Jard¨ªn mediterr¨¢neo

Veinticinco a?os en la pla?a del Rei. Un cuarto de siglo de recitales en los veranos del barrio g¨®tico de Barcelona trasladados por una noche de invierno a un auditorio de Madrid. Hac¨ªa demasiado tiempo que no se ve¨ªa a Maria del Mar Bonet en condiciones tan lujosas. Su reci¨¦n estrenada relaci¨®n con una nueva discogr¨¢fica, en la que acaba de publicar el disco en directo Raixa, deber¨ªa darle un impulso a una de las trayectorias musicales m¨¢s serias y coherentes de la Pen¨ªnsula (y las islas).

Cant¨® el disco de cabo a rabo. Todas las canciones -18- y en el mismo orden. Desde Madona de sa cabana, tema popular de Mallorca, a capella, hasta La jota marinera final que ella canta casi desde que era una adolescente.

Faltaba la magia de las piedras de la plaza barcelonesa y las campanas de la catedral, compensada ¨²nicamente por el brillo de la m¨²sica en vivo.

La mallorquina tradujo alguno de los poemas al castellano. Y es que en sus canciones trae la l¨ªrica de sus Baleares, la de Rossell¨®-P¨°rcel o Alcover. Con ella estuvieron Joan Valent y los 10 miembros del Ars Ensemble. Su sonido se inspira por igual en las orquestas egipcias que en la m¨²sica cl¨¢sica europea, y las orquestaciones de Valent le dan otra dimensi¨®n a las canciones.

Sin sobresaltos

No faltaron esas tonadas de campo en las que la voz de Maria del Mar Bonet resulta incomparable. Un paseo sin sobresaltos por un jard¨ªn del Mediterr¨¢neo. Cal¨¦ndula, cardo, zumillo, amapola, retama, hinojo... del Cam¨ª florit, cuando nos record¨® que Pl¨¢ dec¨ªa que tambi¨¦n las huertas son jardines.

Hay pa¨ªses donde un artista que lleva m¨¢s de treinta a?os de trabajo y ha producido, entre otras cosas, canciones como Qu¨¨ volen aquesta gent? o Merc¨¨ y discos como el de la portada de Mir¨® (1974), Alenar (1977) o Anells d'Aigua (1985), se habr¨ªa ganado para siempre el respeto de sus agradecidos conciudadanos.

Por aqu¨ª es tarea de titanes continuar existiendo.