"Me gustan los extremos en mi vida"

Pregunta. Acaba de participar en un seminario sobre la figura de Don Juan. ?Fue porque le va la marcha?

Respuesta. No. Fue porque hab¨ªa escrito La Bella Otero y me gustaba el paralelismo. Me va la marcha, pero no en ese sentido.

P. Cuente.

R. Me va la marcha en los retos. Las cosas, cuanto m¨¢s dif¨ªciles, m¨¢s me divierten.

P. ?A qu¨¦ conclusiones han llegado en el seminario?

R. A que el donjuanismo femenino no exist¨ªa en el pasado, pero ahora progresa a pasos agigantados.

P. ?Usted ser¨ªa un ejemplo?

R. No.

P. ?Hoy d¨ªa existe Don Juan?

R. Uy, es que se ha quedado un poco d¨¦mod¨¦. Yo creo que a las chicas les da como un ataque cuando viene uno as¨ª en plan que se le cae el ojo, y va como, ejem, ?Hola, mu?eca!

P. ?Usted ha vivido alguna escena del sof¨¢?

R. As¨ª de cursi, con la luna y con los patos y el lago atr¨¢s, no.

P. Ya no hay sof¨¢s como los de antes.

R. Ahora suelen ser restaurantes. Todo empieza con una comida; luego, si la cosa se tercia, copita, y...

P. ?Siestecita?

R. Y luego, la siestecita. Pero yo creo que las chicas ya eligen mucho. Y hay muy pocos que pasan de la primera fase.

P. ?Encuentra a los hombres hechos polvo?

R. Yo creo que andan despistados, porque pasar de ser el ombligo del mundo a que de repente las mujeres ocupen lugares antes completamente masculinos no se asimila en una generaci¨®n.

P. ?Por qu¨¦ prefiere el amor a la pasi¨®n?

R. Porque la pasi¨®n es como un espejismo, un momento de entontecimiento transitorio, como dec¨ªa Ortega y Gasset. El amor es un sentimiento m¨¢s pleno, m¨¢s completo.

P. ?Usted se retirar¨¢, como la Bella Otero, para que nadie la vea envejecer?

R. A m¨ª no me gustar¨ªa ser una viejecita encantadora, siempre lo he dicho. No tengo ning¨²n inter¨¦s en llegar a tener 90 a?os. Pero de eso a desaparecer, no.

P. 'Lo m¨¢s interesante de mi vida es lo que no se puede contar'. ?Se pone estupenda?

R. Pero es verdad; le pasa a todo el mundo. Cosas de vida sentimental, conversaciones que he o¨ªdo, situaciones en las que he participado. Siempre he sido muy observadora.

P. ?Usted sigue yendo de viuda oficial?

R. ?Qu¨¦ es una viuda oficial?

P. Como la Pantoja, pero en intelectual.

R. [Risas] No.Este asunto de inmolarse a lo bonzo cuando se muere alguien yo creo que es mal¨ªsimo. Y hay muchas mujeres que se anulan. La vida te da ese golpe y siempre lo puedes convertir en una ventaja. Decir: 'Ahora voy a ser yo', por ejemplo.

P. ?Antes no lo era?

R. S¨ª, pero eres t¨² y tus circunstancias.

P. Muy orteguiana. ?Le interesa la pol¨ªtica?

R. Estoy bastante desencantada de la pol¨ªtica desde hace muchos a?os.

P. ?No salva a nadie? ?A ninguno se lo llevar¨ªa a un restaurante a emprenderla con el men¨²?

R. Ah, eso es distinto. Si es para comer y charlar, s¨ª, porque todo el mundo es interesante un ratito. ?Puedo decir uno que est¨¦ pasado ya? Siempre he tenido curiosidad de conocer a Alfonso Guerra.

P. Cuando est¨¢ depre, ?se compra un modelito o se mete al cuerpo una caja de bombones?

R. S¨ª, desgraciadamente, soy bastante adicta al chocolate.

P. 'No me gusta el t¨¦rmino medio'.

R. Me gustan los extremos en mi vida. He tenido cosas terribles y cosas estupendas, pero prefiero eso a una vidita, en la que llevas los ni?os al colegio, vas con las amigas de compras. Yo me hubiera muerto con una vidita.

P. ?Qu¨¦ le hace re¨ªr?

R. Me r¨ªo mucho de m¨ª misma, porque en este momento que me va muy bien, y que me van a publicar en Estados Unidos, que para m¨ª es un salto muy importante, tengo mucho cuidado de no tom¨¢rmelo en serio.

P. Su pr¨®ximo trabajo es un ensayo sobre el poder vicario. ?Es muy frecuente?

R. Ya no. Ahora que las mujeres tienen acceso al poder real, quer¨ªa contar que a lo largo de la historia lo han tenido, pero por persona interpuesta, que me resulta m¨¢s interesante: es como ser maestro de t¨ªteres.

P. ?Usted es maestra de t¨ªteres?

R. Ahora no, porque a lo que me dedico no se presta. Yo trabajo sola. Se dar¨ªa m¨¢s en la pol¨ªtica. Por eso me interesa Alfonso Guerra.