Se¨ªsmo en las 'telecos' marroqu¨ªes

Mustaba Terrab ha tirado la toalla y con su dimisi¨®n el presidente del ¨®rgano independiente regulador de las telecomunicaciones en Marruecos (ANRT) hace a?icos el escaparate de la liberalizaci¨®n econ¨®mica del reino alau¨ª: La apertura del mercado de las telecos. Impulsada en 1999 con la concesi¨®n de una segunda licencia de m¨®viles a Meditel, un consorcio encabezado por Telef¨®nica, la apertura hab¨ªa proporcionado ping¨¹es ingresos al Estado y era adem¨¢s el principal aguij¨®n de la aletargada econom¨ªa marroqu¨ª.

'La ANRT no formar¨¢ parte de la conspiraci¨®n del silencio contra la violaci¨®n de la libre competencia en el sector de las comunicaciones'. Terrab, de 46 a?os, diplomado del famoso Massachusetts Institute of Technology, empez¨® a levantar la voz a principios del verano y acab¨® anunciando su renuncia el 11 de enero. Es la primera vez en la historia de Marruecos que dimite un alto cargo nombrado por decreto por el rey a quien deber¨¢ ahora presentar su renuncia. Est¨¢ por ver si acepta.

Las primeras protestas p¨²blicas de Terrab fueron en defensa de Meditel, v¨ªctima de la competencia desleal de su rival Maroc Telecom, una empresa mayoritariamente p¨²blica pero participada en un 35% por la francesa Vivendi. ?sta cuenta con 3,7 millones de clientes de m¨®viles, frente a los 1,5 millones de Meditel, y posee el monopolio de la telefon¨ªa fija con 1,19 millones de l¨ªneas.

Maroc Telecom ofreci¨®, por ejemplo, en primavera descuentos del 10% en las llamadas de tel¨¦fonos fijos a sus m¨®viles y Terrab le pidi¨® que ampliase la rebaja a los clientes de Meditel, a lo que se neg¨®. La compa?¨ªa p¨²blica acab¨® cancelando el ofrecimiento. El regulador escribi¨® varias cartas al primer ministro, Abderraman Yussufi, pidi¨¦ndole que sancionase a Maroc Telecom pero no recibi¨® ninguna respuesta.

'La par¨¢lisis del Gobierno y su falta de valent¨ªa para poner fin a estas pr¨¢cticas da?an la credibilidad de Marruecos en el extranjero', se lamentaba Terrab. 'Nuestro competidor', se quej¨® Ram¨®n Enciso, consejero-delegado de Meditel, 'no respeta las reglas de la libre competencia y goza de una absoluta impunidad, lo que no sienta un buen precedente para el futuro'.

La inacci¨®n de Yussufi se explica, en buena medida, porque uno de los miembros de su Gobierno, Nacer Hajji, encargado de aplicar las sanciones a Maroc Telecom en tanto que secretario de Estado de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n, forma tambi¨¦n parte del consejo de direcci¨®n de la empresa a la que deber¨ªa castigar.

Hajji es tambi¨¦n el art¨ªfice de una enmienda a la ley de telecomunicaciones que hubiese recortado la autonom¨ªa de la ANRT. 'Es evidente que el clima de incertidumbre jur¨ªdica e institucional que parece existir hoy en d¨ªa no contribuye a tranquilizar a los inversores potenciales', reza una misiva enviada en noviembre a Yussufi por el Banco Mundial y desvelada por el semanario Le Journal.

Las modificaciones legislativas impulsadas por Hajji no mermar¨¢n finalmente las prerrogativas del ¨®rgano regulador. Pero otras iniciativas del Gobierno han acabado de 'quebrar la confianza', seg¨²n Terrab, entre el Ejecutivo y la ANRT.

Prevista para este a?o, la apertura a la competencia de la telefon¨ªa fija, que interesa a Meditel, se retrasar¨¢ para, seg¨²n se sospecha, poder vender a Vivendi en mejores condiciones un 20% m¨¢s de Maroc Telecom. Yussufi ha ordenado adem¨¢s la apertura de una investigaci¨®n sobre la filtraci¨®n a la prensa de la carta del Banco Mundial que atribuye en privado a Terrab. Ha sido la gota de agua que ha hecho desbordar al vaso y provocado la dimisi¨®n.