?A qu¨¦ atenerse?

Kluivert, s¨ª; Coloccini, no. Romero, s¨ª; Rivaldo, no. Mono Burgos, s¨ª; Hierro, no. Las decisiones del Comit¨¦ de Competici¨®n, ampar¨¢ndose en la existencia del v¨ªdeo de una acci¨®n no castigada por el ¨¢rbitro sobre el c¨¦sped, parecen llevadas por el azar, como si las adoptara deshojando una margarita.

Hace dos a?os, Competici¨®n, actuando de oficio y en funci¨®n de unas im¨¢genes grabadas, sancion¨® a Kluivert con cinco partidos. Poco antes ya hab¨ªa suspendido por doce a Mono Burgos, entonces portero del Mallorca, por una agresi¨®n a Serrano, delantero del Espanyol. Y esta misma semana ha castigado al uruguayo Romero, del M¨¢laga, con cuatro -Disciplina Deportiva le ha levantado cautelarmente la sanci¨®n y hoy podr¨¢ jugar contra el Madrid- por un golpe que propin¨® al defensa argentino Ayala, del Valencia, sin que el colegiado lo viera.

Esta ¨²ltima puede haber sido la gota que haga rebosar el vaso de la paciencia de los futbolistas y de los clubes, desorientados por el criterio que utilizan los miembros de Competici¨®n, que han actuado de oficio y decidido sancionar en esos casos y no en otros de caracter¨ªsticas similares.

Tambi¨¦n entraron en materia con motivo del sopapo que Rivaldo propin¨® a Lacruz en el ¨²ltimo Bar?a-Athletic y, sin embargo, dejaron sin pena al delantero brasile?o, de la misma manera que qued¨® impune Coloccini tras haber lesionado de manera intencionada al sevillista Gallardo seg¨²n pudo comprobarse en las im¨¢genes televisivas. Y justamente la semana pasada se disput¨® un Madrid-Valencia en el que se produjeron varias acciones violentas que el ¨¢rbitro no castig¨®, algunas de ellas protagonizadas por Hierro, un jugador al que desde algunos clubes se acusa de gozar de bula arbitral.

Despu¨¦s de conocer la sanci¨®n que se le impuso a Romero, el tambi¨¦n sevillista Mois¨¦s, indignado, hizo un llamamiento al colectivo de jugadores: 'Esto es un cachondeo', afirm¨®; 'deber¨ªamos plantarnos para que se nos valore a todos por igual y haya m¨¢s seriedad, pues hay agresiones parecidas que no se han sancionado de la misma forma. Tenemos que forzar una reuni¨®n contra estos agravios y tomar una decisi¨®n colectiva'.

No fue la ¨²nica voz que sali¨® en defensa de Romero. Desde clubes tan rivales como el Barcelona o el Madrid se expresaron opiniones semejantes. El entrenador azulgrana, Carles Rexach, manifest¨®: 'Si a Rivaldo no le sancionaron, no tendr¨ªan que haberlo hecho con Romero'. El defensa madridista Salgado refrend¨®: 'Es injusto que, viendo el v¨ªdeo, se le pongan cuatro partidos a Romero y a otros jugadores ninguno. Espero que el Comit¨¦ rectifique'.

Antonio Mendoza, director general del M¨¢laga, pidi¨® algo que parece de caj¨®n: 'Uniformidad de criterios, algo que ahora no hay'. El presidente del club malague?o, Seraf¨ªn Rold¨¢n, se refiri¨®, como suele suceder en el caso de todos los clubes perjudicados, al agravio comparativo: 'En el estadio Bernab¨¦u, Romero recibi¨® un codazo de Zidane que no fue castigado'.

Precisamente acaba de empezar a aplicarse en Italia, te¨®ricamente, el telearbitraje, es decir la posibilidad de que los ¨¢rbitros, tras ver las im¨¢genes de los partidos, puedan redactar alg¨²n anexo a sus actas. Ning¨²n jugador fue sancionado en base a esta nueva modalidad a pesar de que las c¨¢maras recogieron una agresi¨®n de Contra, ex jugador del Alav¨¦s y ahora en el Milan, a Toni, del Brescia.