Las comarcas del interior se acercan al 'desierto demogr¨¢fico'
Cuatro comarcas tienen menos de 10 habitantes por kil¨®metro cuadrado y otras seis s¨®lo 25
La radiograf¨ªa dem¨®grafica de las comarcas de interior del Pa¨ªs Valenciano es preocupante. Una poblaci¨®n muy envejecida, elevadas tasas de mortalidad, bajos ¨ªndices de natalidad y una fuerte presi¨®n de la emigraci¨®n permiten hablar de 'desierto demogr¨¢fico'. Seg¨²n un informe elaborado por el profesor de Geograf¨ªa Humana de la Universidad de Alicante Salvador Palaz¨®n, en los ¨²ltimos 50 a?os se ha triplicado el n¨²mero de municipios con un crecimiento vegetativo negativo, en los que las defunciones superan a los nacimientos. La poblaci¨®n se estanca o decrece.
El estudio de la diferencia entre los nacimientos y las defunciones, lo que se denomina crecimiento vegetativo, permite comprobar la evoluci¨®n de la poblaci¨®n. Seg¨²n el informe que el profesor de la Universidad de Alicante Salvador Palaz¨®n acaba de presentar en las jornadas Las comarcas de interior: una prespectiva demogr¨¢fica que se han celebrado en Segorbe, en 1975 s¨®lo 30 municipios del interior presentaban un crecimiento vegetativo inferior al 1%; sin embargo en 1996 pasaron a ser 80 los munipios que caminaban hacia 'el desierto demogr¨¢fico'. La zona m¨¢s afectada por la p¨¦rdida de poblaci¨®n es el interior de Castell¨®n, y en menor medida las del interior de Alicante y Valencia. En Castell¨®n cuatro comarcas tienen menos de 10 habitantes por kil¨®metro cuadrado, y otras seis comarcas tienen s¨®lo entre 10 y 25 habitantes.
'Se establece una dualidad entre aquellas comarcas que pierden poblaci¨®n y las que son din¨¢micas', apunta el profesor Palaz¨®n, quien detecta que en el Alto Vinalop¨®, Vinalop¨® Mitj¨¤ y en L'Alcoi¨¤ la tendencia cambia y no pierden habitantes debido a la inmigraci¨®n que llega a trabajar a centros econ¨®micos como Ibi, Castalla, Elche o Elda. En L'Alcoi¨¤, aunque su capital pierde poblaci¨®n, al igual que las peque?as localidades de la monta?a, sin embargo el saldo es positivo debido a la 'din¨¢mica' poblacional que presentan localidades como Ibi, que ha multiplicado por cinco su poblaci¨®n en 50 a?os.
En el mismo periodo la poblaci¨®n de El Comtat, L'Alcalat¨¦n y Alto Mijares se ha estancado, y ha perdido un tercio de sus habitantes el Rinc¨®n de Ademuz. La situaci¨®n m¨¢s preocupante se sit¨²a en Castell¨®n donde Els Ports y L'Alt Maestrat han perdido la mitad de sus habitantes censados, as¨ª como en las comarcas valencianas de los Serranos y Valle de Ayora-Cofrentes, mientras La Canal de Navarr¨¦s, Alto Palancia y La Plana de Utiel-Requena han perdido entre un 33% y un 20% de la poblaci¨®n.
'Todas estas comarcas presentan elevadas tasas de mortalidad, pocos nacimientos, una poblaci¨®n envejecida y una incidencia importante de la emigraci¨®n que traslada su residencia a otras zonas capaces de crear empleo', explica el profesor de Geograf¨ªa Humana. 'Habr¨ªa que actuar de inmediato y poner en marcha una serie de medidas que favorezcan que la poblaci¨®n permanezca en estas ciudades, aunque vayan a trabajar a otras localidades', explica Salvador Palaz¨®n, que aboga por mejorar las comunicaciones y los servicios de estas peque?as localidades que se est¨¢n quedando despobladas. 'Hablamos de desierto demogr¨¢fico porque no hay gente viviendo en el medio rural, no tienen servicios y se van', lamenta el investigador, que ha estado durante un a?o analizando los datos de los ¨²ltimos censos y estad¨ªsticas oficiales. El estudio de la poblaci¨®n de estas comarcas por edades tambi¨¦n ofrece datos reveladores, como por ejemplo que en todas, excepto L'Alcoi¨¤ y las del Vinalop¨®, la mitad de sus habitantes tiene m¨¢s de 40 a?os de edad. Las zonas m¨¢s envejecidas son el Alto Mijares y el Rinc¨®n de Ademuz, donde m¨¢s de una tercera parte de su poblaci¨®n supera los 65 a?os, y menos del 10% de sus habitantes son j¨®venes menores de 16 a?os, cuando en este tramo de edad la media de la Comunidad se sit¨²a en el 17,7%. Salvador Palaz¨®n concluye que 'deber¨ªan haberse adoptado medidas hace tiempo, pero todav¨ªa estamos a tiempo de frenar este proceso', al mismo tiempo que aboga por incrementar las inversiones y los servicios p¨²blicos en estas zonas con el fin de aumentar la calidad de vida de sus habitantes, y as¨ª evitar que se vayan los que quedan, y por otra, atraer nuevos pobladores.
El turismo rural, arma de doble filo
?Tienen futuro estas comarcas? ?Pueden prosperar solas? ?stas son tan solo algunas de las preguntas que se plantearon en la ¨²ltima reuni¨®n del Seminari d'Estudis sobre la Poblaci¨® del Pa¨ªs Valenci¨¤ que se celebr¨® en Segorbe. All¨ª el profesor Antonio Mart¨ªnez Puche, del departamento de Geograf¨ªa Humana, advirti¨®: 'El turismo rural bien gestionado puede funcionar; pero mal gestionado, corremos muchos riesgos'. Seg¨²n el profesor, para que el turismo rural disponga de par¨¢metros sostenibles se debe contar con la comunidad local y con las personas que se integran. 'Los especuladores o aquellos que buscan dinero f¨¢cil no sirven', apunta Mart¨ªnez Puche, quien destaca la importancia que tiene para esta actividad el mantenimiento del paisaje. 'Hay que restaurar mas¨ªas, los adosados en serie no sirven', agrega el profesor, que considera conveniente mantener una buena relaci¨®n calidad-precio, y unos adecuados servicios y comunicaciones. 'Llegamos a tiempo de salvar estas comarcas si se aplican pol¨ªticas racionales', augura y destaca el papel positivo que vienen desempe?ando los planes Leader y Proder, que con fondos econ¨®micos de la Uni¨®n Europea garantizan inversiones en estas localidades para lograr un desarrollo m¨¢s adecuado. 'Prueba de ello es que en el ¨¢mbito de influencia del Ceder Aitana la tendencia es algo m¨¢s optimista', concluye.
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