La doctora Love

'A continuaci¨®n les voy a pasar un test, para que me lo rellenen'. Eso nos dijo la escritora Teresa Viejo (la del Primijuego) en El Corte Ingl¨¦s. Era mi¨¦rcoles por la tarde y estaba presentando su libro Hombres modo de empleo. Los del p¨²blico, ocho mujeres y cinco varones, obedecimos alelados. Teresa es como la jefa de una secta, en el buen sentido: te capta y hace con tu voluntad lo que quiere. El responsable de El Corte Ingl¨¦s fue el primero en ponerse a escribir (con una sonrisa ausente). Y no eran preguntas como las del censo, eran preguntas comprometidas, tipo '?ha deseado ser infiel a su pareja alguna vez?'. En el hotel ese de la Ronda de Sant Pere, cuando te pillan para hacerte un test 'de cinco minutos' al terminar te regalan un boli. Teresa no nos dio nada, pero su manera de presentar ese gran libro, en plan 'terapia de grupo' fue muy interesante. Estamos a favor. Hasta ahora, algunos seres asociales no iban al teatro ni a las reuniones de tupperwares para no tener que participar, pero s¨ª que iban a las presentaciones literarias. Gracias a personas magn¨¦ticas como ella, se quedar¨¢n para siempre en casa, solos. La inteligente y bella Teresa ha inaugurado la biblioterapia. Porque lo del test fue al final, pero antes, nos pregunt¨® por nuestra vida en pareja. 'Usted, se?ora', dec¨ªa por ejemplo con su modulada voz, se?alando a una mujer del p¨²blico, '?su marido le cuenta las cosas? ?Se abre?'. Les hizo preguntas a todos menos al se?or Corte Ingl¨¦s, y todos entregad¨ªsimos, le contaron sus vidas conyugales. Que los maridos no hablaban, que las se?oras s¨ª, que los hombres no se abr¨ªan o que los yernos no ayudaban en casa. Despu¨¦s ella misma sacaba sus conclusiones. 'Lo normal es que una mujer haga la cena y al mismo tiempo hable por tel¨¦fono de un informe important¨ªsimo. En cambio los hombres ven la tele y no te escuchan si les hablas de algo trascendente'. Puede que usted sea un hombre y s¨ª que sepa hacer la cena y hablar por tel¨¦fono a la vez. O incluso mascar chicle e ir en bicicleta. Y puede que usted sea una mujer que cuando ve la tele no escucha. ?Pretenden boicotear a Teresa con sus tonter¨ªas? Precisamente all¨ª hab¨ªa un chico joven con su novia, y le solt¨® que las generalizaciones le parec¨ªan peligrosas y que cada persona era distinta. Por supuesto era un resentido que con tal de llevar la contraria, seguro que se duchaba, escuchaba, hablaba y fregaba los platos (a pesar de ser hombre). Si seguimos as¨ª, cualquier d¨ªa, uno de ellos escribir¨¢ Mujeres, modo de empleo y ?qu¨¦ pasar¨¢? Que nos enfadaremos, porque las mujeres no se emplean como si fueran objetos. Habr¨¢ que quemarle.

Si un hombre escribiera 'Mujeres modo de empleo' habr¨ªa que quemarle. Pero Teresa Viejo tiene licencia

Pero eso no es todo. Teresa cont¨® que en la Universidad de Indiana se hizo una resonancia magn¨¦tica a hombres y mujeres, mientras les le¨ªan un libro. Se ve que ellos utilizaron la mitad del cerebro para escuchar y ellas el cerebro entero. Pero sin saber el t¨ªtulo del libro que les le¨ªan, ?la prueba no es fiable! ?Y si el libro era un plomo? ?Y si alguno ya lo hab¨ªa le¨ªdo? Adem¨¢s, si nos ponemos en este plan, ?no es mejor usar s¨®lo medio cerebro que uno entero, para hacer una cosa sencilla como escuchar? Si para escuchar usamos todo el cerebro, para pasar de euros a pesetas necesitaremos un transplante.

Como ya est¨¢bamos en plan Terapia Total III un se?or aprovech¨® para hablar de lo suyo. Se ve que ¨¦l s¨®lo hab¨ªa salido con mujeres muy bastas (fueron sus palabras) que encontraba en los anuncios de contactos. La doctora Love se alarm¨®: '?Pero eso es un comportamiento patol¨®gico! ?Te das cuenta de que repites comportamiento?'. Y en ese instante tuve ganas de echarme, no de sue?o, sino de pura necesidad de atenci¨®n psicol¨®gica gratuita y no profesional. El se?or, claro, tambi¨¦n cre¨ªa en ella como terapeuta: 'Yo la veo muy psic¨®loga, pero psic¨®loga de alto standing'. La conversaci¨®n sigui¨® m¨¢s o menos as¨ª. ?l reconoci¨® que se sent¨ªa mayor, y ella (ya un poco transmudada) replic¨® que ?como pod¨ªa sentirse mayor con los a?os que ten¨ªa? 'Es que en una mujer es distinto', se excus¨® ¨¦l. 'Por ejemplo, Teresa Gimpera, con su edad, es atractiva, y esto no se puede decir en nuestra sociedad'. Efectivamente, no es el ¨²nico que lo ha notado. Est¨¢ muy mal visto, por no decir prohibido, piropear a Teresa Gimpera en este pa¨ªs.

Despu¨¦s, aplicados, empezamos a rellenar el test. Pregunta 5: '?Cu¨¢nto tiempo considera suficiente para que una relaci¨®n sea estable?'. Esa me la sab¨ªa. Unos 20 segundos. En cambio, lo de '?qu¨¦ es lo que m¨¢s le molesta de ¨¦l/ella?' me lo copi¨¦ de mi vecino, as¨ª que ambos escribimos 'los chascos'. El libro es imprescindible. No se pierdan la p¨¢gina 42.

Despu¨¦s, ya bebiendo, el mismo se?or se quej¨® de que la hab¨ªa visto en TV-3, en el programa de Julia Otero, sin Julia Otero. 'Julia estaba enferma, ?s¨®lo nos faltaba eso!', dijo, fatalista 'o sea que a usted la hubiese tenido que entrevistar alguien de su categor¨ªa como S¨¢nchez-Drag¨®, pero claro, la entrevistaron esos chicos... esos chicos que se llaman ?scar...'. Es una gran observaci¨®n. Llamarse ?scar, para el se?or, es una manera de ser, gen¨¦rica. 'Ser ?scar' es ser demasiado dicharachero para Teresa, ir con un jersey de cuello demasiado alto, llevar el pelo demasiado granate, tener muchos m¨²sculos y ning¨²n pronombre. Eso es 'ser ?scar'. Muy bueno.