V¨¦rtigos desde el Are¨®pago
D¨¦jenme resumir a los pacientes lectores, si a¨²n existen, una modesta controversia que se sucede en las p¨¢ginas de este peri¨®dico de un tiempo a esta parte. Consuelo Ciscar, directora general de Promoci¨®n Cultural, lanz¨® el 7 de noviembre un estupendo art¨ªculo titulado Troya, Beckett y los intereses en el que con la met¨¢fora de la tragedia cl¨¢sica y el teatro del absurdo defend¨ªa por una parte las realizaciones de su modelo de pol¨ªtica cultural, anunciaba una supuesta eclosi¨®n cultural valenciana y por la otra reclamaba un debate sobre dicho modelo que no se limitara, entend¨ª yo, a afirmar lo vergonzosamente caras que resultaron la Bienal y el montaje de Las Troyanas. Tres d¨ªas despu¨¦s aparec¨ªa en este mismo peri¨®dico un art¨ªculo firmado por m¨ª y titulado El problema de Helena, que atendiendo a dicho reclamo trataba de exponer que la indefinici¨®n de los objetivos limitaba las posibilidades del debate social y que realmente en esa situaci¨®n no existen mecanismos para evaluar seriamente la pol¨ªtica cultural, calific¨¢ndola de ocurrencial, en el sentido que no respond¨ªa a un modelo estrat¨¦gico de planificaci¨®n en el que los instrumentos fueran coherentes y consistentes con los fines declarados y finalmente limitando esa supuesta eclosi¨®n cultural. Cuatro d¨ªas m¨¢s tarde EL PA?S, estoicamente, publicaba un nuevo art¨ªculo titulado Elena sin problemas donde, con el desparpajo que se adivina en el t¨ªtulo, se rebat¨ªan gran parte de los argumentos en un sorprendente juego de artificio, en el que como en el camarote de los hermanos Marx, se amontonaban con ingenio el Padre Feijoo, Umberto Eco, Shakespeare, los cerros de ?beda, Teseo, Paris y el conejo de Kusturica, entre otros.
Quisiera lamentar mi incapacidad par ubicarme fuera de esos grupos del corifeo cr¨ªtico
?Sabe usted lo que programar¨¢ o producir¨¢ la Ciudad del Teatro de Sagunto en 2004?
Al margen de algunos fuegos fallidos y su capacidad para rebatir la an¨¦cdota como si se tratara del argumento principal quisiera lamentar mi incapacidad para ubicarme fuera de esos grupos de interesados que componen el 'corifeo cr¨ªtico'. En poco m¨¢s que nada, Consuelo Ciscar me atribuy¨®, con sutileza, la responsabilidad de defender los intereses, supongo que ileg¨ªtimos, de la Universidad (Dios la libre de mi defensa, excelent¨ªsimo rector) y de alguna otra misteriosa 'opci¨®n pol¨ªtica', as¨ª como deduc¨ªa que mis cr¨ªticas al actual modelo de pol¨ªtica cultural hac¨ªan buenos el programa M¨²sica 92, el del V Centenario de la Universitat de Val¨¨ncia o el programa F¨°rum 2004 de Barcelona. Si mi adscripci¨®n ideol¨®gica de izquierdas y mi condici¨®n de universitario (por razones de azar profesional pero tambi¨¦n metodol¨®gicas de posicionamiento en el an¨¢lisis y cr¨ªtica de la realidad social) le resultan condiciones que invalidan mi capacidad para participar con rigor en ese debate que usted misma reclama, entonces empiezo a sospechar que de nuevo nos encontramos ante un requerimiento brillante y efectista pero con poco impacto y con escasa voluntad transformadora de la realidad. ?Quiz¨¢s como la bienal?
Respecto al programa M¨²sica 92, puede ver en mi libro Pol¨ªticas y Sectores Culturales de la Comunidad Valenciana cu¨¢l es la valoraci¨®n que hago de ¨¦l, en cuanto al programa del V Centenario de la Universidad debo confesarle que nunca lo he analizado con profundidad. Lo que s¨ª puede ser m¨¢s ¨²til para ir un poco m¨¢s all¨¢ de esa voluntad de epatarnos mutuamente con agudezas supuestamente eruditas y retomar con cierta relevancia el debate es el ejemplo citado del Forum 2004, evento que la ciudad de Barcelona organiza bajo el t¨ªtulo de F¨°rum Universal de les Cultures. La proyecci¨®n temporal ya es un dato significativo ya que implica cierta planificaci¨®n y enumeraci¨®n de objetivos concretos. ?Sabe usted lo que programar¨¢, producir¨¢ o formar¨¢ la Ciudad del Teatro de Sagunto en el 2004? ?Se han dise?ado los objetivos sobre cu¨¢ntos municipios participar¨¢n en el Circuit Teatral Valenci¨¤ en 2004? (Son ejemplos ilustrativos, se?ora Ciscar, no el argumento principal). O mejor a¨²n, ?sab¨ªa en 1998 que se iba a celebrar la Bienal de Valencia?
El proyecto F¨°rum 2004 es uno de los resultados del Plan Estrat¨¦gico del Sector Cultural de Barcelona ya presentado en el a?o 99 y en el que se ofrec¨ªa un completo diagn¨®stico con sus puntos fuertes (sin recurrir a titulares de peri¨®dicos como fuentes v¨¢lidas para describir la realidad) y de sus debilidades y en el que participaron durante un largo proceso m¨¢s de 350 agentes sociales representativos que van desde profesores universitarios (se ve que all¨ª no invalidados para el an¨¢lisis y la discusi¨®n del diagn¨®stico) al president de la Colla de Geganters de Barcelona pasando por pol¨ªticos del ¨¢rea metropolitana, representantes de fundaciones, de empresas privadas ligadas al sector de la cultura, asociaciones profesionales, directores de museos, periodistas, usuarios, artistas, editores y un largo etc¨¦tera. Es, evidentemente, otra manera de entender la participaci¨®n, frente a sus supuestos 200.000 visitantes de la Bienal.
Quiero tambi¨¦n destacar que en ese mismo plan estrat¨¦gico de la cultura, junto con objetivos ¨²ltimos tan gen¨¦ricos como 'fer de la cultura un element clau de la cohesi¨® social' (afirmaci¨®n a la que seguro se apunta su presidente Zaplana) se compromete a muchos otros tan cuantificables como llegar a conseguir la mitad de la producci¨®n audiovisual del Estado espa?ol, duplicar las personas ocupadas en el sector cultural, conseguir 4 millones de espectadores teatrales, doblar los espectadores de la m¨²sica en vivo, conseguir 10 millones de visitantes para los museos de la ciudad etc.
Si a ello le sumamos que la Generalitat de Catalu?a elabora y distribuye unas estad¨ªsticas sobre los sectores culturales que permiten contrastar incluso a ciudadanos no especialistas la distancia entre realidad y objetivos, no tengo m¨¢s remedio que reconocerle que mi especializaci¨®n profesional, el an¨¢lisis de las pol¨ªticas culturales, resulta all¨ª m¨¢s f¨¢cil que aqu¨ª.
En ese mismo art¨ªculo Consuelo Ciscar me daba la bienvenida a una extra?a colina de Aer¨®pago, que a menos que se refiera a una nueva forma de comprar billetes de avi¨®n, debo deducir que se refiere a la colina de Are¨®pago (esos duendes escribidores que todos tenemos que a veces se vuelven disl¨¦xicos, supongo) donde se reun¨ªa el tribunal supremo ateniense, y he de decir que me da un poco de v¨¦rtigo, as¨ª que me bajo.D¨¦jenme resumir a los pacientes lectores, si a¨²n existen, una modesta controversia que se sucede en las p¨¢ginas de este peri¨®dico de un tiempo a esta parte. Consuelo Ciscar, directora general de Promoci¨®n Cultural, lanz¨® el 7 de noviembre un estupendo art¨ªculo titulado Troya, Beckett y los intereses en el que con la met¨¢fora de la tragedia cl¨¢sica y el teatro del absurdo defend¨ªa por una parte las realizaciones de su modelo de pol¨ªtica cultural, anunciaba una supuesta eclosi¨®n cultural valenciana y por la otra reclamaba un debate sobre dicho modelo que no se limitara, entend¨ª yo, a afirmar lo vergonzosamente caras que resultaron la Bienal y el montaje de Las Troyanas. Tres d¨ªas despu¨¦s aparec¨ªa en este mismo peri¨®dico un art¨ªculo firmado por m¨ª y titulado El problema de Helena, que atendiendo a dicho reclamo trataba de exponer que la indefinici¨®n de los objetivos limitaba las posibilidades del debate social y que realmente en esa situaci¨®n no existen mecanismos para evaluar seriamente la pol¨ªtica cultural, calific¨¢ndola de ocurrencial, en el sentido que no respond¨ªa a un modelo estrat¨¦gico de planificaci¨®n en el que los instrumentos fueran coherentes y consistentes con los fines declarados y finalmente limitando esa supuesta eclosi¨®n cultural. Cuatro d¨ªas m¨¢s tarde EL PA?S, estoicamente, publicaba un nuevo art¨ªculo titulado Elena sin problemas donde, con el desparpajo que se adivina en el t¨ªtulo, se rebat¨ªan gran parte de los argumentos en un sorprendente juego de artificio, en el que como en el camarote de los hermanos Marx, se amontonaban con ingenio el Padre Feijoo, Umberto Eco, Shakespeare, los cerros de ?beda, Teseo, Paris y el conejo de Kusturica, entre otros.
Al margen de algunos fuegos fallidos y su capacidad para rebatir la an¨¦cdota como si se tratara del argumento principal quisiera lamentar mi incapacidad para ubicarme fuera de esos grupos de interesados que componen el 'corifeo cr¨ªtico'. En poco m¨¢s que nada, Consuelo Ciscar me atribuy¨®, con sutileza, la responsabilidad de defender los intereses, supongo que ileg¨ªtimos, de la Universidad (Dios la libre de mi defensa, excelent¨ªsimo rector) y de alguna otra misteriosa 'opci¨®n pol¨ªtica', as¨ª como deduc¨ªa que mis cr¨ªticas al actual modelo de pol¨ªtica cultural hac¨ªan buenos el programa M¨²sica 92, el del V Centenario de la Universitat de Val¨¨ncia o el programa F¨°rum 2004 de Barcelona. Si mi adscripci¨®n ideol¨®gica de izquierdas y mi condici¨®n de universitario (por razones de azar profesional pero tambi¨¦n metodol¨®gicas de posicionamiento en el an¨¢lisis y cr¨ªtica de la realidad social) le resultan condiciones que invalidan mi capacidad para participar con rigor en ese debate que usted misma reclama, entonces empiezo a sospechar que de nuevo nos encontramos ante un requerimiento brillante y efectista pero con poco impacto y con escasa voluntad transformadora de la realidad. ?Quiz¨¢s como la bienal?
Respecto al programa M¨²sica 92, puede ver en mi libro Pol¨ªticas y Sectores Culturales de la Comunidad Valenciana cu¨¢l es la valoraci¨®n que hago de ¨¦l, en cuanto al programa del V Centenario de la Universidad debo confesarle que nunca lo he analizado con profundidad. Lo que s¨ª puede ser m¨¢s ¨²til para ir un poco m¨¢s all¨¢ de esa voluntad de epatarnos mutuamente con agudezas supuestamente eruditas y retomar con cierta relevancia el debate es el ejemplo citado del Forum 2004, evento que la ciudad de Barcelona organiza bajo el t¨ªtulo de F¨°rum Universal de les Cultures. La proyecci¨®n temporal ya es un dato significativo ya que implica cierta planificaci¨®n y enumeraci¨®n de objetivos concretos. ?Sabe usted lo que programar¨¢, producir¨¢ o formar¨¢ la Ciudad del Teatro de Sagunto en el 2004? ?Se han dise?ado los objetivos sobre cu¨¢ntos municipios participar¨¢n en el Circuit Teatral Valenci¨¤ en 2004? (Son ejemplos ilustrativos, se?ora Ciscar, no el argumento principal). O mejor a¨²n, ?sab¨ªa en 1998 que se iba a celebrar la Bienal de Valencia?
El proyecto F¨°rum 2004 es uno de los resultados del Plan Estrat¨¦gico del Sector Cultural de Barcelona ya presentado en el a?o 99 y en el que se ofrec¨ªa un completo diagn¨®stico con sus puntos fuertes (sin recurrir a titulares de peri¨®dicos como fuentes v¨¢lidas para describir la realidad) y de sus debilidades y en el que participaron durante un largo proceso m¨¢s de 350 agentes sociales representativos que van desde profesores universitarios (se ve que all¨ª no invalidados para el an¨¢lisis y la discusi¨®n del diagn¨®stico) al president de la Colla de Geganters de Barcelona pasando por pol¨ªticos del ¨¢rea metropolitana, representantes de fundaciones, de empresas privadas ligadas al sector de la cultura, asociaciones profesionales, directores de museos, periodistas, usuarios, artistas, editores y un largo etc¨¦tera. Es, evidentemente, otra manera de entender la participaci¨®n, frente a sus supuestos 200.000 visitantes de la Bienal.
Quiero tambi¨¦n destacar que en ese mismo plan estrat¨¦gico de la cultura, junto con objetivos ¨²ltimos tan gen¨¦ricos como 'fer de la cultura un element clau de la cohesi¨® social' (afirmaci¨®n a la que seguro se apunta su presidente Zaplana) se compromete a muchos otros tan cuantificables como llegar a conseguir la mitad de la producci¨®n audiovisual del Estado espa?ol, duplicar las personas ocupadas en el sector cultural, conseguir 4 millones de espectadores teatrales, doblar los espectadores de la m¨²sica en vivo, conseguir 10 millones de visitantes para los museos de la ciudad etc.
Si a ello le sumamos que la Generalitat de Catalu?a elabora y distribuye unas estad¨ªsticas sobre los sectores culturales que permiten contrastar incluso a ciudadanos no especialistas la distancia entre realidad y objetivos, no tengo m¨¢s remedio que reconocerle que mi especializaci¨®n profesional, el an¨¢lisis de las pol¨ªticas culturales, resulta all¨ª m¨¢s f¨¢cil que aqu¨ª.
En ese mismo art¨ªculo Consuelo Ciscar me daba la bienvenida a una extra?a colina de Aer¨®pago, que a menos que se refiera a una nueva forma de comprar billetes de avi¨®n, debo deducir que se refiere a la colina de Are¨®pago (esos duendes escribidores que todos tenemos que a veces se vuelven disl¨¦xicos, supongo) donde se reun¨ªa el tribunal supremo ateniense, y he de decir que me da un poco de v¨¦rtigo, as¨ª que me bajo.
Pau Rausell K?ster es miembro del ¨¢rea de investigaci¨®n en Econom¨ªa Aplicada a la Cultura en la Universidad de Valencia. Pau.Rausell@uv.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.