'Hay objetivos que deben alcanzarse incluso en Ramad¨¢n'

Como responsable de relaciones p¨²blicas interservicios, el general Rashid Qureshi se ha convertido en el portavoz del presidente Pervez Musharraf. Es el hombre al que se vuelven las c¨¢maras cuando se quiere saber qu¨¦ opina el presidente o qu¨¦ ha pasado en el Consejo de Ministros.

Pregunta. El secretario norteamericano de Defensa acaba de visitar Pakist¨¢n. ?Qu¨¦ les ha pedido, un aumento de su ayuda a la coalici¨®n internacional?

Respuesta. No, no se ha abordado ese tema. En las tres ¨¢reas en las que EE UU nos ha pedido apoyo (informaci¨®n, espacio a¨¦reo y log¨ªstica), est¨¢n muy satisfechos, y, si necesitan cooperaci¨®n adicional, ser¨¢ en esas tres ¨¢reas.

P. ?Y qu¨¦ le ha pedido Pakist¨¢n a Rumsfeld? La prensa paquistan¨ª habla de una 'lista de la compra de material de defensa'.

R. Aunque hubo un intercambio mutuo de puntos de vista sobre c¨®mo mejorar las relaciones entre los dos estamentos militares, no creo que se abordaran peticiones espec¨ªficas.

P. Pero ustedes han mostrado su inter¨¦s en que se levante el embargo de armas y en acceder a nueva tecnolog¨ªa militar.

R. La discusi¨®n que tuvo lugar el domingo fue muy amplia, sobre un mayor entendimiento, y se garantiz¨® y asegur¨® una mayor cooperaci¨®n. A este nivel no se suele ser demasiado espec¨ªfico, pero el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que estaba a favor de una mayor cooperaci¨®n militar.

P. Algunos observadores han expresado dudas sobre la informaci¨®n que Pakist¨¢n est¨¢ facilitando a Estados Unidos a la vista de sus dificultades para encontrar a Osama Bin Laden o al jeque Omar en sus escondites.

R. Se trata de meras especulaciones. Estados Unidos, seg¨²n mi informaci¨®n, est¨¢ plenamente satisfecho y muy agradecido a Pakist¨¢n por su apoyo a las fuerzas de la coalici¨®n. Uno no entra en los detalles de las operaciones o incluso de la informaci¨®n secreta. Ni las fuerzas de la coalici¨®n, ni EE UU quieren descender a esos detalles. Nosotros, tampoco.

P. Hasta ahora el Gobierno ha logrado controlar las manifestaciones de descontento de quienes se oponen a la cooperaci¨®n con Estados Unidos. ?Pero las medidas adoptadas no contradicen la voluntad de reinstaurar la democracia en los pr¨®ximos meses?

R. No, en absoluto. De hecho, est¨¢n demostrando que hay m¨¢s libertad ahora que con cualquier Gobierno anterior. Tiene usted una impresi¨®n equivocada. Nadie ha restringido nada. Lo que hemos dicho es lo que cualquier otro pa¨ªs del mundo: pedir que no interfieran en la vida p¨²blica, que no quemen tiendas y oficinas, que no ataquen a la gente. Cualquiera que sea responsable de acciones que pongan en peligro la vida de la gente o queme propiedades ser¨¢ procesado seg¨²n la ley. Se puede estar en desacuerdo con el Gobierno, se pueden expresar opiniones, saldr¨¢n en televisi¨®n y en los peri¨®dicos, pero no matar, quemar instalaciones o da?ar propiedades. Eso no lo vamos a permitir.

P. Llevamos una semana recibiendo noticias de que voluntarios paquistan¨ªes est¨¢n pasando a Pakist¨¢n. ?Qu¨¦ hace su Gobierno para impedirlo?R. La pol¨ªtica de Pakist¨¢n es muy clara. Nadie est¨¢ autorizado a cruzar la frontera sin documentos v¨¢lidos; ni quienes vienen de Afganist¨¢n ni los que van desde Pakist¨¢n. As¨ª que no hay movimiento oficial de gente a trav¨¦s de la frontera para cualquiera que sea el prop¨®sito, incluido luchar.

P. La llegada del Ramad¨¢n ha hecho que el mundo musulm¨¢n ponga el grito en el cielo por la continuidad de los bombardeos. Sin embargo, los egipcios que lucharon contra los israel¨ªes durante el Ramad¨¢n de 1973 o los musulmanes de L¨ªbano no interrumpieron la guerra civil ese mes. Incluso los afganos han obviado ese mes sagrado en los ¨²ltimos 22 a?os.

R. El mundo, incluido EE UU, quiere que los ataques militares acaben tan pronto como sea posible. En el momento en que logren sus objetivos militares, quieren que se pongan en marcha las estrategias pol¨ªticas y de rehabilitaci¨®n. En segundo lugar, ¨¦ste es un mes de oraciones y de autonegaci¨®n. Es un mes sagrado, un mes de pedir perd¨®n. Uno deseaba un pronto fin, una operaci¨®n quir¨²rgica, r¨¢pida y precisa que causara el m¨ªnimo da?o posible a los civiles. Pero uno entiende que hay objetivos fijados por las fuerzas de la coalici¨®n que tienen que alcanzarse.