ªvico Casa Elizalde.
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