Depredadores de la libertad de prensa
El autor formula un llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno que inician hoy la Cumbre Iberoamericana en Lima para que adopten medidas efectivas contra 'los depredadores de la libertad de prensa'.
Entre cumbre y cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la comunidad iberoamericana se baja al valle de las sombras de la realidad cotidiana y, pese a la reiterada voluntad declarativa de aqu¨¦llos a favor de la libertad de prensa, ¨¦sta sigue amenazada, especialmente en tres de sus naciones: Cuba, Colombia y Espa?a (Pa¨ªs Vasco).
En esos tres pa¨ªses contin¨²an ejerciendo impunemente su vocaci¨®n de amedrentar a los periodistas cinco de los 39 Depredadores de la Libertad de Prensa en el mundo censados por Reporteros sin Fronteras (RsF):
En Cuba, el presidente Fidel Castro. En Cuba no hay libertad de prensa m¨¢s que para aquella (la oficial) que, por imperativo constitucional, se somete 'a los objetivos de la sociedad socialista'. Una Ley de Protecci¨®n de la Independencia Nacional y la Econom¨ªa prev¨¦ penas de prisi¨®n de hasta 20 a?os para quienes se pongan en contacto con medios de comunicaci¨®n extranjeros o difundan documentos 'subversivos'. La polic¨ªa pol¨ªtica (figura represiva que a los periodistas dem¨®cratas veteranos de Espa?a nos trae ingrata memoria) hostiga permanentemente al centenar de periodistas 'contrarrevolucionarios' que intentan ejercer su profesi¨®n en una veintena de agencias no reconocidas. Medio centenar de periodistas han tenido que exiliarse en los ¨²ltimos seis a?os. Un periodista y un sindicalista ciberdisidente est¨¢n en la c¨¢rcel actualmente (tras la puesta en libertad, cumplidas sus condenas, de otros dos periodistas este a?o) por supuestos delitos de prensa, y el propio Fidel Castro vigila personalmente el buen comportamiento informativo de los corresponsales destacados en Cuba.
La libertad de prensa sigue amenazada en Cuba, Colombia y Espa?a (Pa¨ªs Vasco)
Muchos periodistas deben elegir entre muerte, prisi¨®n, exilio o autocensura
En Colombia, Manuel Marulanda y Nicol¨¢s Rodr¨ªguez, jefes, respectivamente, de las guerrillas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y ELN (Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional), y Carlos Casta?o, l¨ªder de las paramilitares AUC (Autodefensas Unidas Colombianas). De 12 periodistas asesinados en 2001, a RsF le consta que tres lo fueron en el desempe?o de su misi¨®n, cinco est¨¢n en investigaci¨®n y cuatro obedecen aparentemente a motivos ajenos a su trabajo. A las guerrillas se deben, desde 1995, al menos tres asesinatos de periodistas y otros varios intentos fallidos, as¨ª como 48 secuestros. A los paramilitares, ocho asesinatos desde 1997, adem¨¢s de numerosos secuestros, amenazas de muerte y agresiones. Unos y otros acusan a los periodistas de ser paramilitares o paraguerrilleros, y los pillan entre dos fuegos, convirti¨¦ndolos en objetivos de guerra. Cuarenta periodistas han sido asesinados en Colombia en los ¨²ltimos diez a?os. Decenas han optado por el exilio bajo amenazas de muerte.
En Espa?a, la organizaci¨®n terrorista vasca ETA, en una terror¨ªfica espiral de violencia contra los periodistas, vascos 'traidores' o 'invasores' espa?oles, que no comparten sus ideas independentistas violentas, ha asesinado en los ¨²ltimos dos a?os a un periodista y un directivo financiero de prensa; ha herido gravemente a un periodista, ha cometido una docena de atentados fallidos contra otros, y su entorno social ha atentado docenas de veces con artefactos incendiarios o explosivos contra medios de comunicaci¨®n. Un centenar de profesionales trabajan con escolta y los medios tienen que blindarse con medidas de seguridad. Una veintena se han 'exiliado' al resto de Espa?a.
Por culpa de sus depredadores locales, en los tres pa¨ªses muchos periodistas deben elegir entre muerte, prisi¨®n, exilio o autocensura, ese suicidio intelectual, esa c¨¢rcel de la voluntad, ese exilio interior, acaso el peor para un profesional de la informaci¨®n. Profesional cuya misi¨®n, en el desempe?o de la cual ganarse la vida honradamente no deber¨ªa equivaler a jug¨¢rsela y a veces perderla, es informar libremente a su pueblo para que ¨¦ste, estando informado, pueda ser libre.
Tambi¨¦n en los supuestamente lib¨¦rrimos EE UU, pa¨ªs americano que alberga a la tercera comunidad hispana del mundo, desde los abominables atentados del 11 de septiembre (y, parad¨®jicamente, en respuesta a quienes atentan contra la libertad) se limita la libertad de informaci¨®n y opini¨®n con la imposici¨®n de censuras gubernamental y empresarial o la aceptaci¨®n, m¨¢s o menos gustosa, de la autocensura 'patri¨®tica', que convierten la informaci¨®n en propaganda b¨¦lica. Entretanto, EE UU ha de hecho se?alado a los periodistas afganos como objetivos de guerra, con sus bombardeos selectivos contra medios de comunicaci¨®n audiovisuales (entre ellos, los locales de la televisi¨®n qatar¨ª Al Yazira) y edificios de prensa en Kabul y otras ciudades, como ya ocurri¨® en Kosovo a cargo de la OTAN. ?Estar¨¢ optando el m¨¢ximo responsable del Gobierno de EE UU a redondear la lista de los cuarenta principales depredadores de la libertad de prensa en el mundo y a ser el sexto de la comunidad iberoamericana ampliada al norte?
Contra los depredadores, asesinos, carceleros, secuestradores, torturadores o acosadores impunes de periodistas, en la comunidad iberoamericana y en el resto del mundo, RsF acaba de lanzar su operaci¨®n Red Damocles. Tras a?os de denuncia de la impunidad, hay que pasar a la acci¨®n contra los impunes. Al calor de los ¨²ltimos avances en la aplicaci¨®n del principio de competencia universal y del derecho de injerencia humanitaria, RsF pretende denunciar, con rostro y nombre, ante la opini¨®n p¨²blica internacional y ante los tribunales, nacionales e internacionales, a los enemigos de la libertad de prensa. Se trata de que su actuaci¨®n no siga gozando del anonimato ni su impunidad actual equivalga a la inmunidad perpetua de que gozan, como jubilados de oro, ex dictadores como Alfredo Stroessner y Jean-Claude Duvalier.
El juez espa?ol Baltasar Garz¨®n, uno de los actualizadores, con el caso Pinochet, del viejo principio de competencia universal, ha propuesto que en el estatuto del Tribunal Penal Internacional consolidado figuren los atentados graves contra la libertad de informaci¨®n y la vida de los periodistas como cr¨ªmenes de lesa humanidad, ya que aquella libertad es un derecho humano fundamental, garante sine qua non de los dem¨¢s y del que los periodistas son depositarios. Sin embargo, ese estatuto, aprobado en 1998 por 120 naciones en Roma, pero hasta hoy s¨®lo ratificado por la mitad de los 60 Estados necesarios para la puesta en funcionamiento del TPI (a la que se opone hoy EE UU), avanza demasiado lentamente. M¨¢s lentamente en todo caso que la represi¨®n violenta contra periodistas y prensa, que ha causado la muerte de 20 profesionales en lo que va de este a?o y de 770 en los ¨²ltimos 16.
Por eso, RsF ha decidido, no tomarse la justicia por su mano, pero s¨ª activar sus resortes, impulsando, mediante denuncias judiciales y p¨²blicas de los enemigos de la libertad de prensa y sus encubridores, los principios universales humanitarios que animan a los promotores del TPI y a cada vez m¨¢s jueces, y que no siempre los gobiernos de los pa¨ªses democr¨¢ticos aplican en sus tratos con pa¨ªses donde se atenta contra esos principios. Principios que son verbalmente reiterados en cada cumbre iberoamericana, pero que, tambi¨¦n reiteradamente, son deso¨ªdos por algunos de sus miembros y sistem¨¢ticamente violados por todos sus depredadores.
RsF, que estar¨¢ en la cumbre de Lima, llama a los altos dignatarios dem¨®cratas all¨ª presentes a pronunciarse contra los depredadores de la libertad de prensa en el ¨¢mbito iberoamericano y a adoptar medidas efectivas contra ellos.Entre cumbre y cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la comunidad iberoamericana se baja al valle de las sombras de la realidad cotidiana y, pese a la reiterada voluntad declarativa de aqu¨¦llos a favor de la libertad de prensa, ¨¦sta sigue amenazada, especialmente en tres de sus naciones: Cuba, Colombia y Espa?a (Pa¨ªs Vasco).
En esos tres pa¨ªses contin¨²an ejerciendo impunemente su vocaci¨®n de amedrentar a los periodistas cinco de los 39 Depredadores de la Libertad de Prensa en el mundo censados por Reporteros sin Fronteras (RsF):
En Cuba, el presidente Fidel Castro. En Cuba no hay libertad de prensa m¨¢s que para aquella (la oficial) que, por imperativo constitucional, se somete 'a los objetivos de la sociedad socialista'. Una Ley de Protecci¨®n de la Independencia Nacional y la Econom¨ªa prev¨¦ penas de prisi¨®n de hasta 20 a?os para quienes se pongan en contacto con medios de comunicaci¨®n extranjeros o difundan documentos 'subversivos'. La polic¨ªa pol¨ªtica (figura represiva que a los periodistas dem¨®cratas veteranos de Espa?a nos trae ingrata memoria) hostiga permanentemente al centenar de periodistas 'contrarrevolucionarios' que intentan ejercer su profesi¨®n en una veintena de agencias no reconocidas. Medio centenar de periodistas han tenido que exiliarse en los ¨²ltimos seis a?os. Un periodista y un sindicalista ciberdisidente est¨¢n en la c¨¢rcel actualmente (tras la puesta en libertad, cumplidas sus condenas, de otros dos periodistas este a?o) por supuestos delitos de prensa, y el propio Fidel Castro vigila personalmente el buen comportamiento informativo de los corresponsales destacados en Cuba.
En Colombia, Manuel Marulanda y Nicol¨¢s Rodr¨ªguez, jefes, respectivamente, de las guerrillas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y ELN (Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional), y Carlos Casta?o, l¨ªder de las paramilitares AUC (Autodefensas Unidas Colombianas). De 12 periodistas asesinados en 2001, a RsF le consta que tres lo fueron en el desempe?o de su misi¨®n, cinco est¨¢n en investigaci¨®n y cuatro obedecen aparentemente a motivos ajenos a su trabajo. A las guerrillas se deben, desde 1995, al menos tres asesinatos de periodistas y otros varios intentos fallidos, as¨ª como 48 secuestros. A los paramilitares, ocho asesinatos desde 1997, adem¨¢s de numerosos secuestros, amenazas de muerte y agresiones. Unos y otros acusan a los periodistas de ser paramilitares o paraguerrilleros, y los pillan entre dos fuegos, convirti¨¦ndolos en objetivos de guerra. Cuarenta periodistas han sido asesinados en Colombia en los ¨²ltimos diez a?os. Decenas han optado por el exilio bajo amenazas de muerte.
En Espa?a, la organizaci¨®n terrorista vasca ETA, en una terror¨ªfica espiral de violencia contra los periodistas, vascos 'traidores' o 'invasores' espa?oles, que no comparten sus ideas independentistas violentas, ha asesinado en los ¨²ltimos dos a?os a un periodista y un directivo financiero de prensa; ha herido gravemente a un periodista, ha cometido una docena de atentados fallidos contra otros, y su entorno social ha atentado docenas de veces con artefactos incendiarios o explosivos contra medios de comunicaci¨®n. Un centenar de profesionales trabajan con escolta y los medios tienen que blindarse con medidas de seguridad. Una veintena se han 'exiliado' al resto de Espa?a.
Por culpa de sus depredadores locales, en los tres pa¨ªses muchos periodistas deben elegir entre muerte, prisi¨®n, exilio o autocensura, ese suicidio intelectual, esa c¨¢rcel de la voluntad, ese exilio interior, acaso el peor para un profesional de la informaci¨®n. Profesional cuya misi¨®n, en el desempe?o de la cual ganarse la vida honradamente no deber¨ªa equivaler a jug¨¢rsela y a veces perderla, es informar libremente a su pueblo para que ¨¦ste, estando informado, pueda ser libre.
Tambi¨¦n en los supuestamente lib¨¦rrimos EE UU, pa¨ªs americano que alberga a la tercera comunidad hispana del mundo, desde los abominables atentados del 11 de septiembre (y, parad¨®jicamente, en respuesta a quienes atentan contra la libertad) se limita la libertad de informaci¨®n y opini¨®n con la imposici¨®n de censuras gubernamental y empresarial o la aceptaci¨®n, m¨¢s o menos gustosa, de la autocensura 'patri¨®tica', que convierten la informaci¨®n en propaganda b¨¦lica. Entretanto, EE UU ha de hecho se?alado a los periodistas afganos como objetivos de guerra, con sus bombardeos selectivos contra medios de comunicaci¨®n audiovisuales (entre ellos, los locales de la televisi¨®n qatar¨ª Al Yazira) y edificios de prensa en Kabul y otras ciudades, como ya ocurri¨® en Kosovo a cargo de la OTAN. ?Estar¨¢ optando el m¨¢ximo responsable del Gobierno de EE UU a redondear la lista de los cuarenta principales depredadores de la libertad de prensa en el mundo y a ser el sexto de la comunidad iberoamericana ampliada al norte?
Contra los depredadores, asesinos, carceleros, secuestradores, torturadores o acosadores impunes de periodistas, en la comunidad iberoamericana y en el resto del mundo, RsF acaba de lanzar su operaci¨®n Red Damocles. Tras a?os de denuncia de la impunidad, hay que pasar a la acci¨®n contra los impunes. Al calor de los ¨²ltimos avances en la aplicaci¨®n del principio de competencia universal y del derecho de injerencia humanitaria, RsF pretende denunciar, con rostro y nombre, ante la opini¨®n p¨²blica internacional y ante los tribunales, nacionales e internacionales, a los enemigos de la libertad de prensa. Se trata de que su actuaci¨®n no siga gozando del anonimato ni su impunidad actual equivalga a la inmunidad perpetua de que gozan, como jubilados de oro, ex dictadores como Alfredo Stroessner y Jean-Claude Duvalier.
El juez espa?ol Baltasar Garz¨®n, uno de los actualizadores, con el caso Pinochet, del viejo principio de competencia universal, ha propuesto que en el estatuto del Tribunal Penal Internacional consolidado figuren los atentados graves contra la libertad de informaci¨®n y la vida de los periodistas como cr¨ªmenes de lesa humanidad, ya que aquella libertad es un derecho humano fundamental, garante sine qua non de los dem¨¢s y del que los periodistas son depositarios. Sin embargo, ese estatuto, aprobado en 1998 por 120 naciones en Roma, pero hasta hoy s¨®lo ratificado por la mitad de los 60 Estados necesarios para la puesta en funcionamiento del TPI (a la que se opone hoy EE UU), avanza demasiado lentamente. M¨¢s lentamente en todo caso que la represi¨®n violenta contra periodistas y prensa, que ha causado la muerte de 20 profesionales en lo que va de este a?o y de 770 en los ¨²ltimos 16.
Por eso, RsF ha decidido, no tomarse la justicia por su mano, pero s¨ª activar sus resortes, impulsando, mediante denuncias judiciales y p¨²blicas de los enemigos de la libertad de prensa y sus encubridores, los principios universales humanitarios que animan a los promotores del TPI y a cada vez m¨¢s jueces, y que no siempre los gobiernos de los pa¨ªses democr¨¢ticos aplican en sus tratos con pa¨ªses donde se atenta contra esos principios. Principios que son verbalmente reiterados en cada cumbre iberoamericana, pero que, tambi¨¦n reiteradamente, son deso¨ªdos por algunos de sus miembros y sistem¨¢ticamente violados por todos sus depredadores.
RsF, que estar¨¢ en la cumbre de Lima, llama a los altos dignatarios dem¨®cratas all¨ª presentes a pronunciarse contra los depredadores de la libertad de prensa en el ¨¢mbito iberoamericano y a adoptar medidas efectivas contra ellos.
Fernando Castell¨® es presidente de la organizaci¨®n internacional Reporteros sin Fronteras (RsF).
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