De la suficiencia de Westerveld a los temores de Pinto

'Soy bueno en todo', resumi¨® Sander Westerveld el mismo d¨ªa de su presentaci¨®n. El portero holand¨¦s de la Real, comprado al Liverpool en el mercado invernal, no pretend¨ªa ser ir¨®nico: pensaba y cre¨ªa lo que dec¨ªa. Por eso, quiz¨¢, le cost¨® tanto asumir la suplencia con los reds y abandon¨® al campe¨®n de UEFA en cuanto Toshack llam¨® a su puerta.

Cuesti¨®n de car¨¢cter y trayectoria, a Jos¨¦ Manuel Pinto, portero suplente del Celta, jam¨¢s se la hubiera ocurrida hacer suyas las aseveraciones contundentes de Westerveld. M¨¢s bien, todo lo contrario. Lesionado el reconocido Cavallero, Pinto salt¨® ayer a escena un tanto cohibido: 'Pido que no me juzguen por este partido', hab¨ªa solicitado el gaditano en las horas previas al encuentro. Pinto tem¨ªa perder en una noche desafortunada la renovaci¨®n prometida. Hizo bien en ser precavido. Unos 22 minutos despu¨¦s de empezar el partido, en la que deb¨ªa ser su primera intervenci¨®n comprometida, no supo c¨®mo detener a Koklov, desbocado hacia su ¨¢rea. Trat¨® de aguantar al ruso, quiso evitar derribarle dentro del ¨¢rea y acab¨® permitiendo el gol de la Real.

Despu¨¦s, tuvo tiempo de resarcirse ante su verdugo con una estirada que desvi¨® el cabezazo que hubiera colocado el 0-2 en el marcador. O con una palomita que desvi¨® un golpe franco muy bien servido por Nihat.

Westerveld, en cambio, ten¨ªa que saldar una cuenta pendiente con su rotunda frase. El holand¨¦s hab¨ªa demostrado su solvencia con el pie, sus reflejos por bajo o en tiros a bocajarro, pero persist¨ªa la duda en lo tocante al juego ¨¢ereo o a los disparos por alto. En sus dos primeros encuentros con la Real hab¨ªa encajado cuatro goles y la grada donostiarra empezaba a no ver diferencias entre el reci¨¦n llegado y el defenestrado (sin causa aparente) Alberto.

Westerveld tuvo intervenciones de m¨¦rito y errores de bulto, como un centro desde la izquierda, en la primera mitad, que no supo interpretar y que Catanha, solo, estrell¨® en el travesa?o. M¨¢s tarde, Westerveld se tragar¨ªa el disparo raso y lejano de Mostovoi y ser¨ªa incapaz de atajar el disparo del mimo jugador que coloc¨® el 2-1. Toshack sab¨ªa lo que se dec¨ªa cuando dese¨® que el ruso, griposo, no jugase.