'Las monarqu¨ªas petroleras ¨¢rabes han castigado a Argelia'
Har¨¢ ya pronto un a?o que se instal¨® en Francia, despu¨¦s de haber colgado el uniforme, pero Yasmina Khadra, de 46 a?os, no consigue deshacerse de su pasado de militar argelino, y all¨ª donde aparece sus interlocutores le asaltan con preguntas sobre aquellos a los que combati¨® durante ocho a?os: los islamistas.
Khadra, cuyo verdadero nombre es Mohamed Moulessahoul, era comandante adscrito al Estado Mayor de Or¨¢n, pero en sus ratos libres escrib¨ªa novelas polic¨ªacas y convencionales sobre la tragedia argelina. Con motivo de la publicaci¨®n de sus dos ¨²ltimas obras -El escritor (Alianza Editorial) y El oto?o de las quimeras (Zoela)- ha estado en Madrid.
Pregunta. Hace casi 10 a?os que empez¨® la tragedia argelina con el golpe de Estado militar de enero de 1992, que impidi¨® le victoria de los islamistas. ?Era necesario?
'El islam tiene ahora la misma edad que la del cristianismo en tiempos de la Inquisici¨®n'
Respuesta. Si no se hubiese producido esa intervenci¨®n, Argelia ser¨ªa ahora una rep¨²blica isl¨¢mica parecida al Ir¨¢n de los primeros tiempos. Imag¨ªnese c¨®mo estar¨ªa el Magreb si no se les hubiese parado en Argelia. T¨²nez y Marruecos estar¨ªan sumidos en la violencia. Europa temblar¨ªa. El Ej¨¦rcito hizo un gran favor a todos los vecinos de Argelia.
P. ?Qu¨¦ recuerdo tiene de aquellos d¨ªas de enero de 1992?
R. Como militar, el de la puesta del ?j¨¦rcito en estado de m¨¢xima alerta, pero sin saber el motivo. La decisi¨®n de intervenir fue tomada al m¨¢s alto nivel y en secreto. Como ciudadano, una gran sensaci¨®n de alivio. Toda la sociedad con aspiraciones democr¨¢ticas esperaba esa interrupci¨®n del proceso electoral. Desgraciadamente, ahora se ha vuelto amn¨¦sica.
P. Argelia es el pa¨ªs ¨¢rabe m¨¢s asolado por la violencia islamista. ?Por qu¨¦?
R. Casi todos los pa¨ªses ¨¢rabes son monarqu¨ªas con un rey o con un presidente vitalicio que incluso deja el cargo en herencia a su hijo. El sistema pol¨ªtico argelino era una excepci¨®n inc¨®moda. Por eso, Argelia ha sido castigada por las monarqu¨ªas petroleras del Golfo, con Arabia Saud¨ª a la cabeza. Sus petrod¨®lares han servido para financiar a nuestros islamistas.
P. Pero para que prendiera el fuego con tanta fuerza ten¨ªa que haber un terreno abonado.
R. Por supuesto. No hay que echar toda la culpa a los de fuera. El r¨¦gimen argelino est¨¢ podrido, es corrupto. La sociedad est¨¢ en quiebra. La represi¨®n es permanente. La administraci¨®n burocr¨¢tica complica la vida del ciudadano en lugar de ayudarle. Los j¨®venes no tienen la impresi¨®n de que el Estado est¨¢ dispuesto a protegerles, a apoyarles para alcanzar sus aspiraciones. Cuando padecen una injusticia observan que aquellos que la cometen gozan de impunidad. Los que ostentan el poder se aprovechan de las riquezas del pa¨ªs y carecen de un proyecto de desarrollo. Todo esto es un magn¨ªfico caldo de cultivo para el integrismo.
P. ?Qui¨¦nes son los islamistas?
R. Convendr¨ªa distinguir entre islamistas e integristas. Los primeros son personas que militan, con sabidur¨ªa o equivocadamente, por la propagaci¨®n del islam a trav¨¦s de la educaci¨®n, de asociaciones caritativas o culturales. Los segundos son aquellos que rechazan todo lo que no consideran puramente musulm¨¢n y expresan, a veces, este rechazo recurriendo a las armas.
P. ?Qui¨¦nes son estos integristas?
R. Lo he contado en mis libros. En Argelia o en Afganist¨¢n son, en su mayor¨ªa, j¨®venes de clases sociales desfavorecidas, pero tambi¨¦n hay entre ellos algunos hijos de la gran burgues¨ªa. El dinero de sus padres les parece sucio. No se encuentran a gusto consigo mismos. Quieren hacer algo de su vida, buscan un ideal. El integrismo les ofrece la victoria o el para¨ªso. ?Qu¨¦ mejor sue?o!
P. ?Lleg¨® hasta Argelia la larga mano de Bin Laden?
R. S¨ª. Los Grupos Islamicos Armados y el Grupo Salafista de Predicaci¨®n y Combate pertenecen a esa internacional terrorista de Bin Laden. Hattab, el jefe salafista, tiene estrechas relaciones con Bin Laden. Se ha encontrado abundante documentaci¨®n que lo demuestra.
P. ?Por qu¨¦ el islam se presta a estas interpretaciones extremistas?
R. El islam tiene m¨¢s o menos la edad que ten¨ªa el cristianismo en tiempos de la Inquisici¨®n. Es una magn¨ªfica religi¨®n, pero algo joven, que a¨²n se presta a los abusos de los gurus integristas y tambi¨¦n a su instrumentalizaci¨®n por parte del poder pol¨ªtico. Necesitamos el laicismo. Vaticino que dentro de 20 a?os empezar¨¢ a emerger.
P. Dos testimonios recogidos en libros, el del subteniente argelino Habib Suaidia y el de Nesrulah Yous, testigo de una matanza, aseguran que el Ej¨¦rcito ha perpetrado asesinatos colectivos de civiles para escarmentarles o que ha permanecido de brazos cruzados cuando los islamistas aterrorizaban a una poblaci¨®n.
R. Puedo desmontar sus acusaciones una por una. Ambos libros est¨¢n repletos de incoherencias. Qu¨¦ duda cabe de que algunos se aprovechan de una guerra para ajustar cuentas, pero no para perpetrar matanzas. Conozco bien a los generales argelinos. Algunos pueden ser unos corruptos, pero no unos asesinos. Recuerdo que un d¨ªa llegamos los primeros en helic¨®ptero ante un caser¨ªo cuyos habitantes hab¨ªan sido asesinados. Un beb¨¦ estaba incrustado en la puerta con una bayoneta que le atravesaba el cuerpo. Eso no lo hace un recluta. Eso s¨®lo lo hace un animal adoctrinado.
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