El patriotismo, el esp¨ªritu ol¨ªmpico y las medallas

Mitt Romney, el presidente del comit¨¦ organizador, ha asegurado que los XIX Juegos de Invierno, los primeros del nuevo milenio, no se convertir¨¢n en un ejercicio absoluto de patriotismo y que se tendr¨¢ en cuenta el esp¨ªritu ol¨ªmpico internacional. Pero, en tiempos muy sensibles para Estados Unidos, los s¨ªntomas indican lo contrario.

El COI ha dado permiso para que en la ceremonia de apertura la bandera de las barras y estrellas encontrada en las ruinas de las Torres Gemelas pueda ondear en el estadio Rice-Eccles. Se repetir¨¢ as¨ª lo sucedido en Nueva Orleans en la Superbowl del f¨²tbol americano. 'Izar la bandera es otra prueba de respeto a las v¨ªctimas, algo que comparte el movimiento ol¨ªmpico', ha dicho la miembro estadounidense m¨¢s destacada del COI, Anita DeFrantz.

En cualquier caso, ser¨¢ uno de los grandes momentos de la apertura, como el nuevo desfile simb¨®lico de las dos Coreas bajo una bandera, como en Sydney 2000. Despu¨¦s, sin duda, Estados Unidos mejorar¨¢ como anfitri¨®n las 14 medallas de Nagano 98 y, sobre todo, tratar¨¢ de ganar el emblem¨¢tico hockey sobre hielo. De todas formas, lo tiene muy dif¨ªcil ante las potent¨ªsimas Rep¨²blica Checa, Rusia, Finlandia y Canad¨¢.

Alemania, potente en muchas modalidades y especialmente en el patinaje de velocidad; los saltos, con el ex anor¨¦xico Sven Hannawald frente al polaco Adam Malysz; el bobsleigh y el luge, puede ser la m¨¢s laureada en una cita en la que el sueco Per Elofsson, el gran rival del espa?ol de origen alem¨¢n Johann Muehlegg, se debe consagrar como la estrella del esqu¨ª de fondo. No as¨ª en el alpino, donde Austria reinar¨¢ de nuevo con Stefan Eberharter como relevo del lesionado Hermann Maier.