Intimidad a la intemperie
No pocas veces, la estructura de una antolog¨ªa condiciona la percepci¨®n, por los lectores, de la obra del poeta antologado. Si la ordenaci¨®n cronol¨®gica favorece la visi¨®n compartimentada en etapas, la ordenaci¨®n tem¨¢tica confiere a la antolog¨ªa calidad de libro, aport¨¢ndole un perfil unitario que la aleja de los recuentos m¨¢s convencionales. Eso ocurre con El hombre de la calle, una muestra exhaustiva de la poes¨ªa publicada por Fernando Beltr¨¢n (Oviedo, 1956) entre Aquelarre en Madrid (1983 y 1998) y La semana fant¨¢stica (1999), con un a?adido de 18 in¨¦ditos. La antolog¨ªa est¨¢ estructurada en cinco partes o cap¨ªtulos que atienden a otras tantas obsesiones del poeta: lo colectivo; el discurrir de la vida cotidiana; la relaci¨®n amorosa; la memoria y la devastaci¨®n del tiempo; la muerte encarnada en la figura del padre desaparecido. En cada una de esas partes, Beltr¨¢n ha incorporado no s¨®lo poemas procedentes de los ocho libros publicados en casi veinte a?os, sino tambi¨¦n los textos in¨¦ditos, con lo que se aleja tambi¨¦n de las antolog¨ªas convencionales, que suelen relegarlos a un ¨²ltimo (y muchas veces residual) apartado. En los textos program¨¢ticos Perdimos la palabra (1987) y Hacia una poes¨ªa entrometida (1989), Fernando Beltr¨¢n estableci¨® las coordenadas de su poes¨ªa. Atenci¨®n al mundo, mirada no neutral hacia los males colectivos, contemplaci¨®n de la intimidad y de la experiencia cotidiana a la luz de esas realidades y, a la vez, honda preocupaci¨®n por la capacidad reveladora del lenguaje. A esa apuesta, inscrita en el ancho movimiento de r¨¦plica humanizadora al culturalismo nov¨ªsimo a principios de los ochenta, Fernando Beltr¨¢n (con Miguel Galanes, Eugenio Cobo y el desaparecido Vicente Presa) la llam¨® 'sensismo' primero y 'poes¨ªa entrometida' despu¨¦s. En El hombre de la calle, la poes¨ªa del asturiano se desprende de etiquetas, muestra su unicidad y, con un lenguaje en el que confluyen la capacidad metaf¨®rica y el juego con la iron¨ªa y el tono coloquial, indaga en la memoria, en la trastienda del amor, en las contradicciones de la vida urbana, de los nuevos fen¨®menos sociales y de los conflictos entre civilizaciones, en la experiencia de los descendientes a la luz de los antepasados m¨¢s inmediatos y en los escenarios de la infancia en una ciudad del Norte. Poes¨ªa extremadamente personal que ha evolucionado desde la cierta densidad no carente de destellos surrealistas de sus or¨ªgenes hacia la extrema desnudez de los in¨¦ditos ¨²ltimos: 'Ver al fondo / la muerte de mi padre. // Correr. // No poder alcanzarla'.
EL HOMBRE DE LA CALLE
Fernando Beltr¨¢n Pr¨®logo de Leopoldo S¨¢nchez Torre Maillot Amarillo. Diputaci¨®n de Granada. Granada, 2001 197 p¨¢ginas. 1.200 pesetas
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