M¨¢s Universidad y menos rector

Las elecciones a rector de la Universidad de Valencia son otra cosa o, al menos, deber¨ªan serlo. Se realizar¨¢n el pr¨®ximo 26 de febrero y el procedimiento ser¨¢ nuevo, para bien o para mal, bajo la Ley Org¨¢nica de Universidades. Son elecciones por sufragio universal ponderado, es decir, m¨¢s all¨¢ de la decisi¨®n de un claustro compuesto por unos centenares de personas, puesto que ahora abarca a una comunidad de casi setenta mil. Al margen de las elecciones auton¨®micas, es dif¨ªcil encontrar un ejemplo tan amplio y de repercusiones tan significativas como ¨¦ste. Ser¨ªa un error tratarlas a la antigua, como un asunto interno que s¨®lo afecta a los de siempre, a unos cuantos grupos de presi¨®n y poco m¨¢s.

Es dif¨ªcil pensar que este nuevo proceso pueda mejorar o solucionar los problemas b¨¢sicos de nuestras universidades, el deterioro constante de la ense?anza y de la investigaci¨®n, pero al menos deber¨ªa ventilar el edificio. Hasta ahora s¨®lo era visible la fachada, siempre retocada y presentada con vistosos colores, pero casi nunca aparec¨ªan ante la opini¨®n p¨²blica las miserias y lacras de sus pasillos internos. Resulta enojoso dar clase en la Facultad de Psicolog¨ªa mientras se sostiene con una mano el proyector roto de transparencias y evitas con la pierna que se tambalee, como si fueras Elvis Presley imitando a Forrest Gump. Tampoco es divertido recibir alumnos en el despacho y observar que salen con la ropa manchada de amarillo, porque el tejido de los sillones desti?e. An¨¦cdotas aisladas, sin duda, y poco significativas en un plano general. Pero esperen a saber c¨®mo se realizan las evaluaciones del profesorado, la utilizaci¨®n que se hace de ellas, las aulas vac¨ªas, los horarios incompatibles, las dificultades para acceder a un libro, el empleo de tarjetas bancarias para usos acad¨¦micos, m¨¢s un largo etc¨¦tera, y entonces dejar¨¢n de ser an¨¦cdotas para convertirse en diagn¨®stico.

Las pr¨®ximas elecciones no deben limitarse a optar entre dos o tres candidatos en funci¨®n de un papel con el programa electoral. El proceso ahora es m¨¢s amplio y plural, incide sobre un sector mucho m¨¢s extenso de la sociedad y obliga a una atenci¨®n especial por parte de los medios de comunicaci¨®n. Es necesario divulgar cu¨¢nto se gasta y en qu¨¦ partidas, qu¨¦ actividad real tiene el Tribunal de Greuges, cu¨¢ntos y qu¨¦ tipo de conflictos se atendieron a trav¨¦s de la asesor¨ªa jur¨ªdica, tribunales y comisiones universitarias. Tampoco estar¨ªa mal realizar encuestas de opini¨®n, encargadas a empresas independientes, sobre la satisfacci¨®n en el trabajo de profesores, alumnos y profesionales empleados en la instituci¨®n. En definitiva, que importa poco qui¨¦n es y la idea de universidad que tiene un candidato, pero interesa mucho saber lo que opinan los universitarios y la sociedad valenciana en general. Hay que prestar m¨¢s atenci¨®n a la universidad que a los candidatos, porque aqu¨ª no hay sucesores. Supongo.

La universidad est¨¢ en elecciones. Bienvenidas sean. Tenemos un mes y pico para an¨¢lisis y para opinar por todos los medios. Y toda una campa?a electoral. Pero no olvidemos qui¨¦n es el protagonista y qui¨¦n el actor secundario, es decir, no confundamos a Elvis Presley con Forrest Gump.