Madrazo condiciona la creaci¨®n de 'narcosalas' a que se logre un gran consenso pol¨ªtico y social

El consejero de Asuntos Sociales, Javier Madrazo, mostr¨® ayer en el Parlamento su disposici¨®n a poner en marcha las narcosalas y el suministro de hero¨ªna con fines terap¨¦uticos a los drogadictos m¨¢s irreductibles si logra un amplio consenso pol¨ªtico y social para ello. Para Madrazo se trata de iniciativas positivas, pero reconoce que antes de ponerlas en pr¨¢ctica es precisa una labor pedag¨®gica de concienciaci¨®n entre los ciudadanos sobre sus bondades. Adem¨¢s, el apoyo de los partidos resulta fundamental, especialmente de PNV y EA, los socios de Gobierno de IU.

Madrazo present¨® ayer a la Comisi¨®n de Acci¨®n Social de la C¨¢mara las l¨ªneas de actuaci¨®n de su departamento en materia de drogodependencias. El consejero estuvo acompa?ado por algunos miembros de su equipo, entre ellos el director de Inmigraci¨®n, Omer Oke. Seg¨²n Madrazo, la direcci¨®n de Drododependencias tiene intenci¨®n de profundizar en la pol¨ªtica de reducci¨®n de da?os, que comprende la distribuci¨®n controlada de hero¨ªna a los adictos y la creaci¨®n de las narcosalas, espacios donde los heroin¨®manos marginales pueden inyectarse en condiciones de seguridad y que ya se han puesto en marcha en la Comunidad de Madrid.

El consejero record¨® que la distribuci¨®n de hero¨ªna se ha saldado con resultados positivos en Suiza y Holanda. En este ¨²ltimo pa¨ªs, el ¨¦xito del proyecto ha estado ligado a un paquete de medidas de ¨ªndole social, como la inserci¨®n laboral y la integraci¨®n normalizada en la comunidad. Madrazo agreg¨® que su departamento evaluar¨¢ la necesidad de ampliar los servicios de acogida a toxic¨®manos con salas de consumo higi¨¦nico de hero¨ªna, coca¨ªna y otras drogas, siguiendo el ejemplo de Madrid y el modelo de propuesto por Andaluc¨ªa.

Sanidad pide m¨¢s estudios

En cualquier caso, Madrazo puntualiz¨® que todo pasa por la consecuci¨®n de un amplio consenso pol¨ªtico y social. 'No tendr¨¦ ninguna reserva mental ni pol¨ªtica para aplicar las medidas, pero es necesario que los partidos y la sociedad est¨¦n de acuerdo', recalc¨® a preguntas del representante socialista Jes¨²s Loza.

El primer escollo que tendr¨¢ que salvar el consejero radica en el propio Gobierno vasco. El Departamento de Sanidad, dirigido por el PNV, reiter¨® ayer que antes de iniciar el suministro controlado de hero¨ªna tiene que existir la evidencia cient¨ªfica de que es eficaz. En ese sentido, la consejer¨ªa aguardar¨¢ los resultados de las experiencias que se van a desarrollar en Catalu?a y en Andaluc¨ªa.

Eusko Alkartasuna, el otro socio del Gabinete, apost¨® por 'empezar a trabajar' en estas iniciativas, aunque matiz¨® su apoyo. Su parlamentaria Nekane Alzelai recalc¨® que 'hace falta un consenso amplio. EA cree en la necesidad de abrir narcosalas y de dispensar hero¨ªna, pero siempre que se consiga el respaldo social'.

Organizaciones sociales que trabajan en la rehabilitaci¨®n de toxic¨®manos tambi¨¦n apoyan la creaci¨®n de narcosalas, pero se muestran cautelosas a la hora de dar los pasos necesarios para que se conviertas en realidad en Euskadi. Para la directora de Proyecto Hombre en Vizcaya, Est¨ªbaliz Barr¨®n, la sociedad est¨¢ preparada para muchas cosas, pero siempre 'hay que tener en cuenta los impactos que todo este tipo de iniciativas puedan tener en el entorno'. 'El procedimiento de rehabilitaci¨®n', a?ade, 'es una especie de escalera donde es necesario no olvidarse de ning¨²n pelda?o. Es necesario que se pongan en marcha diversos recursos asistenciales dirigidos a mejorar la calidad de vida del colectivo de drogodependientes'.

La Fundaci¨®n Etorkintza basa la aplicaci¨®n de estas medidas en que la evidencia m¨¦dica demuestre que son positivas y que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los drogadictos y de su entorno. Su director gerente, Eduardo de la Sota, asegura que es preciso 'un debate social, sobre todo teniendo en cuenta datos t¨¦cnicos. Hay que basarse en la evidencia de las investigaciones y no tanto en opiniones'.

Cualquier paso que se d¨¦ tiene que producirse como consecuencia de los estudios, sin entrar en cuestiones pol¨ªticas. 'Hay proyectos que mejoran la calidad de vida de los toxic¨®manos, pero despu¨¦s la implantaci¨®n de un servicio de asistencia en un barrio plantea problemas sociales. Tras la evidencia, debe haber un debate social y una aceptaci¨®n de los recursos para que no generen problemas', seg¨²n De la Sota.