Helena Pimenta une belleza y horror en 'La dama boba'

Helena Pimenta dej¨® de ser hace tiempo un eterno joven valor para convertirse en una consolidada directora esc¨¦nica. Al frente de su compa?¨ªa Ur Teatro o aceptando encargos de prestigiados centros de producci¨®n, como el que le ha hecho la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico para poner en escena La dama boba, de Lope de Vega. En versi¨®n de Juan Mayorga, otro joven y solvente autor, el montaje se estrenar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 16 en el teatro de la Comedia, de Madrid. Pimenta asegura que su visi¨®n de la obra une belleza y horror.

La persiguen los textos cl¨¢sicos, algo que ella reconoce, pero no evita. De hecho se la considera una especialista en actualizar a Shakespeare despu¨¦s de abordar varios espect¨¢culos sobre el autor ingl¨¦s con su compa?¨ªa Ur Teatro, que fund¨® en el Pa¨ªs Vasco en 1987 y con la que recibi¨®, entre otros numerosos galardones, el Premio Nacional de Teatro 1993.

No obstante, su ¨²ltimo proyecto ha sido una puesta en escena de Sigue la tormenta, de Enzo Cormann, joven y desgarrador autor franc¨¦s. 'Acept¨¦ de buena gana la propuesta de Jos¨¦ Luis Alonso de Santos [director de la CNTC], entre otras cosas por hacer algo m¨¢s alegre, pero hubo un momento de coincidencia entre estos dos ¨²ltimos trabajos y la cabeza se me rompi¨® bastante'. Se queda pensativa volviendo hacia su interior su escudri?adora mirada y dice convencida: 'En Cormann se fusionaba el horror y la belleza, pero veo que en La dama boba, obra a la que muchos s¨®lo consideran un divertimento, tambi¨¦n hay un componente de horror y belleza'.

Ella ya ha lanzado cu¨¢l es el enfoque que ha dado al montaje: 'Una mujer no puede esquivar el trasunto que hay en este texto, que no es s¨®lo un juguete, porque en ¨¦l se ve c¨®mo la mujer tiene que ir adapt¨¢ndose a la vida, renunciando a muchas cosas, manteniendo una lucha constante consigo misma..., se puede pensar que es algo at¨¢vico, pero como mujer creo que el problema est¨¢ ah¨ª, no ha desaparecido'.

Las apariencias

Aunque el t¨ªtulo de la obra ya lo dice todo, y Lope de Vega muestra en esta obra, una vez m¨¢s, su disposici¨®n a conseguir que nos riamos de hechos graves, la directora afirma: 'Un personaje que en el primer acto es boba y en el tercero inteligente, nos muestra un recorrido que no es f¨¢cil. De ah¨ª que mi lectura consista en articular el mundo de las apariencias con el de los sentimientos'.

Pimenta no oculta que el texto se ha convertido en sus manos en una historia de mujeres, de recorrido del mundo femenino: 'No olvido que es una comedia, pero tambi¨¦n es cierto que no creo en los estilos puros y una propuesta esc¨¦nica actual debe nutrirse de todo, de ah¨ª que no pueda ignorar esa especie de amargura que observo subyace en el destino de Finea, la protagonista, ese estar marcada por lo que los dem¨¢s han decidido que sea..., en nuestro montaje ella tiene ternura y conmueve el dolor que ella puede sufrir'.

La directora ha contado con un buen aliado en Juan Mayorga, quien tambi¨¦n ha observado el texto desde una ¨®ptica similar: 'Es l¨®gico, tenemos que hacer el viaje en com¨²n ellos y nosotras, estamos condenados a entendernos..., los actores tambi¨¦n han entendido muy bien esa propuesta'. En el montaje intervienen, entre los 18 actores del montaje, Jordi Dauder, Isabel Ordaz, Maruchi Le¨®n, Gabriel Garbisu y Jos¨¦ Luis Santos.

El espacio esc¨¦nico se ha planteado como una met¨¢fora puesta al servicio del texto: 'Es como una gran cuaderno en el que fabular, aunque tambi¨¦n es un jard¨ªn y una casa, y recoge aquello de lo que habla Lope, que es muy filos¨®fico..., el alma, el pensamiento'.

A la directora (licenciada en Filolog¨ªa Inglesa y Francesa por la Universidad de Salamanca) y al autor de la versi¨®n (doctor en Filosof¨ªa por la UNED y en Matem¨¢ticas por la UAM) se les puede ver por alg¨²n parque madrile?os discutiendo aspectos de la obra mientras pasean a Sacha, hijo de Pimenta, y a Miguel, hijo de Mayorga. Pimenta destaca que en esta obra han logrado una respiraci¨®n com¨²n: 'Mi huella ser¨ªa la de atar cabos y provocar el encuentro entre universos de distintos creadores'.