El regreso del ¡®?lbum Fortuny¡¯
139 piezas de la colecci¨®n que acab¨® en manos de Mu?oz Ramonet desaparecieron durante la Guerra Civil
Ocurri¨® en 1951, de forma 'casi milagrosa'. Acompa?ado de su abogado, un hombre cuya identidad todo el mundo parece haber olvidado se person¨® una ma?ana en el entonces Museo de Arte de Catalu?a y anunci¨® su prop¨®sito: iba a devolver los 24 dibujos que unos meses antes hab¨ªa adquirido a un trapero. Se recuperaba as¨ª parte de las 139 piezas de la colecci¨®n R¨°mul Bosch i Catarineu, cuya desaparici¨®n, en el fragor de la guerra civil, hab¨ªa sido denunciada p¨²blica y reiteradamente por el museo en los a?os siguientes al conflicto. Hab¨ªa que dejar claro, a quienes se hallaran en posesi¨®n de estas piezas, que ten¨ªan la obligaci¨®n de devolverlas y que cualquier transacci¨®n de las mismas pod¨ªa acabar con los intervinientes en la c¨¢rcel.
La denuncia y el consiguiente recordatorio de la normativa vigente no tuvieron mayor efecto -y as¨ª hasta ahora- que la recuperaci¨®n de los 24 dibujos citados. Lo que no es poco, si se atiende a la valoraci¨®n art¨ªstica que se hace de los mismos entre los expertos en la materia. Las piezas devueltas eran parte del que se ha dado en llamar ?lbum Fortuny: 105 dibujos que, en conjunto, formaban una de las piezas mayores de la nombrada colecci¨®n Bosch i Catarineu, la misma que ahora, en versi¨®n reducida, el Ayuntamiento de Barcelona reclama judicialmente a las hijas del empresario Julio Mu?oz Ramonet, que se niegan a cumplimentar el testamento de su padre a favor de la ciudad.
Un innombrado ciudadano devolvi¨® los 24 dibujos inopinadamente hallados entre la mercanc¨ªa de un trapero
El ?lbum Fortuny, junto al resto de la colecci¨®n, hab¨ªa sido depositado en el Museo de Arte de Catalu?a por la Uni¨® Industrial Cotonera como aval de un cr¨¦dito. Corr¨ªa el a?o 1934. En 1938, Joan Merli, cr¨ªtico de arte y secretario de la Junta Municipal de Exposiciones de Arte de Barcelona, se llev¨® el ¨¢lbum a su estudio con el prop¨®sito de realizar reproducciones fotogr¨¢ficas de algunos de los dibujos, al parecer para ilustrar un libro en el que estaba trabajando. Y all¨ª se le perdi¨® el rastro. De nada sirvi¨® que en agosto de 1939, finalizada la guerra civil, la Junta de Museos reclamara el ¨¢lbum a las autoridades franquistas, ya que hab¨ªan sido ellas las que hab¨ªan precintado y se hab¨ªan incautado de todo lo que encontraron en el estudio de Merli. Los 105 dibujos -muchos desnudos, de hombre y de mujer, retratos y escenas familiares, paisajes, etc¨¦tera- permanecieron en paradero desconocido hasta 1951, cuando un innombrado ciudadano devolvi¨® las 24 hojas inopinadamente halladas, dijo, entre la mercanc¨ªa de un trapero.
Hac¨ªa escasamente un a?o que el empresario Julio Mu?oz Ramonet, el nuevo hombre fuerte de la Uni¨® Industrial Cotonera, hab¨ªa recuperado en parte la colecci¨®n entregada como aval en 1934, acordando con las autoridades que las piezas desaparecidas durante la guerra, en caso de ser halladas o devueltas, pasar¨ªan a ser propiedad del museo. Dama pianista, t¨ªtulo con el que Joaquim Folch i Torres bautiz¨® la pieza que ilustra esta p¨¢gina, es uno de los 24 dibujos recuperados y el 'm¨¢s valioso y representativo' de cuantos forman parte de las colecciones del Gabinete de Dibujos y Grabados del Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), en opini¨®n de Cecilia Vidal, conservadora t¨¦cnica del citado departamento. La Dama pianista es Cecilia Madrazo, esposa del artista, seguramente en 1868, a la que Mari¨¤ Fortuny, entonces ya rico y famoso, retrat¨® durante una velada ¨ªntima en el domicilio de la pareja en Roma.
Pero el ?lbum Fortuny no fue la ¨²nica p¨¦rdida causada por la guerra civil. Otras 34 obras -6 pinturas sobre tabla, 3 esculturas en madera y marfil, 21 retratos en miniatura y 4 pinturas sobre tela- se perdieron tambi¨¦n, aunque nadie sabe exactamente d¨®nde, si en Olot o en Darnius, localidades a las que fueron trasladadas las colecciones del Museo de Arte de Catalu?a para preservarlas de los desastres de la guerra. Se perdieron, en alguno de estos dos emplazamientos, obras como el Retrato de la se?orita Burt, del miniaturista ingl¨¦s Richard Cosway; el Paisaje de Mallorca pintado al ¨®leo por Hermenegild Anglada Camarasa, y el Interior de iglesia que traz¨® el pincel de Arcadi Mas Fontdevila.
Las 139 obras desaparecidas durante la guerra fueron valoradas en 391.490 pesetas -m¨¢s de 21 millones de ahora- en un informe de 27 de julio de 1947 suscrito por Joaquim Folch i Torres. El veterano historiador y cr¨ªtico de arte no tuvo problemas para valorar unas piezas perdidas, que no ten¨ªa a la vista como ¨¦l mismo anot¨® al principio del documento: en primer lugar, dice, por 'la relaci¨®n personal constante' que mantuvo con R¨°mul Bosch i Catarineu durante 'el periodo de formaci¨®n de la colecci¨®n', por 'las visitas repetidas' al domicilio de aquel 'por raz¨®n de estudios' sobre determinadas piezas, por 'consultas sobre determinados ejemplares antes de su adquisici¨®n definitiva', por 'haber sido examinadas, a instancia oficiosa del consejero de Hacienda, antes de iniciarse los tr¨¢mites de la pignoraci¨®n' y por 'haber recibido el suscrito, en su calidad de director de los museos de arte de Barcelona, la colecci¨®n en el momento de ser depositada como garant¨ªa del pr¨¦stamo realizado por el Instituto Contra el Paro Forzoso a la Uni¨® Industrial Cotonera'.