Naranjas ahogadas por el cemento
Un trituradora de ¨¢ridos ilegal arruina los campos circundantes en el t¨¦rmino de Riba-roja
Jos¨¦ Olmos est¨¢ desesperado. Los campos de naranjos que explota desde hace a?os en una ladera que ba?a el sol de levante se arruina a ojos vistas. La plantaci¨®n conviv¨ªa apaciblemente con la cantera El Porvenir, que ocupa la cima de la loma, hasta hace dos a?os. Desde entonces, una trituradora de ¨¢ridos, que convierte piedras y cascotes en arenas, gravas o zahorra destila una fina polvareda que cubre los ¨¢rboles y los suelos de su campo. Las hojas no respiran, las plantas se debilitan y se convierten en foco de todo tipo de plagas. Los frutos escasean y ofrecen mal aspecto. El suelo, a?o tras a?o, adquiere una condici¨®n m¨¢s y m¨¢s alcalina que, a la larga, puede complicar cualquier tipo de cultivo. La trituradora, adem¨¢s, carece de las preceptivas autorizaciones.
La solicitud de declaraci¨®n de inter¨¦s comunitario duerme el sue?o de los justos
Los primeros escritos de Aristaria omiten la presencia de vecinos afectados
Una reciente sentencia judicial condena a la empresa Aristaria, propietaria de la trituradora, a indemnizar a Olmos por una cantidad equivalente al 10% de la cosecha del a?o 2000, a pagar el coste de tres lavados de sus naranjos y a adoptar las medidas necesarias para impedir la emisi¨®n de polvo. Pero la sentencia se puede recurrir y el agricultor se enfrenta a la necesidad de presentar una segunda denuncia para intentar recibir alguna indemnizaci¨®n por la merma de ingresos que sufrir¨¢ en la presente cosecha.
La pesadilla que vive Jos¨¦ Olmos arranca con la venta de El Porvenir a la constructora Cyes, de Felipe Almenar. Aristaria, la actual propietaria, tambi¨¦n es de Felipe Almenar. Hace dos a?os, en octubre de 2000, Aristaria distribuy¨® entre sus clientes una nota para anunciar su salida al mercado y ofrecer desde arenas trituradas de menos de tres mil¨ªmetros de di¨¢metro hasta escolleras de primera, en bloques de m¨¢s de cuatro mil kilos de peso. Y la m¨¢quina empez¨® a trabajar para servir a los clientes sin autorizaci¨®n administrativa.
Aristaria se dirigi¨® al Ayuntamiento de Riba-roja, que gobierna el PP, para solicitar una 'sustituci¨®n' de la licencia de actividad que disfrutaba la hist¨®rica trituradora de la cantera, en ese momento en desuso, semanas antes de poner las m¨¢quinas en marcha.
La primera solicitud de Aristaria data de junio de 1999. La iniciativa de la empresa fue publicada en el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia en agosto de 2000. Y la solicitud fue remitida a la comisi¨®n provincial en enero de 2001.
Cuando Aristaria anunci¨® sus intenciones empezaron a cruzarse informes t¨¦cnicos del m¨¢s diverso calado, pero todos coinciden en un extremo. El arquitecto municipal considera 'id¨®neo' el emplazamiento para que los responsables de la trituradora soliciten una declaraci¨®n de inter¨¦s comunitario, puesto que se ubica sobre 'suelo no urbanizable de grado 1'.
El ingeniero municipal alerta sobre el car¨¢cter 'nocivo' e 'insalubre' de la actividad prevista, pero concluye que, una vez tramitada la correspondiente declaraci¨®n de inter¨¦s comunitario y adoptadas las medidas preventivas adecuadas, ser¨ªa posible conceder la licencia de actividad.
Jos¨¦ Olmos denuncia que los primeros escritos de Aristaria para regularizar la situaci¨®n administrativa de la planta omiten la existencia de posibles vecinos afectados, como es su caso. M¨¢s a¨²n, se?ala que la primitiva trituradora se encontraba en una vaguada en la finca que compr¨® Cyes en su d¨ªa, mientras que la nueva se situ¨® sobre una parcela cuya propiedad gestiona la Comunidad de Regantes del Azud de Lorca y Quint en virtud de un privilegio hist¨®rico adquirido a ra¨ªz de la muerte sin descendencia del se?or de Riba-roja, quien opt¨® por ceder a todos los labradores del pueblo la titularidad de sus predios.
La Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas confirma que alguna vez Aristaria inici¨® los tr¨¢mites ordinarios para solicitar la declaraci¨®n de inter¨¦s comunitario, pero el expediente duerme el sue?o de los justos tras el intercambio de algunos escritos.
La Consejer¨ªa de Medio Ambiente, requerida por Jos¨¦ Olmos para que dictara la correspondiente declaraci¨®n del impacto ambiental provocado por la trituradora, se limit¨® a trasladar los escritos al Ayuntamiento de Riba-roja como primera instancia competente. Una vez embarcados en procesos judiciales, fuentes oficiales de Medio Ambiente alegan que no pueden interferir. Tambi¨¦n recuerdan una inspecci¨®n de la Polic¨ªa Auton¨®mica que concluy¨® que la trituradora contaba con aspersores de riego que frenaban las emisiones de polvo y que los conductores de los camiones que circulan por los caminos de acceso a la planta hab¨ªan sido invitados a moderar su velocidad para evitar polvaredas.
La sentencia dictada por el juzgado de primera instancia de Valencia se?ala que Aristaria aleg¨® que considera aprobada la licencia de actividad por 'silencio administrativo' del Ayuntamiento. El mismo silencio que recibi¨® Jos¨¦ Olmos cada vez que solicit¨® a las autoridades municipales que tomaran medidas para frenar el polvillo que arruinaba sus campos, desde la inspecci¨®n de la zona hasta la prohibici¨®n de la actividad.
La sentencia tambi¨¦n considera probado que la pretensi¨®n de Aristaria de trasladar la licencia de explotaci¨®n de la antigua trituradora a la nueva planta carece de rigor, puesto que antes se escond¨ªa en una vaguada y ahora se ubica en el punto de m¨¢xima altura de la cantera 'por lo que no puede pretederse una preexistencia anterior generadora de derechos'.
El juzgado de primera instancia de Valencia condena a Aristaria a compensar a Jos¨¦ Olmos y a adoptar las medidas necesarias para evitar la emisi¨®n de polvo.
Los responsables de la cantera alegan que el riego con agua combinada con ciertos productos qu¨ªmicos limita la polvareda. Y aluden a una cubierta vegetal, hoy raqu¨ªtica, que deber¨ªa detener las emisiones.
Pero cada vez que sopla poniente, los naranjos de Jos¨¦ Olmos se cubren de un polvillo blanquecino que arruina los ¨¢rboles. Y el agricultor se pregunta qu¨¦ sentido tienen las declaraciones de los m¨¢ximos responsables del PP cuando aseguran que gobiernan por igual para todos los valencianos.
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