Juan J. Castillo, periodista deportivo

Ayer por la tarde muri¨® en Barcelona Juan Jos¨¦ Castillo (Luna, Zaragoza, 21 de enero de 1921), y los periodistas deportivos nos hemos quedado sin el jefe, porque ¨¦l lo era incluso para los que no hab¨ªan trabajado a su lado. Era tal su ascendiente que sus palabras sonaban siempre instructivas y tan certeras que son imperecederas, como aquel 'entr¨®, entr¨®' que retumb¨® en la pantalla de la televisi¨®n en plena disputa de la segunda de las finales de la Copa Davis entre Espa?a y Australia (1967).

El jefe sab¨ªa de todo y mucho, de deportes minoritarios y populares -de tenis, de golf, de baloncesto y de la NBA, de f¨²tbol-, y lo contaba tan bien que su maestrazgo resulta incuantificable, tanto para los que hablan o escriben como para los que leen o escuchan. La suya era una voz inconfundible, en radio y en televisi¨®n, pues trabaj¨® igualmente en Radio Nacional de Espa?a (1951-1964) y en TVE de Miramar (1957), popularizando programas tan diferentes como Fantas¨ªa, junto a Jorge Arandes y Federico Gallo, y Sobre el terreno, por no contar las retransmisiones de hasta 32 modalidades distintas que efectu¨®.

M¨¢s que hablar, se hac¨ªa escuchar. Su timbre de voz sonaba tan claro como ilustrativa era su pluma. Iniciado en el rotativo zaragozano Amanecer como taqu¨ªgrafo (1937), fue, en Barcelona, redactor jefe de deportes de La Prensa (1946) y Tele-Express (1964), y desde 1976 director de El Mundo Deportivo, diario en el que desde 1988, cuando se jubil¨®, ejerc¨ªa de presidente del Consejo de Redacci¨®n.

Siempre a pie de obra, abr¨ªa y cerraba la edici¨®n del diario, y segu¨ªa la noticia, importante o no, desde que aparec¨ªa en el teletipo hasta que sal¨ªa impresa.

Presente en todos los Juegos Ol¨ªmpicos desde 1952 hasta 1996, se gan¨® igualmente la estima de los seguidores de los deportes menores, ya que trat¨® a ¨¦stos con el mismo cari?o y los populariz¨® tanto como sus propios protagonistas.

Juan Jos¨¦ Castillo recibi¨® premios de todo rango, entre ellos el Collar de Plata de la Orden Ol¨ªmpica y la Medalla de Plata del M¨¦rito al Trabajo.

Incansable y socarr¨®n como fue, el lunes pasado entr¨® en el quir¨®fano pensando que le iba a ir bien echar una cabezadita, pero por si acaso advirti¨® a uno de sus tres hijos que, cuando despertara, le tuviera al corriente por lo menos de todos los resultados. Pero desde ese momento ya nada fue igual.

El jefe recibir¨¢ ma?ana (a las 9.30) el ¨²ltimo adi¨®s en la parroquia de Sant Ot de Barcelona (Manuel Girona).-