Regreso a la oposici¨®n

Se le notaba de lejos a Eduardo Zaplana que la Audiencia Nacional se hab¨ªa inhibido ante la denuncia presentada por un diputado socialista suicida acerca de los pagos extraordinarios del Ivex a Julio Iglesias. Las apuestas inclinaban tanto su balanza que ni hac¨ªa falta que se trajera ning¨²n conejo. Sin embargo, llevaba la chistera llena de basura muy fermentada y lixiviados para verterla sobre la poca oposici¨®n que le queda. Quiz¨¢ por eso, a la entrada del hemiciclo Maluenda, Cabot y Cholbi se prosternaron como una blanda alfombra para sacar lustre a las suelas de este Kissinger de Cala Finestrat, que ven¨ªa de T¨²nez de arreglar el mundo, aunque con el ¨¢nimo de remover esti¨¦rcol en casa como cualquiera de sus alguaciles m¨¢s frescales. Incluso Font de Mora le tendi¨® otro felpudo con las perspectivas para despu¨¦s del 11 de septiembre, sin otro prop¨®sito que hacerle proclamar que la econom¨ªa valenciana se sal¨ªa de la media europea, mientras el resto del mundo era pasto de la incertidumbre.

Con Zaplana, y por defecto la Comunidad Valenciana, por las nubes, un descolorido Joaquim Puig pretend¨ªa pinchar el globo con los motivos que hab¨ªan llevado a nombrar asesor de la Generalitat al cantante Jaime Morey, quien retoza en el pozo ciego de Gescartera, con intensos brillos de Herm¨¦s, y pasea por los juzgados su relaci¨®n con el Consell. Tras el burladero del banco azul, Zaplana se puso por tirita una carcajada torera, lo que contribuy¨® a que su pe?a se tomara a pitorreo al portavoz socialista como pidiendo su devoluci¨®n al corral. Luego, sin dejar de tensar el arco zigom¨¢tico, junt¨® el pulgar y el ¨ªndice y asegur¨® que este int¨¦rprete p¨¢nfilo hab¨ªa ayudado a cambio de nada. Y para demostrarlo se puso a lanzar basura, como si hubiese regresado a la oposici¨®n. Sin embargo, toda esa porquer¨ªa no pod¨ªa ocultar que Jaime Morey ya hab¨ªa quedado tatuado en su palmar¨¦s pol¨ªtico (como el Opel Vectra, la bailaora Maruja S¨¢nchez o el negociante mel¨®dico Julio Iglesias). Ni tan s¨®lo disimular su olor.