Valiosas lecciones

El que, sin demasiadas pretensiones, podr¨ªamos denominar el cuerpo musical madrile?o, esto es, no s¨®lo el entusiasta, sino tambi¨¦n el interesado, estima en cuanto valen ofertas como la propuesta este curso por Liceo de C¨¢mara: la integral de c¨¢mara de Johannes Brahms con los cuartetos de Schumann a modo de coda.

Si las versiones est¨¢n encomendadas a formaciones de todo prestigio, como es el Cuarteto de Tokio, queda garantizado un nivel de responsabilidad y calidad que casi impide las sorpresas negativas, aunque sean muchas las positivas. Entre ¨¦stas cabe se?alar la colaboraci¨®n de la violista invitada Geraldine Walther o la reciente incorporaci¨®n del violonchelista Clive Greensmith, una hermosura de sonido. En todo caso, hay algo que permanece en esta formaci¨®n entre japonesa y americana: el alma y el estilo da c¨¢mera.

El Cuarteto de Tokio, excelente, dedica buena parte de su existencia de m¨¢s de treinta a?os a la gran m¨²sica de Brahms, tan melanc¨®lico como el lago de Thun, en unas ocasiones, o tan luminoso y con las luces de Italia en la memoria, en otras. Y, como contraste, el estreno del tercer cuarteto de Fabio Vacchi (Bolonia, 1949), un brillante disc¨ªpulo de Giacomo Manzoni, sabia y viva fusi¨®n -en la sustancia y en los procedimientos- de tradici¨®n y modernidad. Total: un ¨¦xito sin fisuras.