'Acepto la soluci¨®n del rey si los afganos la respaldan'

Abdul Samad Hamid pone en duda muchos de los postulados que se dan por asumidos en relaci¨®n con Afganist¨¢n. Este antiguo primer ministro afgano, que abandon¨® su pa¨ªs hace 21 a?os, se encuentra estos d¨ªas en Pakist¨¢n con el ambicioso proyecto de unir a los grupos antitalibanes en una plataforma ¨²nica. 'Tengo mis dudas de que la Loya Jirga vaya a funcionar', confiesa a este diario en referencia a la gran asamblea tradicional auspiciada por Naciones Unidas y que el ex rey Mohamed Zahir Shah quiere convocar.

'En tiempos fue el instrumento adecuado para reflejar los deseos de la gente. En la ¨¦poca tribal estaba claro qui¨¦n representaba a qui¨¦n, as¨ª que se reun¨ªan y decid¨ªan por consenso', explica este doctor en Ciencias Pol¨ªticas antes de a?adir que hoy no es as¨ª. 'Ahora no sabemos qui¨¦n tiene la autoridad para convocar una Loya Jirga o decidir sobre qui¨¦n participa y si hay miembros con la suficiente autoridad para poner en pr¨¢ctica sus decisiones', asegura.

A pesar de que Hamid fue primer ministro con Zahir Shah, se muestra cauteloso sobre la capacidad del ex monarca para encabezar la convocatoria. 'Tendr¨¢ que preguntarles a ¨¦l y a su entorno, pero no hay ninguna base que nos indique si es factible', argumenta.

Aun as¨ª, se declara dispuesto a aceptar esa soluci¨®n 'si los afganos la respaldan'. 'Tengo mis dudas', precisa, no obstante. 'En este momento es obligaci¨®n de todos no arriesgarnos con una decisi¨®n que puede aumentar el desacuerdo y, con toda probabilidad, la animosidad', a?ade.

Hamid, de 65 a?os, es un nacionalista past¨²n con gran respaldo entre los exiliados afganos en Alemania, donde vive la mayor comunidad past¨²n en el extranjero. Sin embargo, aunque es uno de los exiliados m¨¢s respetados despu¨¦s del rey, carece de una base popular dentro del pa¨ªs. Se le recuerda sobre todo por haber participado en la redacci¨®n de la constituci¨®n de 1964, un verdadero hito en la modernizaci¨®n de Afganist¨¢n y un paso sin parang¨®n en los pa¨ªses vecinos. 'La expresi¨®n 'Gobierno amplio' suena muy bien y se puede usar con cualquier objetivo', menoscaba Hamid.

'Afganist¨¢n, como cualquier otro pa¨ªs, est¨¢ integrado por seres humanos que desean decidir su futuro; todo el mundo quiere decir algo al respecto. C¨®mo llevarlo a la pr¨¢ctica requiere buena voluntad de las partes implicadas, tanto afganas como no afganas, y una dosis de paciencia y tolerancia'.

El problema, en su opini¨®n, radica en los autodesignados representantes de los diferentes grupos ¨¦tnicos y locales. Por eso insiste no s¨®lo en una soluci¨®n que 'los afganos no perciban como impuesta desde fuera', sino en la 'necesidad de un nuevo concepto'.

'Hay que tener la suficiente sabidur¨ªa pol¨ªtica y autocontrol para encontrar una soluci¨®n por etapas que cambie la situaci¨®n de los afganos de forma definitiva', manifiesta convencido de que 'una soluci¨®n provisional para uno o dos a?os s¨®lo agravar¨¢ el actual estado de cosas'.

'No importa el mecanismo ni las personas. Antes de llegar a eso hay que establecer los objetivos necesarios para alcanzar la estabilidad y la paz. S¨®lo entonces podremos discutir las f¨®rmulas', declara. 'He venido a iniciativa personal para hablar con mis compatriotas y los diferentes grupos sin prejuicios previos', concluye tras mostrar su disposici¨®n a ayudar en todo lo que pueda a su pa¨ªs.

Hamid asegura no tener ambiciones pol¨ªticas. 'Ya fui primer ministro y no tengo edad para repetir', afirma. 'Las nuevas generaciones no le conocen, pero, dada su honestidad y su preparaci¨®n, podr¨ªa ser un tecn¨®crata de compromiso en alg¨²n momento', afirma una fuente conocedora de los entresijos del proceso pol¨ªtico que est¨¢ en marcha.