Espa?a es el pa¨ªs de la UE donde m¨¢s cocain¨®manos se someten a tratamiento

La coca¨ªna ya no es una droga elitista en Europa. Su uso se extiende a otras capas sociales y sus consecuencias sanitarias empiezan a hacer estragos. Espa?a es el pa¨ªs de la Uni¨®n Europea que mayor porcentaje de cocain¨®manos trata en sus centros de desintoxicaci¨®n, y crece espectacularmente la demanda. Espa?a, donde el 17% de los tratamientos de desintoxicaci¨®n se deben a la coca¨ªna, y Holanda, con el 15,4%, son los pa¨ªses que m¨¢s destacan en esta nueva tendencia, que se expone en el informe de 2001 del Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicoman¨ªas (OEDT).

'El consumo de coca¨ªna est¨¢ aumentando en Europa y el perfil del consumidor ha cambiado. Ya no es de uso exclusivo de una ¨¦lite social y se suele mezclar con otras drogas', explica el director del OEDT, Georges Estievenart. Ese aumento del consumo de coca¨ªna lo expresa en Espa?a el hecho de que se haya registrado un importante incremento de las urgencias hospitalarias en las que est¨¢ implicada esa droga.

La que parece l¨®gica consecuencia de ese incremento de consumo es el aumento tambi¨¦n, en toda Europa, de la demanda de tratamientos de desintoxicaci¨®n de la coca¨ªna, un cap¨ªtulo en el que Espa?a se sit¨²a a la cabeza. Pero el Observatorio puntualiza que esta realidad no s¨®lo se puede achacar al mayor consumo. 'A veces, la demanda de tratamientos est¨¢ en relaci¨®n directa con la oferta de cada pa¨ªs, la mejora de los servicios y la sensibilidad de los Gobiernos para tratar las toxicoman¨ªas', explican los directivos del OEDT, que a su vez destacan al Reino Unido y a Espa?a como los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que mantienen una pol¨ªtica especialmente 'proactiva'.

Barcelona, paradigma

'Existen zonas urbanas, como Barcelona, que son el paradigma de este aumento de tratamientos de cocain¨®manos', explica el responsable de Epidemiolog¨ªa del OEDT, Richard Hartnoll. 'All¨ª, la curva ascendente de estos nuevos casos se ha cruzado ya con la l¨ªnea descendente de nuevas demandas de desintoxicaci¨®n de la hero¨ªna'. En Espa?a, como en Francia, el consumo de hero¨ªna parece seguir decreciendo. En t¨¦rminos generales, el nuevo informe comprueba con complacencia que el consumo de hero¨ªna y la mortalidad asociada (entre 7.000 a 8.000 personas al a?o) se mantiene en Europa de forma estable tras una reducci¨®n dr¨¢stica en los ¨²ltimos a?os. Estados Unidos, por ejemplo, con una menor poblaci¨®n que la UE, duplica el n¨²mero de muertos europeos relacionados con las drogas (sobredosis y envenenamientos).

En Europa hay, adem¨¢s, una enorme tendencia a mejorar la situaci¨®n sanitaria de los toxic¨®manos, si bien, junto al retroceso del sida, se detecta un aumento de enfermedades infecciosas, como la hepatitis o la tuberculosis, entre los consumidores de drogas inyectables.

El informe del Observatorio destaca las dificultades ¨¦ticas y jur¨ªdicas que comporta el establecimiento de narcosalas para los consumidores de drogas inyectables. Cuentan con narcosalas Australia, Suiza, Estados Unidos, Alemania, Espa?a y Holanda. 'En estos pa¨ªses', dice el informe, 'todav¨ªa est¨¢ por evaluarse su efectividad'. Frente a los relativos buenos datos referidos a la hero¨ªna, la otra cara de la moneda es la creciente preocupaci¨®n por el consumo juvenil de drogas de s¨ªntesis. 'Recomendamos a los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea que mantengan una estrecha vigilancia sobre este tipo de drogas', dijo ayer Estievenart.

Modelo juvenil

El problema reside, seg¨²n el OEDT, en que estas sustancias se consumen en grupos socialmente integrados y en que suponen 'un modelo de referencia en la cultura juvenil', pero tambi¨¦n en la incertidumbre existente sobre los efectos nocivos neuronales que el uso de estas drogas causa en los grandes consumidores.

Finalmente, el informe del Observatorio Europeo de Drogas analiza las tendencias de consumo de esas sustancias que se registran en los pa¨ªses del centro y del este de Europa candidatos a adherirse a la Uni¨®n Europea. Aunque la recogida de datos no es tan homog¨¦nea en estas sociedades como en la UE, el experto en ampliaci¨®n del Observatorio, Alexis Goosdeel, asegura que la gran diferencia con la UE es que en los pa¨ªses candidatos es detectable una tendencia clara y generalizada al aumento del consumo de todo tipo de drogas, especialmente entre la poblaci¨®n escolar.