Barcelona Design fabrica en EE UU circuitos anal¨®gicos
Mar Rodr¨ªguez fund¨® esta empresa de Silicon Valley
Se llama Barcelona Design; pero ni es de Barcelona ni se sedica al dise?o de camisetas como da a entender el logotipo de la empresa. Mar Rodr¨ªguez, que en realidad es Mar Hershenson, ha fundado en Sunnyvale, en el Silicon Valley californiano, una empresa dedicada a la fabricaci¨®n de circuitos anal¨®gicos para los chips.
'A primera vista puede parecer que los circuitos anal¨®gicos son el pasado, pero son el futuro', dice Mar Rodr¨ªguez de soltera, pero Hershenson desde que se cas¨® con un mozarr¨®n norteamericano.
Cuando era Rodr¨ªguez, Mar estudi¨® Industriales en la Universidad de Comillas de Madrid, de all¨ª emigr¨® a la Universidad de Stanford, en Palo Alto, para seguir un doctorado en circuitos anal¨®gicos.
Como se acostumbra en esa universidad, la pincharon a la espa?ola para que sus estudios tuvieran alguna aplicaci¨®n pr¨¢ctica. 'Hice un software para dise?ar circuitos electr¨®nicos, que sustitu¨ªa al dise?o manual. Vieron que iba bien y segu¨ª'.
De Stanford sali¨® con un embri¨®n de empresa bajo el brazo. Su tesis sobre circuitos electr¨®nicos se hab¨ªa convertido en un producto muy goloso para los grandes fabricantes de chips, desde Motorola a Intel.
Mar ten¨ªa 28 a?os, una edad en la que en Espa?a se puede seguir estudiando, pero en la que en Silicon Valley hay que ser millonario, en n¨²meros rojos o negros, pero millonario.
Mar fund¨® Barcelona Design en junio de 1999, y se llev¨® de socio a Stephen Boyd,uno de los dos profesores que le dirigieron sus estudios.
'No sab¨ªamos qu¨¦ nombre ponerle a la empresa', recuerda. 'Como yo era de Barcelona, le puse Barcelona Design. Iba a ser algo provisional, porque reconozco que el nombrecito choca, y m¨¢s en Silicon Valley y en ingl¨¦s. Ahora ya tenemos muchos clientes y somos conocidos con este nombre, as¨ª que hemos decidido dejarlo, que tampoco nos va nada mal'.
Adem¨¢s de impartir clases en Stanford, Mar Rodr¨ªguez, un terremoto ambulante, tiene ya reconocidas tres patentes, lo que en Estados Unidos es a¨²n m¨¢s dif¨ªcil que tener hijos. En los pr¨®ximos meses espera tres patentes m¨¢s y un beb¨¦.
'Tenemos el software que permite en un par de minutos hacer un circuito electr¨®nico anal¨®gico. Si no se hace con nuestro programa se tarda semanas. En un chip hay circuitos anal¨®gicos y circuitos digitales, pero a los dos hay que ponerlos a funcionar a la misma velocidad. Eso es lo dif¨ªcil. En el mundo s¨®lo hay dos mil personas que saben hacerlo'. Una de ellas naci¨® hace 30 a?os en Barcelona.
Mientras en el a?o 2000 el mercado del circuito digital exclusivo representaba el 87%, en 2005 ser¨¢ del 33%, seg¨²n la conultora Dataques. Con la proliferaci¨®n de aparatos personales, desde el port¨¢til al tel¨¦fono m¨®vil y su interconexi¨®n, cada vez son m¨¢s importantes los circuitos anal¨®gicos.
'La industria ser¨¢ digital, pero el mundo es real', dice Mar. 'Lo que conecta esos dos mundos son los los circuitos anal¨®gicos de los chips'. La parte anal¨®gica es el 20% del chip, pero el esfuerzo de fabricaci¨®n supone el 50%, y es la principal parte diferenciadora y competitiva (80%) del fabricante de chips.
En dos a?os, Barcelona Design ha pasado de 5 a 32 empleados. 'Hemos conseguido en la segunda ronda de financiaci¨®n 11 millones de euros y si todo sigue as¨ª en dos a?os saldremos a Bolsa'. Mar no quiere concretar qu¨¦ porcentaje accionarial de la empresa es suyo, aunque da una pista. 'El suficiente para dirigirla, por supuesto'.
Sin propon¨¦rselo, Barcelona Design es el aut¨¦ntico F¨°rum de les Cultures. Sus 32 empleados proceden de China, Taiw¨¢n, Austria, Sri Lanka, Chipre, India, Alemania, Samoa, Espa?a, Irak, Ir¨¢n, Estados Unidos, Brasil y Jap¨®n. 'No s¨¦ por qu¨¦, pero ha salido as¨ª', r¨ªe Mar Hershenson o Rodr¨ªguez. 'Aparte de circuitos, de costumbres y tradiciones, lo sabemos todo'.
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