El acusado de aterrar el marjal de La Safor en Tavernes dice al tribunal que es una pr¨¢ctica habitual

Francisco Sanchis, propietario de una finca de Tavernes de la Valldigna enclavada en el marjal de La Safor y acusado de un delito medioambiental por aterrar varias balsas del humedal con residuos de una cantera de m¨¢rmol, aleg¨® ayer ante el tribunal que la transformaci¨®n de la zona h¨²meda es una pr¨¢ctica habitual entre los agricultores de la comarca. Aunque no supo cuantificar ante el tribunal el n¨²mero de balsas que hab¨ªa llegado a destruir (dijo que menos de 100 y s¨®lo admiti¨® que podr¨ªan ser las cuatro que apuntaban algunos medios de comunicaci¨®n), Sanchis explic¨® que verti¨® lodos de una marmolera en las balsas porque en ellas no hab¨ªa ning¨²n tipo de vida animal o vegetal. Asimismo, adujo que no ten¨ªa permisos municipales para hacer los vertidos porque el ayuntamiento no le hab¨ªa dicho que hicieran falta.

Ayer comenz¨® en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio contra Sanchis y contra el gerente desde 1996 de la empresa M¨¢rmoles Compac, SA, Francisco Vicente Gasc¨®n, acusados por el fiscal de un delito medioambiental por destrucci¨®n de un valioso ecosistema. Durante la vista, que continuar¨¢ hoy, se interrog¨® a los acusados y a los peritos encargados de evaluar el alcance de la agresi¨®n.

Sanchis, antiguo gerente de Compac y actual accionista, es el propietario de una finca de 42 hect¨¢reas, denominada El Rafol, cuyas balsas han sido aterradas con rechazos del corte del m¨¢rmol, lodos de la f¨¢brica y todo tipo de residuos, desde envases de productos fitosanitarios y aceites de motor hasta escombros y basura org¨¢nica, seg¨²n la acusaci¨®n. Los acusados buscaban convertir el humedal en una plantaci¨®n de c¨ªtricos a la vez que se evitaban el tratamiento de los residuos por un gestor autorizado.

El fiscal pide un a?o y seis meses de c¨¢rcel y una multa de 2,25 millones de pesetas para Sanchis. La acusaci¨®n particular, que a?ade un delito contra la fauna y la flora protegidas, tambi¨¦n implica al gerente de la f¨¢brica.

Jos¨¦ Luis Ramos, abogado de Ecologistas en Acci¨®n, explic¨® que los aterramientos, adem¨¢s de ser clandestinos (son una actividad clasificada y no se comunicaron a la Administraci¨®n) se reiteraron desobedeciendo las ¨®rdenes expresas del Ayuntamiento y la Consejer¨ªa de Medio Ambiente.