'Pankartak'
Reflexiona el autor sobre algunas de las situaciones que causa el uso idiom¨¢tico en carteles y pancartas
Que el nuestro, el Pa¨ªs Vasco, es un pa¨ªs de paradojas, empieza a ser algo m¨¢s asumido que sufrido. S¨ªntoma evidente de cronificaci¨®n de la enfermedad. Lo cual podr¨ªamos aliviarlo con alguna que otra risa, o alg¨²n r¨¦cord en el Guiness. Somos probablemente el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde las pancartas reivindicativas van en un idioma diferente al idioma con el que charlan los que van en el cortejo. Puede darse en otras comunidades aut¨®nomas de Espa?a, aunque si el asunto es marineiro o marisqueiro, o del aigua, la coincidencia idiom¨¢tica se antoja tambi¨¦n algo mayor. Si es en el Pa¨ªs Vasco seguro que no. Doy fe: la ¨²ltima de Gamesa, tambi¨¦n.
Uno, que tiende de forma impenitente a estar a bien con la raz¨®n, se ha preguntado qu¨¦ motivos pueden llevar a utilizar los idiomas en los escritos y carteles p¨²blicos, donde s¨®lo se expresa informaci¨®n. Vamos, que requiere una informaci¨®n inmediata, primaria y funcional, no cultura.
En Euskadi, la pol¨ªtica es pertenencia al proyecto tribal del nacionalismo, y el c¨®digo fundamental de pertenencia ya ha sido fijado en el idioma
Ya en una ocasi¨®n comprob¨¦ c¨®mo la 'liturgia idiom¨¢tica' hace perder el tiempo y el sentido com¨²n. Tras una clase sobre aplicaci¨®n de m¨¦todos de calidad empresarial impartida por el presidente de la Volvo (en ingl¨¦s, con traducci¨®n para el p¨²blico), el se?or Ardanza cerr¨® el acto. Mientras hablaba en euskera, el pobre sueco iba dando golpes al receptor cada vez con m¨¢s fuerza y m¨¢s nervios, porque no le llegaba la traducci¨®n. Al final, una voz en ingl¨¦s para el presidente de la Volvo y en espa?ol para el resto dijo: 'La intervenci¨®n del se?or Ardanza ser¨¢ luego le¨ªda en castellano y ya se la traduciremos'. El sueco que no sab¨ªa lo de la liturgia idiom¨¢tica se tranquiliz¨® y dej¨® de dar golpes. Ardanza continu¨® hablando para nadie unos minutos m¨¢s. Estoy seguro que la conclusi¨®n del presidente de Kontseilua y la m¨ªa son diferentes. Y sobre el concepto de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica y ser normales seguro que tambi¨¦n. Presupongo incluso que estas p¨¦rdidas de tiempo y desajuste funcional les parecer¨¢ razonables a algunos euskaltzales, aunque no sean nacionalistas. Que mis criterios sobre la funcionalidad idiom¨¢tica de comunicaci¨®n ser¨ªan contestados con el argumento de que tambi¨¦n se pierde el tiempo con otras cosas. Pues vale.
En la pasada legislatura se qued¨® en agenda tratar una proposici¨®n no de ley para instar que la consejer¨ªa de Transportes rotulase los carteles de se?alizaci¨®n de tr¨¢fico de acuerdo con las normas oficiales. Afortunadamente, me libr¨¦ de la posibilidad de ser motejado, una vez m¨¢s, de escandaloso. Reconozco que hay carteles exclusivos en euskera que prefiero que no me los l¨ªen para la vista, con una barra y otra graf¨ªa distinta en espa?ol. Por ejemplo, me parece simp¨¢tico cuando leo s¨®lo portua y dibujan seguido un barco. O cuando ponen aireportua y para no equivocarme me dibujan una avi¨®n. Pero claro, si me ponen bajando la autopista 'Peligro, piso deslizante con lluvia' s¨®lo en euskera, que seguro que ni el consejero de Transportes sabe la traducci¨®n, ya me dir¨¢n d¨®nde queda el servicio informativo que se le requiere, y supone, al luminoso en una autopista de circulaci¨®n general, cuando el 80% de la propia comunidad tampoco lo sabe. Pero el asunto es singularizarse, no informar.
Convencido estoy que un diagn¨®stico as¨¦ptico sobre el efecto buscado de informaci¨®n, en impresos, m¨¢s si son complejos, y carteles de tr¨¢fico, desaconsejar¨ªa el uso abusivo de las rotulaciones en dos idiomas cuando uno de ellos es com¨²n al 100%. Claro que en el Pa¨ªs Vasco no es eso lo m¨¢s preocupante; ya se encargan en muchas comarcas las brigadas idiom¨¢ticas del euskofascio de borrar las del idioma oficial com¨²n, que son las m¨¢s informativas, sobre todo para el visitante que lo necesita. Si usted forastero, va, por ejemplo, a Sopelana, y no sabe que hondartza es playa, tendr¨¢ que preguntar, salvo intuici¨®n orientativa de boy scout.
Pero, volviendo a las pancartas: Despidiorik ez, termika ez, lo ke sea ez. ?Podr¨¢ ser porque sin mayor reflexi¨®n se piensa que hay m¨¢s eficacia reividicativa en colocar 'en vern¨¢culo verbo' el motivo de la protesta o la demanda? Lo dudo. ?Ser¨¢ porque ponerlo as¨ª da m¨¢s fuerza argumental al asunto? No parece razonable. ?Ser¨¢ tal vez porque se intuye mejor su recepci¨®n por el destinatario de la protesta, si el destinatario es o depende de la Administraci¨®n vasca? Es posible. ?O ser¨¢, sobre todo, porque hay una concepci¨®n minusvalorada de lo que es la ciudadan¨ªa, que es participaci¨®n, y hay una concepci¨®n vaga, sutil, pero fuertemente interiorizada o adivinada que en el Pa¨ªs Vasco es la de afirmar pertenencia? Y si no se expone as¨ª, parece como si no se perteneciera. La broma de 'ser para decidir' tiene que ver algo con esto seguro.
Porque en el Pa¨ªs Vasco, la pol¨ªtica es pertenencia al proyecto tribal del nacionalismo, y el c¨®digo fundamental de pertenencia ya ha sido fijado en el idioma. Aunque hay otros, hasta Oke se ha aprendido el c¨®digo-error de que hay que usar el t¨¦rmino Estado para referirse geogr¨¢ficamente a Espa?a.
Es lo ¨²nico que puede explicar que uno simule, por no s¨¦ que asunto social, crucificarse con un cartel en euskera en Vitoria. O que en mi localidad natal, en Sestao, donde el ¨²nico idioma com¨²n hist¨®ricamente conocido ha sido el espa?ol, desde que se invent¨® la tinta, a alguien se le ocurra portar un cartel (la pagina 7 de la edici¨®n del Pa¨ªs Vasco del domingo 9 de diciembre lo atestigua), que ponga kanpora gizaki gatazkakorrak firmado por la AAVV de Txabarri Garbi, traicion¨¢ndose con las siglas en espa?ol. Es probable que el buen hombre se haya sentido, en detrimento de lo que quer¨ªa exponer, m¨¢s realizado. Pero no me negaran que el asunto tiene su gracia, aunque no sea un buen chiste.Que el nuestro, el Pa¨ªs Vasco, es un pa¨ªs de paradojas, empieza a ser algo m¨¢s asumido que sufrido. S¨ªntoma evidente de cronificaci¨®n de la enfermedad. Lo cual podr¨ªamos aliviarlo con alguna que otra risa, o alg¨²n r¨¦cord en el Guiness. Somos probablemente el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde las pancartas reivindicativas van en un idioma diferente al idioma con el que charlan los que van en el cortejo. Puede darse en otras comunidades aut¨®nomas de Espa?a, aunque si el asunto es marineiro o marisqueiro, o del aigua, la coincidencia idiom¨¢tica se antoja tambi¨¦n algo mayor. Si es en el Pa¨ªs Vasco seguro que no. Doy fe: la ¨²ltima de Gamesa, tambi¨¦n.
Uno, que tiende de forma impenitente a estar a bien con la raz¨®n, se ha preguntado qu¨¦ motivos pueden llevar a utilizar los idiomas en los escritos y carteles p¨²blicos, donde s¨®lo se expresa informaci¨®n. Vamos, que requiere una informaci¨®n inmediata, primaria y funcional, no cultura.
Ya en una ocasi¨®n comprob¨¦ c¨®mo la 'liturgia idiom¨¢tica' hace perder el tiempo y el sentido com¨²n. Tras una clase sobre aplicaci¨®n de m¨¦todos de calidad empresarial impartida por el presidente de la Volvo (en ingl¨¦s, con traducci¨®n para el p¨²blico), el se?or Ardanza cerr¨® el acto. Mientras hablaba en euskera, el pobre sueco iba dando golpes al receptor cada vez con m¨¢s fuerza y m¨¢s nervios, porque no le llegaba la traducci¨®n. Al final, una voz en ingl¨¦s para el presidente de la Volvo y en espa?ol para el resto dijo: 'La intervenci¨®n del se?or Ardanza ser¨¢ luego le¨ªda en castellano y ya se la traduciremos'. El sueco que no sab¨ªa lo de la liturgia idiom¨¢tica se tranquiliz¨® y dej¨® de dar golpes. Ardanza continu¨® hablando para nadie unos minutos m¨¢s. Estoy seguro que la conclusi¨®n del presidente de Kontseilua y la m¨ªa son diferentes. Y sobre el concepto de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica y ser normales seguro que tambi¨¦n. Presupongo incluso que estas p¨¦rdidas de tiempo y desajuste funcional les parecer¨¢ razonables a algunos euskaltzales, aunque no sean nacionalistas. Que mis criterios sobre la funcionalidad idiom¨¢tica de comunicaci¨®n ser¨ªan contestados con el argumento de que tambi¨¦n se pierde el tiempo con otras cosas. Pues vale.
En la pasada legislatura se qued¨® en agenda tratar una proposici¨®n no de ley para instar que la consejer¨ªa de Transportes rotulase los carteles de se?alizaci¨®n de tr¨¢fico de acuerdo con las normas oficiales. Afortunadamente, me libr¨¦ de la posibilidad de ser motejado, una vez m¨¢s, de escandaloso. Reconozco que hay carteles exclusivos en euskera que prefiero que no me los l¨ªen para la vista, con una barra y otra graf¨ªa distinta en espa?ol. Por ejemplo, me parece simp¨¢tico cuando leo s¨®lo portua y dibujan seguido un barco. O cuando ponen aireportua y para no equivocarme me dibujan una avi¨®n. Pero claro, si me ponen bajando la autopista 'Peligro, piso deslizante con lluvia' s¨®lo en euskera, que seguro que ni el consejero de Transportes sabe la traducci¨®n, ya me dir¨¢n d¨®nde queda el servicio informativo que se le requiere, y supone, al luminoso en una autopista de circulaci¨®n general, cuando el 80% de la propia comunidad tampoco lo sabe. Pero el asunto es singularizarse, no informar.
Convencido estoy que un diagn¨®stico as¨¦ptico sobre el efecto buscado de informaci¨®n, en impresos, m¨¢s si son complejos, y carteles de tr¨¢fico, desaconsejar¨ªa el uso abusivo de las rotulaciones en dos idiomas cuando uno de ellos es com¨²n al 100%. Claro que en el Pa¨ªs Vasco no es eso lo m¨¢s preocupante; ya se encargan en muchas comarcas las brigadas idiom¨¢ticas del euskofascio de borrar las del idioma oficial com¨²n, que son las m¨¢s informativas, sobre todo para el visitante que lo necesita. Si usted forastero, va, por ejemplo, a Sopelana, y no sabe que hondartza es playa, tendr¨¢ que preguntar, salvo intuici¨®n orientativa de boy scout.
Pero, volviendo a las pancartas: Despidiorik ez, termika ez, lo ke sea ez. ?Podr¨¢ ser porque sin mayor reflexi¨®n se piensa que hay m¨¢s eficacia reividicativa en colocar 'en vern¨¢culo verbo' el motivo de la protesta o la demanda? Lo dudo. ?Ser¨¢ porque ponerlo as¨ª da m¨¢s fuerza argumental al asunto? No parece razonable. ?Ser¨¢ tal vez porque se intuye mejor su recepci¨®n por el destinatario de la protesta, si el destinatario es o depende de la Administraci¨®n vasca? Es posible. ?O ser¨¢, sobre todo, porque hay una concepci¨®n minusvalorada de lo que es la ciudadan¨ªa, que es participaci¨®n, y hay una concepci¨®n vaga, sutil, pero fuertemente interiorizada o adivinada que en el Pa¨ªs Vasco es la de afirmar pertenencia? Y si no se expone as¨ª, parece como si no se perteneciera. La broma de 'ser para decidir' tiene que ver algo con esto seguro.
Porque en el Pa¨ªs Vasco, la pol¨ªtica es pertenencia al proyecto tribal del nacionalismo, y el c¨®digo fundamental de pertenencia ya ha sido fijado en el idioma. Aunque hay otros, hasta Oke se ha aprendido el c¨®digo-error de que hay que usar el t¨¦rmino Estado para referirse geogr¨¢ficamente a Espa?a.
Es lo ¨²nico que puede explicar que uno simule, por no s¨¦ que asunto social, crucificarse con un cartel en euskera en Vitoria. O que en mi localidad natal, en Sestao, donde el ¨²nico idioma com¨²n hist¨®ricamente conocido ha sido el espa?ol, desde que se invent¨® la tinta, a alguien se le ocurra portar un cartel (la pagina 7 de la edici¨®n del Pa¨ªs Vasco del domingo 9 de diciembre lo atestigua), que ponga kanpora gizaki gatazkakorrak firmado por la AAVV de Txabarri Garbi, traicion¨¢ndose con las siglas en espa?ol. Es probable que el buen hombre se haya sentido, en detrimento de lo que quer¨ªa exponer, m¨¢s realizado. Pero no me negaran que el asunto tiene su gracia, aunque no sea un buen chiste.
Javier Elorrieta es escritor y ex parlamentario del PSE.
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