Contra el olvido de los maquis

Cuando Montxo Armend¨¢riz inici¨® la investigaci¨®n sobre los maquis para la realizaci¨®n de su pel¨ªcula Silencio roto, se dio cuenta de que era imposible recoger en un filme de ficci¨®n toda la verdad y los testimonios de aquellos guerrilleros que se lanzaron al monte para luchar contra la dictadura de Franco nada m¨¢s terminar la guerra civil. Por eso se decidi¨® a producir un documental, junto a Puy Oria, que recogiera los ideales, las vivencias y los horrores de todos aquellos hombres y mujeres, unos 5.000, repartidos en 11 agrupaciones diseminadas por todo el territorio nacional. Con La guerrilla de la memoria, que se estren¨® ayer, Armend¨¢riz espera 'recuperar la memoria y el olvido de estos hombres'. El realizador no quiso dirigir el documental y se lo ofreci¨® a Javier Corcuera, el responsable de La espalda del mundo.

La guerrilla de la memoria, con una importante labor de investigaci¨®n y documentaci¨®n a cargo de Carlos Muguiro, recorre el viaje hacia el pasado de hombres y mujeres como ?ngela Losadas, una leonesa que siendo ni?a actu¨® como enlace de la guerrilla hasta su captura y presidio -'jam¨¢s olvido', afirma-, o Jos¨¦ Murillo, comandante R¨ªos, un cordob¨¦s de familia campesina que, con 17 a?os, se tir¨® al monte junto a su padre en Sierra Morena. O Benjam¨ªn Rubio, leon¨¦s y sindicalista de la CNT. Tambi¨¦n una anciana en silla de ruedas, Emilia Gir¨®n, cuyo ¨²nico pecado fue ser la hermana del famoso guerrillero Manuel Gir¨®n, y por ello sufri¨® persecuci¨®n y tortura. 'Parece que le estoy viendo entrar por la puerta', recuerda con profunda tristeza Emilia.

Hoy, Jos¨¦ Murillo ha cumplido 77 a?os y, con un ardor m¨¢s que juvenil, defiende la consideraci¨®n de soldados y luchadores por la libertad de los guerrilleros, hasta hace poco tildados de bandoleros, afirmaci¨®n que corrobora su compa?ero y colega Benjam¨ªn Rubio.

La pretensi¨®n de Javier Corcuera ha sido la de transmitir al espectador las mismas sensaciones y los mismos descubrimientos que ¨¦l experiment¨® durante las 50 horas de conversaciones -reducidas finalmente a 70 minutos de pel¨ªcula- y las cinco semanas de rodaje en 30 localizaciones distintas. 'Tuvimos momentos dulces, vivimos muchas veces el dolor y la angustia de muchos de ellos, pero tambi¨¦n nos re¨ªmos juntos con sus gratos recuerdos', afirma el realizador, que no oculta su inter¨¦s pedag¨®gico. 'S¨ª, quiero que esto sirva para que las nuevas generaciones conozcan a estos hombres y mujeres. Se habla del pasado, pero sirve para el futuro. Es como abrir una puerta de la historia y, a partir de esa puerta, animar a la gente para que conozca m¨¢s y mejor los hechos', a?ade Corcuera.