'No aceptamos a ning¨²n otro presidente'

Ham¨¢s ha cerrado sus filas en torno al presidente Yasir Arafat. Hasan Yosef, de 47 a?os, responsable del Movimiento de la Resistencia Isl¨¢mica, Ham¨¢s, en Cisjordania afirm¨® ayer la decisi¨®n de su organizaci¨®n de defender a ultranza a Arafat, oponi¨¦ndose a todas las maniobras orquestadas por el Gobierno de Israel para derrocar al presidente palestino, expulsarle o buscarle un sustituto.

'No aceptaremos otro presidente que no sea Arafat', anunci¨® de forma solemne Hasan Yosef, parapetado en su singular despacho, una falsa empresa de componentes el¨¦ctricos, situada en el tercer piso de un inmueble comercial del centro de Ramala, a poco menos de 500 metros de donde se encuentra desde hace un mes confinado y bajo arresto domiciliario el m¨¢ximo responsable de la Autoridad Palestina.

La declaraci¨®n de lealtad de Ham¨¢s hacia Yasir Arafat llega en un momento especialmente cr¨ªtico de las relaciones entre israel¨ªes y palestinos; los canales de di¨¢logo se encuentran m¨¢s obstruidos que nunca y el primer ministro Ariel Sharon se halla abocado a una operaci¨®n de desprestigio constante de Arafat, en un esfuerzo por reemplazarlo y buscar entre la clase pol¨ªtica 'enemiga' un relevo m¨¢s 'c¨®modo' y 'd¨²ctil'.

'Rechazamos cualquier alternativa a Arafat que puedan impulsar los israel¨ªes. Apoyaremos a Arafat hasta que consigamos el fin de la ocupaci¨®n de nuestras tierras y la convocatoria de unas nuevas elecciones libres, a las que no descartamos que se pueda presentar ¨¦l mismo', insiste Hasan Yosef en su defensa obstinada del presidente, como si tratara de olvidarse de que su organizaci¨®n lidera desde hace varios a?os el frente opositor a Arafat.

Pero a pesar de esta confesi¨®n de fidelidad puntual e inesperada hacia Arafat, el dirigente isl¨¢mico reconoce que Ham¨¢s disiente de algunas de las decisiones m¨¢s importantes adoptadas por el presidente en los ¨²ltimos tiempos, lo que incluye su total y absoluto desacuerdo con respecto a la orden de alto el fuego, decretada hace cinco meses y reiterada de manera en¨¦rgica desde la presidencia a mediados del pasado mes de diciembre.

'Nuestra declaraci¨®n de guerra total contra Israel, anunciada el martes por la direcci¨®n de nuestra organizaci¨®n en Gaza, es clara y contundente. No daremos marcha atr¨¢s. Es la ¨²nica salida que nos queda; el derecho a resistir. Durante tres semanas hemos mantenido y respetado una tregua y ellos, los israel¨ªes, han matado a 25 personas y herido a m¨¢s de 500. ?Qu¨¦ otra cosa podemos hacer, despu¨¦s del asesinato a sangre fr¨ªa de cuatro de nuestros militantes en Nablus? La ocupaci¨®n est¨¢ provocando una guerra y Ham¨¢s y los palestinos tienen derecho a utilizar todos los medios para defenderse', a?ade Yosef.

La declaraci¨®n de 'guerra total contra Israel' supone para este l¨ªder de Ham¨¢s la reactivaci¨®n de las bombas humanas y de los comandos suicidas, como Said Ibrahimi, que tirote¨® el pasado martes a la multitud en el centro de Jerusal¨¦n, provocando m¨¢s de 40 heridos, dos de los cuales -dos mujeres- murieron ayer en un hospital, despu¨¦s de que los cirujanos trataran desesperadamente de salvarles las vidas.

'Le hago desde aqu¨ª una propuesta a Ariel Sharon; si dejan de atacar y asesinar a nuestras mujeres y a nuestros ni?os, nosotros haremos lo mismo. S¨®lo dispararemos contra los soldados o los colonos. Pero a¨²n le dir¨¦ m¨¢s: si Israel saca a los soldados de nuestros territorios y nos dejan de agredir, Ham¨¢s y todas las fuerzas palestinas no tocar¨¢n ni un solo israel¨ª', afirma el l¨ªder fundamentalista. Hasan Yosef acoge con una sonrisa su propia propuesta, reconociendo de esta manera que se trata de una invitaci¨®n irreal y demag¨®gica, una travesura pol¨ªtica. Es consciente que por ahora no hay otra realidad que la de la confrontaci¨®n, as¨ª lo aprendi¨® en su exilio forzado en el sur de L¨ªbano a principio de la d¨¦cada de 1990, o durante el periodo en que ha permanecido en las prisiones palestinas e israel¨ªes, aunque se confiese 'creyente musulm¨¢n' y asegure que le repugna 'ver derramarse una sola gota de sangre'.