Decadencias

Si a un m¨¦dico se le muere su paciente en la cl¨ªnica de est¨¦tica, un cura se declara homosexual practicante, una sala de tres jueces es suspendida, el paro y la inflaci¨®n aumentan, el presidente de las pensiones amenaza todos los d¨ªas (tiene 'ocurrencias') y el m¨¢s viejo problema del pa¨ªs -el vasco- sigue como el primer d¨ªa (pol¨ªticamente, peor que el primer d¨ªa) no es f¨¢cil atenerse a la explicaci¨®n del presidente del Gobierno de que es que hay demasiados gobiernos socialistas en Europa. Supongo que ha cre¨ªdo realmente que su presidencia de turno le convierte en un napoleoncillo, y se equivoca. Soy hombre de poca fe en materia de gobiernos europeos, sea cual sea su filiaci¨®n, pero hay diferencias a favor de los socialistas, y a favor de las sociedades de los otros pa¨ªses europeos donde, evidentemente, ocurren tambi¨¦n muchas desgracias, pero no este tipo de decadencia de la ¨¦tica por la primac¨ªa del dinero. En ese sentido va Napole¨®n Aznar: dice que el mantenimiento de salarios y de puestos es socialista y crea paro.

Son s¨®lo problemas del d¨ªa, de creaci¨®n equivocada de sociedad: un culto a la delgadez, un dinero enorme para convertir a la mujer real en imaginaria; una tozudez sexual en la Iglesia; una educaci¨®n en ca¨ªda libre; una econom¨ªa dependiente por un gobierno de empresarios. Los jueces: veremos c¨®mo se sentencia, pero que los miembros del Poder Judicial se dividan en 12 conservadores y nueve progresistas puede hacer pensar que los suspendidos son personas perseguidas por la derecha y ayudadas por la izquierda, y en un caso no pol¨ªtico parece grave. La explicaci¨®n m¨¢s 'pol¨ªtica' -es p¨²blica- de que estos jueces suspendidos persigan por sistema las instrucciones del juez Garz¨®n, sean contra terroristas o contra narcotraficantes, es, adem¨¢s de monstruosa, grotesca y penosa. Lo cual no quiere decir que no sea verdad: todo es posible. Se a?ade a algo grave: el desprestigio de las instituciones, porque 'todo es posible'. La Iglesia viene trabajando por caer -el ec¨®nomo, las profesoras de religi¨®n, el papado caduco, el ahogo de la sexualidad-, y la Justicia, y la Educaci¨®n. Cuando el presidente del Gobierno disculpa al hombre malo de las pensiones diciendo que son 'ocurrencias', cuando culpa del malestar econ¨®mico a los socialistas de otros pa¨ªses, puede hacer que algunos que antes no lo cre¨ªan piensen que tambi¨¦n est¨¢ da?ada la imagen del Gobierno.