Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora, un reaccionario ilustrado
A diferencia de muchos otros personajes del franquismo, Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora, nacido en 1924, no sufri¨® directamente la tragedia de la guerra civil. En sus memorias, no obstante, pretendi¨® que la Rep¨²blica hab¨ªa sido, en realidad, una dictadura en que 'bestezuelas rencorosas' persegu¨ªan a los que eran como ¨¦l llam¨¢ndoles 'se?oritos maricas'.
Diplom¨¢tico con ¨ªnfulas intelectuales, Fern¨¢ndez de la Mora perteneci¨® a una de las familias de la extrema derecha espa?ola. Su monarquismo dictatorial era heredero de Maeztu, pero sus verdaderas ra¨ªces estaban en Maurras. Esas ideas, por completo contrarias a la tradici¨®n liberal, hicieron que llegara a la conclusi¨®n de que la inteligencia era producto del c¨®digo gen¨¦tico y deb¨ªa imponerse en el Gobierno mientras que la subversi¨®n de los inferiores, engendrada por 'envidia igualitaria', ten¨ªa que ser reprimida. De ah¨ª la paradoja de que, cat¨®lico tradicional, abominara de le evoluci¨®n del catolicismo a partir del pontificado de Pablo VI, sobre todo en lo relativo a Espa?a. De su actitud asegur¨® que hab¨ªa sido 'demoledora' trat¨¢ndose de un r¨¦gimen que era 'el m¨¢s cat¨®lico de la historia'.
No fue ¨¦sa la ¨²nica paradoja de su trayectoria. Desde 1946 escribi¨® en la prensa y, en ella y en una acci¨®n semiclandestina, actu¨® en favor de la causa mon¨¢rquica; de aquella ¨¦poca data una de las descripciones m¨¢s vitri¨®licas de Franco que se conocen. Pero con el paso del tiempo traslad¨® hacia ¨¦l todo su entusiasmo: habr¨ªa sido, nos cuenta en sus memorias, el gobernante m¨¢s honesto de la historia de Espa?a y el m¨¢s eficaz desde Felipe II. En cambio, del rey don Juan Carlos e incluso de su padre, don Juan, hizo luego los m¨¢s ¨¢cidos juicios: el primero ni le¨ªa ni merec¨ªa citarse de ¨¦l frase alguna; al segundo lo calific¨® como 'su bajeza' y describi¨® su despacho como el 'risorio'. El cambio en el juicio sobre las personas se explica principalmente por haber permanecido en unas mismas concepciones; provenientes del mismo campo, Pem¨¢n, en cambio, se hizo, con el tiempo, liberal y Anson diluy¨® sus perfiles m¨¢s reaccionarios. Fern¨¢ndez de la Mora, coautor de la Ley Org¨¢nica del Estado en 1967 y autor de la justificaci¨®n doctrinal m¨¢s consistente de la dictadura de desarrollo (El crep¨²sculo de las ideolog¨ªas, El Estado de Obras...), lleg¨® a desempe?ar la cartera de Obras P¨²blicas entre 1970 y 1973. Luego, en la ¨²ltima fase del tardofranquismo, se convirti¨® en uno de los m¨¢s cerrados y quiz¨¢ el m¨¢s inteligente de los opositores a cualquier tipo de apertura. En los primeros tiempos de la transici¨®n se movi¨®, inquieto, en los c¨ªrculos militares para procurar evitarla mientras a¨²n era tiempo (en 1976 y no en 1981, cuando fue ya demasiado tarde).
Desde la revista Raz¨®n Espa?ola, hasta en el t¨ªtulo una prueba de la tradici¨®n intelectual a que pertenec¨ªa, continu¨® propagando sus doctrinas cada vez con menor ¨¦xito en Espa?a; logr¨®, no obstante, un modesto eco en uno de los sectores pol¨ªticos de la dictadura de Pinochet.
La necrolog¨ªa tiende a resaltar los aspectos positivos de cualquier finado. Junto a lo lamentable de sus ideas, habr¨ªa hoy que recordar de Fern¨¢ndez de la Mora su entereza en defenderlas. Pero no s¨®lo eso; ten¨ªa una cultura extensa y un trato liberal. Despu¨¦s de haber polemizado con ¨¦l en infinitas ocasiones llegabas a esta conclusi¨®n, sobre todo al compararlo con otros reaccionarios m¨¢s j¨®venes y mucho m¨¢s desmedulados desde el punto de vista intelectual. Tras un programa de pol¨¦mica con ¨¦l y con S¨¢nchez Drag¨®, perteneciente a este segundo gremio, volvimos juntos hablando de libros y de la colecci¨®n de plata que leg¨® al Museo de Pontevedra. Dec¨ªa necedades -compar¨® la victoria de Aznar en 1996 con la ca¨ªda del comunismo en 1989-, pero siempre tuvo un nivel.
[Gonz¨¢lo Fern¨¢ndez de la Mora naci¨® en Barcelona el 30 de abril de 1924 y falleci¨® en Madrid el 10 de febrero de 2002.]
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.