S¨ªntesis socialista

El Partido Socialista de Euskadi dio el viernes un paso decisivo para superar la crisis abierta por la dimisi¨®n de su secretario general, Nicol¨¢s Redondo. Ram¨®n J¨¢uregui, presidente de la gestora que lo dirige hasta la celebraci¨®n del congreso extraordinario del que saldr¨¢ la nueva direcci¨®n, acompa?ado de los secretarios de las tres organizaciones territoriales, present¨® el documento que servir¨¢ de base de discusi¨®n congresual y zanj¨® el falso debate pol¨ªtico suscitado por la dimisi¨®n. No habr¨¢ pacto con el PNV mientras siga en la actual senda soberanista y rupturista, pero tampoco se seguir¨¢ la l¨ªnea de frente antinacionalista con el PP a la espera de una cita electoral el a?o 2005.

J¨¢uregui ha obtenido por el momento una s¨ªntesis que se hab¨ªa revelado imposible para Redondo. Sin espacio pol¨ªtico para moverse, y en coherencia con su compromiso en favor de la unidad de su partido, Redondo anunci¨® ayer que no se presentar¨¢ al congreso como candidato a secretario general. Nadie puede negarle al ex secretario general el valor c¨ªvico y pol¨ªtico de dirigir el partido en condiciones extremadamente adversas, en medio de una ofensiva terrorista que se ensa?¨® con el PP y con su partido, y que termin¨® con la vida de dos personalidades socialistas como Fernando Buesa y Juan Mar¨ªa J¨¢uregui. Pero Redondo no fue capaz de dar al PSE un perfil propio ni de cohesionar las distintas sensibilidades y tendencias y ha ofrecido, adem¨¢s, un flanco de enorme debilidad a las manipulaciones exteriores. El secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se ha sentido en la obligaci¨®n de hacer una apelaci¨®n a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar para que no se inmiscuya en el congreso socialista vasco, al igual que hizo ya Ram¨®n J¨¢uregui justo despu¨¦s de aceptar la presidencia de la gestora provisional: 'Urge recuperar personalidad, criterio y opini¨®n propia, y esto es lo que tienen que dictar los militantes socialistas, no los grupos medi¨¢ticos afines al Gobierno ni cualquiera que se diga amigo nuestro'.

El documento de J¨¢uregui tiene todos los elementos necesarios para que la s¨ªntesis y el consenso se produzcan en el congreso y se apoya en la tradici¨®n, la historia, las ideas y la posici¨®n pol¨ªtica del socialismo vasco como fundamento para una alternativa transversal y central. 'S¨®lo el PSE-EE puede pactar con todos, mientras se acrecientan las razones para que PP y PNV no pacten nunca nada'. Levantar¨¢, sin duda, desacuerdos leg¨ªtimos sobre el balance de los gobiernos de coalici¨®n con el PNV, el an¨¢lisis de los resultados electorales o las causas de la ruptura del Pacto de Ajuria Enea. Todo ello debe resolverse en el congreso, porque no afecta a lo fundamental: que el PSE reivindica toda su historia y su posici¨®n propia, y que hoy por hoy es imposible pactar con el nacionalismo vasco en su actual deriva soberanista. Al socialismo vasco le corresponde ahora acertar en su congreso con la elecci¨®n de un secretario general capaz de aglutinar al partido.

El cambio de liderazgo en el PSE tendr¨¢, l¨®gicamente, m¨²ltiples implicaciones. De momento, la salida de Redondo transmite un mensaje conciliador hacia el nacionalismo, cuyos efectos no podr¨¢n dejar de manifestarse. Pero el PNV no puede interpretarlo en clave de una victoria, sino como un signo de di¨¢logo democr¨¢tico que debe aprovechar. Y el PP no debe utilizarlo sectariamente para interferir en la pol¨ªtica de la oposici¨®n. El mantenimiento y la consolidaci¨®n de la unidad democr¨¢tica frente al terrorismo y el funcionamiento del propio pacto antiterrorista as¨ª lo aconsejan.