Barry Gifford vuelve a su infancia cansado de escribir sobre el presente enloquecido
El autor de EE UU abre con 'Wyoming' la etapa espa?ola de la editorial argentina Emec¨¦
'Llevaba 10 a?os escribiendo libros duros sobre la vida enloquecida de gente muy extra?a, tratando de reflejar mis impresiones de lo que es Am¨¦rica ahora mismo, y necesitaba un descanso. Ya veremos cu¨¢nto dura'. ?sa es la explicaci¨®n de Barry Gifford (Chicago, 1946) a su nuevo libro, Wyoming, un tierno di¨¢logo de 200 p¨¢ginas entre una madre y un hijo que viajan en coche por el sur y el centro de EE UU en los a?os cuarenta. La novela, que huye del modelo de Coraz¨®n salvaje, inaugura la era espa?ola de la editorial argentina Emec¨¦, hoy propiedad de Planeta.
Gonzalo Su¨¢rez, escritor y cineasta como Gifford, habl¨® ayer de la novela como 'un libro muy peculiar que tiene una gran concentraci¨®n, una gran energ¨ªa y un gran poder de sugesti¨®n'.
La descripci¨®n encaja muy bien con Wyoming y con su autor, este Gifford de pelo cano que pide perd¨®n por su 'espa?ol pobre' y luego habla sin parar.
Wyoming, explica, es un estado de ¨¢nimo, una met¨¢fora-refugio, una 'noci¨®n budista'. Seg¨²n Roy, el inteligente e imaginativo protagonista de nueve a?os (tan precoz como los ni?os de Salinger), 'es un lugar en el que se puede tener perro'. Su madre lo define as¨ª: 'Todos necesitamos un Wyoming'.
Wyoming es, quiz¨¢, la literatura, y Roy es, en parte, Gifford de ni?o, seg¨²n admite ¨¦ste a la primera: 'Es la ficci¨®n m¨¢s autobiogr¨¢fica que he escrito. Mi madre y yo viaj¨¢bamos en aquella ¨¦poca por los mismos sitios. Y habl¨¢bamos mucho. Pero la intenci¨®n era hacer una historia tierna, escrita s¨®lo con di¨¢logos, sin descripciones, y que reflejara una parte de mi historia y de la vida en Estados Unidos en los a?os cuarenta. En cierto modo, es una novela hist¨®rica, porque intenta recrear el lenguaje de esos a?os, que ha desaparecido. Hoy, a los j¨®venes no les importa un carajo el idioma, incluso creen que lo que mola es hablar mal'.
Gifford tuvo una infancia singular: su padre, al que dedic¨® el libro de memorias El padre fantasma, era g¨¢nster de profesi¨®n. 'Muri¨® cuando yo ten¨ªa 12 a?os, y hablaba siempre en argot'. Eso supuso que Gifford nunca tuvo domicilio fijo ('mi colegio fue la calle'), que empez¨® a escribir 'a los once a?os' y que no fue a la universidad.
Wyoming lo refleja, de un modo u otro: madre e hijo viajan de ac¨¢ para all¨¢ sin rumbo aparente, duermen en hoteles o en moteles (de los cuales lo saben casi todo), citan los lugares clave de la mafia de aquellos tiempos (Florida, Chicago, La Habana, Las Vegas...), y, de vez en cuando, hablan del padre invisible, 'un tipo duro que hace las cosas a su estilo pero sabe distinguir que honradez se escribe con hache'.
De lo que no se habla es de los divorcios sucesivos de su madre. Gifford: 'Se cas¨® cinco veces, y pas¨¦ muchas temporadas sin verla, como a mi padre, que siempre estaba en viaje de negocios. Por eso situ¨¦ la novela en un coche: era una forma de forzarles a hablar. En cierto sentido, la novela no es nada realista, lo cual a veces nos acerca m¨¢s a la verdad. La madre es en parte inventada, y no creo que yo fuera un ni?o tan inteligente'.
Gifford presentar¨¢ Wyoming hoy, a las 19.30, en el C¨ªrculo de Bellas Artes. Adem¨¢s, se pasar¨¢ el documental Barry Gifford, Wild at heart in New Orleans, de Francesco Conversano y Nene Grignaffini.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.