Tambascio monta una versi¨®n sin tapujos de 'Las alegres comadres'

El texto original de Las alegres comadres de Windsor, obra de William Shakespeare, 'es verde a ratos, muy de revista y a la gente le hace mucha gracia', afirma el actor Francisco Maestre. ?l, convertido en sir John Falstaff, protagoniza esta versi¨®n sin tapujos -como se escenificaba en Espa?a- de Gustavo Tambascio. El espect¨¢culo estar¨¢ del 22 de enero al 10 de febrero en el teatro Infanta Isabel de Madrid, aunque ma?ana y pasado podr¨¢ verse en el teatro Cervantes de M¨¢laga. La compa?¨ªa tiene programadas funciones al menos hasta junio.

'Se dicen barbaridades porque est¨¢ escrito as¨ª. A muchos les sorprende, porque no es como nos lo han ense?ado a leer, que es un poco pacatito', se?ala Maestre, que seguir¨¢ representando El cerdo. 'Hay desnudos, pero luego todo es muy blanco, y la gente no se puede asustar'. 'Es una interpretaci¨®n con toda la virulencia del siglo. No con el barniz moralizante del siglo XIX', prosigue Tambascio. La obra, que pas¨® con gran ¨¦xito por el Festival de Almagro y por los Veranos de la Villa de Madrid, es la ¨²nica de Shakespeare ¨ªntegramente en prosa.

'Una comedia ciudadana en la que aparece la burgues¨ªa y que rebosa humor', a?ade el director, que est¨¢ 'muy satisfecho' de contar con casi toda la compa?¨ªa en esta reposici¨®n. Entre los 22 actores destacan Helena Due?as, Emilio Gavira, Trinidad Iglesias, Jorge Merino, Francisco Vidal, Jos¨¦ Truchado, Francisco Vidal, Mamen Garc¨ªa y Francisco Paredes.

Cuenta la tradici¨®n que Las alegres comadres de Windsor fue un encargo de la reina Isabel I de Inglaterra, que deseaba ver a Falstaff, el excesivo protagonista de Enrique IV, en un lance amoroso. 'Representa a la aristocracia decadente, pero tambi¨¦n es un pobre hombre y un ser maravilloso. Por eso, el p¨²blico le ador¨® tanto que Shakespeare tuvo que revivirlo, porque hab¨ªa muerto en Enrique V', afirma Maestre. 'Vive de nada, pensando en a qui¨¦n enga?ar cada semana. Y as¨ª es su vida, ligando con todas'.

La escenograf¨ªa, 'en dos plantas que recuerdan al teatro del siglo XVII y al isabelino', cuenta el director, se ha tenido que agrandar porque estaba pensada para 'la intimidad del corral de comedias de Almagro'. La m¨²sica, que tocan parte de los actores y que todos ellos cantan, tiene una importancia fundamental. 'Se ha respetado la de la ¨¦poca, salvo un madrigal compuesto en el mismo estilo por Alicia L¨¢zaro'.