Henning Mankell afirma que no escribe novelas negras, sino rojas
El escritor sueco presenta en espa?ol y catal¨¢n 'La falsa pista'
Es un escritor-estrella de rock: vende millones de libros en el norte y centro de Europa, llena teatros y sus fans le esperan en los aeropuertos. Se dice que su literatura es negra, porque mezcla un detective c¨¦lebre, Kurt Wallander, cr¨ªmenes e intrigas. Pero este sueco de 53 a?os que vive seis meses del a?o en Mozambique, 'para escapar del ego¨ªsmo europeo', califica sus novelas como rojas: 'Critico la sociedad desde la izquierda'.
Tusquets no se equivoc¨® cuando import¨® a Espa?a las novelas de Mankell, dramaturgo y narrador que es todo un fen¨®meno de ventas n¨®rdico y que ha regenerado el g¨¦nero negro con su mirada comprometida y tolerante. Sus dos primeros t¨ªtulos traducidos aqu¨ª (La quinta mujer y Asesinos sin rostro) han vendido 130.000 ejemplares, y ahora llega La falsa pista, una historia que arranca con un suicidio a lo bonzo y que luego se llena de meandros, que se publica simult¨¢neamente en espa?ol y catal¨¢n (esta versi¨®n es el primer n¨²mero de la colecci¨®n L'ull de Vidre, de Tusquets).
Es s¨®lo una prueba m¨¢s de que Mankell, que a estas alturas ha sido traducido a 23 idiomas incluido el vietnamita, traspasa todo tipo de fronteras. Nacido en 1948 en Estocolmo y casado con la hija de Ingmar Bergman, Eva, que es directora de teatro, Mankell arranca la entrevista matutina con un par de lingotazos de vodka, 'para el resfriado', y luego explica su vida en Mozambique, donde dirige el Teatro Nacional: 'Llevo una vida muy poco dram¨¢tica. Vivo en un piso en la ciudad, trabajo en el teatro y escribo. Lo que s¨ª es dram¨¢tica es la raz¨®n por la que me fui all¨ª. Quer¨ªa encontrar un punto de vista alejado del ego¨ªsmo europeo, de ese no escuchar, de ese muro de intolerancia que construimos tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn'.
Mankell ha plasmado tambi¨¦n su experiencia africana en diversas novelas, las m¨¢s notorias, Comedia infantil, que ser¨¢ publicada en mayo, y Bolsa de t¨¦, la historia de una muchacha africana que vive ilegalmente en Suecia tras dejar ?frica a trav¨¦s de Espa?a. 'Vemos gente ahogada en las playas espa?olas, inmigrantes que mueren asfixiados en camiones, barcos en los que se hacinan los refugiados. Hay mucho que escribir sobre eso. Es el peor escenario posible. ?Es lo que queremos? Yo creo que debemos abrir las fronteras, saber que el mundo es s¨®lo uno, asumir que necesitamos inmigrantes y que lo que produce la violencia es la brecha entre los que tienen mucho y los que no tienen nada'.
Mankell es el ¨²nico que ha superado a Harry Potter en las listas de ventas de Alemania. Pero tambi¨¦n huye de la hipocres¨ªa cuando habla de su ¨¦xito. 'Es una cosa interesante y rara. Nadie se hace escritor pensando en que no lo va a leer nadie. Vender es bueno para tus libros y para tus colegas, aunque es verdad que hay un problema: cada vez se venden m¨¢s libros de menos autores, porque las editoriales apoyan siempre a determinados escritores. Por eso he creado un sello en el que utilizo mi dinero para apoyar a autores nuevos'. ?Sentimiento de culpa? 'Bueno, sin caer en la megaloman¨ªa, no puedo evitar que me compren, no puedo culpar al p¨²blico por quererme. ?Qu¨¦ debo hacer? ?Ser¨ªa mejor la vida si dejo de escribir? ?Soy culpable de algo?'.
En cuanto a La falsa pista, que gan¨® en Suecia el premio a la mejor novela negra de 1994, Mankell dice que en realidad es una tragedia cl¨¢sica renovada. Y a?ade que ¨¦l nunca ha le¨ªdo novelas negras; que, si acaso, puede parecerse un poco a John LeCarr¨¦; que son los medios quienes se empe?an en calificar sus libros como 'negros' y que, de todos modos, espera que en diez o quince a?os los autores de novelas negras puedan ganar el Nobel. 'Aunque si eso sucede, ya no les llamaremos negras'.
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