Transici¨®n hacia ninguna parte
Tan solo hace cuatro d¨ªas, como quien dice, que pespunt¨¢bamos sucesivos balances pol¨ªticos del a?o, el siglo e, incluso, del milenio, con la consiguiente coda de prospectivas para los pr¨®ximos. Ya estamos en las mismas y, como el lector puede intuir, hay que hilar fino para constatar cambios significativos a lo entonces dicho. En realidad, pocas parcelas del escenario p¨²blico han cambiado decisivamente a lo largo de estos meses en el marco auton¨®mico valenciano, si bien tal valoraci¨®n puede ser cuestionada por el partido que gobierna, a menudo enardecido por el desalentado reconocimiento p¨²blico de su gesti¨®n.
No obstante, debe constatarse que, por m¨¦ritos propios o compartidos con la oposici¨®n, hemos llegado a estas fechas sin la ruda crispaci¨®n que galvanizaba las relaciones partidarias hace tan s¨®lo unos meses y que nos remit¨ªa a estadios primarios de la pol¨ªtica. Todos han atenuado su tono y tal moderaci¨®n -al menos ret¨®rica- va a ser muy necesaria para que la vocingler¨ªa y los dicterios no impidan abordar con el rigor y serenidad debida algunos de los problemas sobrevenidos y otros pendientes en este ¨²ltimo recodo de la legislatura. Y ninguno m¨¢s apremiante que el econ¨®mico, con la tremenda hipoteca del endeudamiento de la Generalitat, la desaceleraci¨®n persistente de nuestras exportaciones y el cr¨®nico bald¨®n de la escasa inversi¨®n por habitante, lo que ha de menguar inevitablemente el habitual optimismo oficial acerca de nuestro futuro.
De la vieja agenda no podemos sino reiterar asuntos harto conocidos y no menos hartamente eludidos por la mayor¨ªa gobernante, persuadida quiz¨¢ de haber ocupado vitaliciamente el poder. Tales son, por ejemplo, la prometida ordenaci¨®n del territorio, cuyo proyecto de ley sigue atascado en no se sabe qu¨¦ meandros, o la reforma de RTVV, si bien dudamos que esta asignatura sea alg¨²n d¨ªa abordada por el actual Ejecutivo auton¨®mico, ya que para ello es condici¨®n previa ser sensible a sus muchos d¨¦ficit -no s¨®lo el presupuestario- y la muchachada popular, en cambio, se siente la mar de complacida con ese agujero negro. Nunca entender¨¦ qu¨¦ demonios les impide ver y colmar ese vac¨ªo democr¨¢tico.
Menos debatida y aireada es la corte de los milagros que desde esta presidencia o desde las cruj¨ªas madrile?as reparte la obra p¨²blica de la Comunidad, decant¨¢ndose descaradamente por unas u otras compa?¨ªas. Es un tal¨®n de Aquiles del que comienzan a manifestarse no pocas arbitrariedades, con la consabida secuela escandalosa. Verdad es que los damnificados no sueltan prenda, pero tal cautela o amedrentamiento no impiden que el propalado saneamiento de la vida p¨²blica haga aguas -torrenteras- por estas brechas. Tambi¨¦n aqu¨ª, como en el caso de TVV, se percibe un pasmoso consentimiento, o un mirar hacia otro lado, que pasar¨¢ factura en esta o en la pr¨®xima legislatura.
Escribimos sobre ep¨ªgrafes enmohecidos de tanto sobarlos, pero hay otros in¨¦ditos que revelan cierta falta de reflejos, precisamente en un hombre como el presidente Zaplana, tan vivaz en otras ocasiones. Dir¨ªase que ya est¨¢ instalado mentalmente en distintas latitudes y afanes. A esta n¨®mina de asuntos pertenece la desma?ada soluci¨®n al problema de los emigrantes, con esas aflictivas y tercermundistas colas ante la delegaci¨®n del Gobierno. ?Acaso la Generalitat no tiene nada que decir e incluso disponer? ?Hay que esperar a que la delegada, en un arrebato navide?o, opte por ampliar el servicio y las atenciones a los suplicantes?
Falta de reflejos, y muy reveladora, ha sido a nuestro entender el silencio oficial en punto al profesor Bernat Soria, director del Instituto de Bioingenier¨ªa de la Universidad de Elche, obligado a buscar refugio en el extranjero para continuar sus investigaciones sobre la curaci¨®n de la diabetes. Claro que decir una palabra en punto a este penoso disparate conllevaba plantar cara al talibanismo nacional-cat¨®lico que va invadiendo sin pausa ni recato todas las instancias del poder y condena experimentar en c¨¦lulas madre de seres humanos. Obviamente ning¨²n pol¨ªtico quiere topar con tan totalitaria fuerza, ni siquiera para romper una lanza por los miles de enfermos y por la misma ciencia ind¨ªgena. Jo, menudo regreso al medievo en un Estado laico que se dispone a presidir la Europa Unida y su Comit¨¦ de Regiones. Demasiado talib¨¢n anda suelto.
Feliz A?o.
EL AMIGO AMERICANO
S¨ª, ya se ha puesto en claro que en las clementinas hab¨ªa larvas vivas de mosca del Mediterr¨¢neo. Pero eran clementinas americanas, no las enviadas desde el Pa¨ªs Valenciano. El amigo americano, y concretamente sus lobbies con la connivencia de algunas autoridades yanquis y la benevolencia o necedad de otras espa?olas, nos la han jugado, y de qu¨¦ manera. Ahora habr¨¢ que restablecer los puentes con aquel mercado, si es que se dignan a brindarnos esa oportunidad que habr¨¢n de trabajarse diplom¨¢ticos y t¨¦cnicos. Mientras tanto, Madrid tendr¨¢ que ver el modo de enmendar las p¨¦rdidas econ¨®micas ocasionadas en este sector. Es la hora, otra, del poder valenciano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- V Legislatura Comunidad Valenciana
- Opini¨®n
- C¨ªtricos
- Producci¨®n agr¨ªcola
- Parlamentos auton¨®micos
- Generalitat Valenciana
- Frutas
- Productos agrarios
- Comunidad Valenciana
- Actividad legislativa
- Gobierno auton¨®mico
- Estados Unidos
- Econom¨ªa agraria
- Pol¨ªtica exterior
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Parlamento
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Agricultura
- Agroalimentaci¨®n
- Alimentos
- Finanzas
- Pol¨ªtica
- Espa?a
- Relaciones exteriores