?ngela Vallvey, premio Nadal 2002, niega ser la Bridget Jones espa?ola
En su novela entremezcla la ¨¦pica actual de la mujer con la iron¨ªa amable
?ngela Vallvey (Ciudad Real, 1964), flamante ganadora del Nadal, est¨¢ exultante el d¨ªa despu¨¦s de que Los estados carenciales consiguiera uno de los premios m¨¢s prestigiosos de la literatura espa?ola. Ha dormido poco, la marean de entrevista en entrevista pero a¨²n as¨ª se considera una privilegiada. 'Cuando repaso la lista de los premiados con el Nadal me doy cuenta de lo bien acompa?ada que estoy', comenta. 'Espero que esto sirva para que tenga m¨¢s lectores, porque, la verdad, la dotaci¨®n econ¨®mica ni sab¨ªa cuanto era'.
Hasta ahora, ?ngela Vallvey hab¨ªa publicado libros de poes¨ªa, varias novelas juveniles y un par de novelas sin etiquetas -A la caza del ¨²ltimo hombre salvaje- y V¨ªas de extinci¨®n, ambas en Salamandra- que hab¨ªan hecho que su nombre circulara como el de alguien a tener en cuenta. El Premio Nadal viene a refrendar su trayectoria, aunque se asusta ante la urgencia con que algunos medios han procedido a etiquetarla. '?Almodovariana, yo?', se sorprende. 'Eso son tonter¨ªas. Yo no creo que sea almodovariana para nada. De entrada, yo escribo y ¨¦l hace cine. Me gustan sus pel¨ªculas, pero mis novelas no tienen nada que ver con ¨¦l'. Cuando se le habla de otra posible etiqueta que alguien ha lanzado en el fragor de la batalla, la de Bridget Jones a la espa?ola, ?ngela Vallvey salta enseguida. 'No tengo nada que ver con Bridget Jones', asegura. 'Soy m¨¢s bien la anti Bridget Jones. Despu¨¦s de tanto feminismo, de tanta liberaci¨®n de la mujer, me revienta ver que en el tercer milenio las mujeres siguen detr¨¢s del mito victoriano de la caza del marido. Por eso escrib¨ª A la caza del ¨²ltimo hombre salvaje. La verdad es que no me explico el ¨¦xito de Bridget Jones, porque es algo del siglo XIX. Yo no tengo nada que ver con esto'.
Vallvey define Los estados carenciales como 'una especie de historia que tiene el referente de La odisea, que para m¨ª es un poema ¨¦pico que lo contiene todo. Mi novela est¨¢ elaborada con una mirada contempor¨¢nea y situada en Madrid, porque creo que pueden hacerse paralelismos actuales con las relaciones entre hombres y mujeres y el tema del abandono del hogar. Durante siglos las mujeres lucharon por conquistar el hogar, mientras que ahora suspiran por conquistar el abandono del hogar. En este sentido, la protagonista de mi libro no se queda en casa, como la Pen¨¦lope de La odisea'.
?ngela Vallvey ha querido tratar este tema con humor. 'Es que si reflexionas con humor, no suena a reflexi¨®n pedante', explica. 'En estos tiempos en que todo va tan de prisa, el humor es una p¨¢tina de generosidad que se agradece, pero tengo claro que hay que dosificarlo, que hay que encontrar el punto para no estropear el guiso'.
El t¨ªtulo de Los estados carenciales proviene, seg¨²n Vallvey, 'de un viejo anuncio que invitaba a tomar una aspirina para superar los estados carenciales. De todos modos, alguien me ha dicho hoy que parece que el anuncio no era de Aspirina, sino de Redox¨®n, pero prefiero no saberlo. En todo caso, creo que es bueno que los lectores vean mi libro como algo que puede ayudarles a superar esos estados. Al fin y al cabo, la literatura siempre es curativa, ya que hace que nos conozcamos mejor y nos vacuna contra la animalidad'.
?ngela Vallvey ha querido escribir una parodia de los libros de autoayuda, pero aclara que es 'una parodia amable'. 'Si los libros de autoayuda sirven a la gente me parece perfecto', afirma, 'pero yo satirizo porque tengo una tendencia sat¨ªrica y hago un paralelismo entre La Odisea y los libros de autoayuda'.
Aunque vive en Ginebra, donde trabaja su marido, ?ngela Vallvey viaja a menudo a Madrid y cada vez que lo hace se sorprende, seg¨²n dice, 'de la ¨¦poca hortera que se est¨¢ viviendo en Espa?a'. 'Es parecida a la que vivimos con el destape'. 'Cuando vienes de fuera, sorprende ver que las prioridades nacionales son los amor¨ªos y cotilleos de algunos', a?ade.
Tras reivindicar la poes¨ªa, 'que parece que ha quedado recluida a una especie de secta mas¨®nica', Vallvey reflexiona alrededor de la felicidad, que es el centro de Los estados carenciales. 'En el libro no doy recetas para ser feliz', aclara, 'pero hay en ¨¦l tres o cuatro cosas que he aprendido escribi¨¦ndolo. Por ejemplo, que la felicidad siempre est¨¢ dentro de uno. Se pueden aprender algunas cosas, pero es cada uno quien tiene la clave. Voltaire dec¨ªa: 'El dolor es real; evita el dolor'. Pues eso. Yo no he encontrado la piedra filosofal escribiendo esta novela, pero s¨ª que he aprendido algunas cosas'.
Novela con anarquistas
El finalista del Nadal, Jos¨¦ Luis de Juan, explicaba ayer que en Kaleidoscopio ha querido centrarse 'en el ambiente de una c¨¦lula anarquista en la Mallorca de los a?os veinte, pero sin hacer una novela hist¨®rica'. 'Me gusta situar mis novelas en el pasado', a?adi¨®, 'seguramente porque en la actualidad te sientes presionado por los acontecimientos. En mi novela aparece un anarquista catal¨¢n aficionado a la ciencia, que tiene un calidoscopio. De ah¨ª el t¨ªtulo. Por otra parte, est¨¢ el contrapunto de un personaje que manda cartas desde Marruecos, donde asiste al desastre de Annual. M¨¢s que documentaci¨®n hist¨®rica, sin embargo, en la novela hay invenci¨®n, aventura y reflexi¨®n. Lo de meterse en un per¨ªodo hist¨®rico y desmenuzarlo hasta el ¨²ltimo detalle no va conmigo. Para esto ya est¨¢n las hemerotecas'.
Babelia
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