Moral imp¨¢vida y cruel
En ocasiones, la literatura se nos pasea insistentemente por delante de las narices sin que nos demos cuenta de ella una y otra vez -y hasta diez en este caso- como si fueran los repetidos anuncios de un cat¨¢logo de modas, que es algo en lo que nos vamos convirtiendo inexorablemente (al menos quienes a estos asuntos nos dedicamos). El caso de la escritora belga de expresi¨®n francesa Am¨¦lie Nothomb (Kobe, Jap¨®n, 1967) es una especie de paradigma a este respecto, pues en una d¨¦cada ha publicado 10 novelas con un ¨¦xito creciente entre el gran p¨²blico y m¨¢s reticente ante la cr¨ªtica, aunque ya se sabe que por lo general esto segundo no empece lo primero, que lo que al final manda en el mercado no es la cr¨ªtica sino las listas de libros m¨¢s vendidos. Mosqueado as¨ª durante sus primeros a?os (un -buen- librero me dijo que no ten¨ªa mucho inter¨¦s pues 'carec¨ªa de texto') no la le¨ª hasta que la Academia Francesa le otorg¨® su Gran Premio de Novela en 1999 a la mejor de las suyas (Estupor y temblores) que me encant¨® hasta el punto de que ya he le¨ªdo despu¨¦s un total de ocho de las diez que hasta ahora ha publicado, a pesar de mis reticencias contra los cat¨¢logos y revistas de moda y hasta frente la 'Acad¨¦mie' francesa que tampoco es ya lo que era, aunque en este caso pueda decirse que quien tuvo retuvo y ya est¨¢.
METAF?SICA DE LOS TUBOS
Am¨¦lie Nothomb Traducci¨®n de Sergi P¨¤mies Anagrama. Barcelona, 2001 144 p¨¢ginas. 10,22 euros
Adem¨¢s ha habido tambi¨¦n
algunos otros indicios para poder pensar que el caso de Am¨¦lie Nothomb tampoco es reducible sin m¨¢s al de un ¨¦xito medi¨¢tico. Ya fue traducida en Espa?a (para Circe) a finales de los noventa (Higiene del asesino, Las catilinarias y Atentado, y en ello intervino la escritora Ana Maria Moix), aunque la falta de 'resultados' llev¨® a Anagrama a infiltrarse en la operaci¨®n, pues el olfato de Herralde no dej¨® escapar Estupor y temblores, que ya ha tenido algo m¨¢s de ¨¦xito entre nosotros, como ahora se confirma con el lanzamiento de la siguiente, Metaf¨ªsica de los tubos, en traducci¨®n del tambi¨¦n escritor (catal¨¢n) Sergi P¨¤mies, otro buen indicio. De todas formas, Am¨¦lie Nothomb -que adem¨¢s es un personaje muy curioso- est¨¢ siendo traducida por doquier, acumula galardones sin parar, y ya suele vender en su propio pa¨ªs centenares de miles de ejemplares de sus libros, al lado de los que m¨¢s arrastran y provocan, como Michel Houellebecq o Catherine Millet, que ya se est¨¢n labrando entre nosotros su propio mercado.
Creo que el caso de esta joven belga posee una mayor entidad por el momento, pues si bien fabrica libros sin parar y de acuerdo a sus propias normas, novelas no muy largas, intensas, ce?idas y con mucho di¨¢logo, con una o dos situaciones, que entabla a su trav¨¦s un debate sobre todo intelectual aunque tan simplificado que parecen f¨¢bulas morales bien masticaditas para que sean mejor digeridas. Su ritmo es vivaz, nos llega con ciertas gotas de cultura, con una leve desverg¨¹enza y no exento de perversi¨®n, aunque con delicadeza, suavidad y bastante equilibrado. En resumen hay que reconocer la habilidad de sus propuestas, aunque tambi¨¦n suene demasiado a 'f¨®rmula' y el artificio estropee a veces -nunca del todo- los resultados. En sus mejores libros me hace pensar en Voltaire, que tampoco fue nunca un gran novelista sin dejar siempre de ser un narrador de notable eficacia y categor¨ªa universal.
Adem¨¢s ella misma es un personaje tambi¨¦n notable y original, es contorsionista (se autodenomina 'Am¨¦lie-Caucho' o 'L¨¢tex' o 'Goma'), practica el paracaidismo, adora comer frutas y verduras podridas, fue bul¨ªmica y anor¨¦xica sucesivamente y hasta utilizando el v¨®mito en sus reg¨ªmenes alimenticios, la marc¨® profundamente la formaci¨®n japonesa en su infancia y adolescencia, y viste con cierta coqueter¨ªa aunque como una punki que intenta ocultar sus grandes ojos y su gigantesca frente con enormes pamelas de moda. Hay en sus libros evidentes dosis autobiogr¨¢ficas, que salpican sus 'inventos' argumentales y una buena penetraci¨®n en territorios culturales tanto franceses como japoneses, lo que la dota de un buen atractivo ex¨®tico y multicultural. Si a ello se a?ade que procede de una rancia y casi aristocr¨¢tica familia de pol¨ªticos, escritores y diplom¨¢ticos ultraconservadores, el cuadro est¨¢ completo: un bisabuelo fund¨® la Acci¨®n Nacional, su padre es embajador (y actor-cantante del teatro japon¨¦s No), aunque tambi¨¦n hubo en ella otra 'oveja negra', el aviador comunista y compa?ero de Malraux en la guerra civil espa?ola, Paul Nothomb, luego escritor disidente.
Metaf¨ªsica de los tubos em-
pieza como una parodia del evangelio de san Juan -'en el principio no hab¨ªa nada... y Dios vio que aquello era bueno' porque Dios es un tubo, ya que el reci¨¦n nacido es Dios, y ambos son como tubos vac¨ªos que dejan pasar la nada por su interior, ya que se limitan a ingerir, deglutir, digerir y excretar...- para contar sus primeros tres a?os de existencia en el Jap¨®n misterioso y ancestral, rodeada de delicadeza y perversi¨®n, de hermosura y de muerte. En fin, una lecci¨®n de moral imp¨¢vida y cruel, de misterios e iniciaci¨®n, que no llega a la perfecci¨®n de Estupor y temblores (con su espl¨¦ndida s¨¢tira de la cultura empresarial japonesa), pero quiz¨¢ es algo m¨¢s profunda, vaya lo uno por lo otro. ?Que Am¨¦lie Nothomb no tiene texto? Lo que s¨ª s¨¦ desde luego es que siempre tiene enjundia, y quiz¨¢ m¨¢s de la que podamos pensar de buenas a primeras. Seguir¨¦ ley¨¦ndola, pues adem¨¢s, la siguiente -Cosm¨¦tica del enemigo- es la historia de la muerte a la vez del Doctor Jekyll y M¨ªster Hyde, se la recomiendo.
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