El escultor Anda muestra su inter¨¦s por acercar el arte al espectador
El artista presenta en la galer¨ªa Altxerri piezas en madera y bronce
Jos¨¦ Ram¨®n Anda (Bakaiku, 1949), escultor de la segunda generaci¨®n de la Escuela Vasca, cree que para sentir el arte no basta con observarlo con detenimiento; hay que tocarlo, transitarlo. 'Aunque luego haya gente', dice, 'que la llene de pintarrajos'. Por eso, los espacios internos son una constante en su obra. Anda expone en la Galer¨ªa Altxerri de San Sebasti¨¢n una treintena de esculturas en madera y bronce.
La piezas presentadas abarcan desde principios de los a?os ochenta hasta la actualidad. Anda no expon¨ªa en San Sebasti¨¢n desde 1992. Constituye, pues, una buena oportunidad de conocer su trabajo de los ¨²ltimos a?os. Aunque el artista no sea, como ¨¦l mismo apunta, un escultor prol¨ªfico. 'Tengo muchas ideas, pero luego me cuesta materializarlas. Sobre todo, las de madera, porque tienes que esperar a que el material se cure, se seque... Es un proceso muy lento', se?ala.
Mientras habla, observa Goruntz (Hacia arriba), una escultura de madera espigada que se alza hacia el techo desde un base muy fina. Da la sensaci¨®n de que no se va a sostener, pero lo hace. En el suelo, una estela de astillas refleja el trabajo previo del artista. 'Cuando hice esta obra estaba interesado en informar del proceso de trabajo de la madera; en que el espectador viera todas las astillas y virutas que se quedan por el camino', explica. Hay gente que lo interpreta como la sombra que proyecta la escultura. Y a Anda, que comenz¨® su carrera en 1975, no le molesta. 'Me gusta', dice, 'que mi trabajo sugiera cosas diversas'.
Junto a Goruntz, est¨¢ una escultura formada por dos piezas, que recuerdan a dos grandes azadas. Se llama Ezuztekoa, que en castellano significa inesperado, casual. El nombre no es gratuito, resume su proceso de realizaci¨®n. Anda vive en una zona boscosa y siempre que alg¨²n ¨¢rbol cae por el viento o la nieve, el Ayuntamiento reparte lotes para hacer le?a. 'Pero a m¨ª siempre ha dado pena. Mi padre era ebanista y salvaba grandes trozos de madera', recuerda. ?l, que en cierto modo sigue sus pasos con una suerte de muebles-esculturas, tambi¨¦n lo hace.
Anda siempre recurre a las formas b¨¢sicas de la geometr¨ªa -el c¨ªrculo, el tri¨¢ngulo y el cuadrado-, igual que siente predilecci¨®n por realizar obras transitables. Lo es Zeharki, pieza que instal¨® en el paseo de Ondarreta de San Sebasti¨¢n, y lo ser¨¢n otras dos esculturas que realizar¨¢ pr¨®ximamente para Bakio y Galdakao. La maqueta de esta ¨²ltima puede verse en Altxerri, junto a otras que crean espacios internos. 'A m¨ª se me va la mano si me gusta una pieza. La escultura hay que tocarla. Por eso me interesa hacerlas transitables', reconoce junto a peque?as obras seriadas de bronce.
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