La coartada
La petici¨®n de una comparecencia urgente de Eduardo Zaplana en un pleno de las Cortes Valencianas previsto para pasado ma?ana lunes, con el objeto de explicar la 'trascendencia' y la 'gran importancia' para la Comunidad Valenciana de que la presidencia del Comit¨¦ de las Regiones de la Uni¨®n Europea recaiga sobre ¨¦l mismo, muestra algunas pistas que pueden ayudar en la interpretaci¨®n del jerogl¨ªfico que ha trazado con su futuro. Y no s¨®lo porque la intenci¨®n sea 'compartir' con los distintos grupos parlamentarios su candidatura a la presidencia de este comit¨¦, as¨ª como darles cumplida explicaci¨®n de cu¨¢les son sus objetivos al respecto, sino por el envoltorio sobredimensionado con el que va a consagrar esta plaza cargada de simbolismos, que es rotativa, siempre toca y -no hay que perder la perspectiva- luego ocupar¨¢ el alcalde de una ciudad como Birmingham, que debe ser la tercera aglomeraci¨®n urbana de Gran Breta?a despu¨¦s de Man-chester. Sin embargo, Zaplana se ha apresurado a proclamar que esta designaci¨®n instaura un antes y un despu¨¦s en el debate pol¨ªtico y en la influencia de la Comunidad Valenciana en Europa. Incluso su alguacil Alejandro Font de Mora ha ondeado la piel del oso en los pasillos de las Cortes con 'las posibles repercusiones beneficiosas' que va a tener para nuestro pa¨ªs. Si el nivel de resonancia se ha puesto as¨ª de alto antes de ocupar el cargo -y todav¨ªa no se ha sumado el habitual orfe¨®n de monaguillos y sacristanes-, es muy f¨¢cil de prever qu¨¦ ocurrir¨¢ en la primavera de 2003, cuando en teor¨ªa expira el compomiso de Zaplana con la Generalitat. Es evidente que si el periodo que le corresponde al frente del Comit¨¦ de Regiones va de 2002 a 2004, y esta presidencia simult¨¢nea y paralela es tan sustancial para la Comunidad Valenciana como han empezado a jalear, se va a ver en la obligaci¨®n de volver a tenerse que presentar como candidato a la Generalitat, aun a costa de faltar a su palabra. De lo contrario, con su marcha estar¨ªa perjudicando a esta comunidad y a la sociedad valenciana. ?ste es el discurso que nos viene y ¨¦sta es la coartada. Es s¨®lo cuesti¨®n de coros. Hablemos, pues, del a?o 2007.
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