De c¨®mo el patito feo lleg¨® a cisne
Boris Cyrulnik explica que una infancia traum¨¢tica no determina el futuro, una tesis convertida en Francia en 'best seller'
Boris Cyrulnik eligi¨® la historia del patito feo, de Hans Christian Andersen, para titular el libro que le ha llevado a la cabeza de los ejemplares de no ficci¨®n m¨¢s vendidos en Francia: Los patitos feos. La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida.
Andersen, recordaba ayer este psiquiatra, neuropsiquiatra, psicoanalista y et¨®logo frances, creci¨® en el seno de una familia paup¨¦rrima en la que su madre prostitu¨ªa a su hermana para salir adelante. 'Para soportar el mundo real [Andersen] se refugi¨® en uno nuevo y so?aba en el cisne que quer¨ªa ser de mayor'. A partir de esta an¨¦cdota y la figura de este escritor dan¨¦s que encontr¨® el ¨¦xito pese a los obst¨¢culos que jalonaron su infancia, Cyrulnik, de origen ruso y afincado en Francia, repas¨® ayer en la sede del Instituto Franc¨¦s de Valencia los principales conceptos que arman el concepto de resiliencia.
?Por qu¨¦ hay personas que ante situaciones adversas, traumas y graves amenzas contra su salud, logran salir adelante y alcanzan el ¨¦xito pese a que todos los condicionantes apuntan hacia un desarrollo negativo? Esta pregunta es el punto de partida de los trabajos sobre la resiliencia. El t¨¦rmino, empleado en la f¨ªsica de los materiales, expresa la cualidad de resistir a la presi¨®n, doblarse con flexibilidad y recobrar su forma original, es decir, la facultad de recomponer la estructura tras un golpe. Michael Rutter, un pionero del estudio de la resiliencia, la define como 'un fen¨®meno manifestado por personas que evolucionan favorablemente, habiendo sido v¨ªctimas de estr¨¦s que, para la poblaci¨®n general, supondr¨ªa un riesgo serio con consecuencias graves'. A la idea de resistencia a la destrucci¨®n se a?ade otro componente: la capacidad de construir una vida significativa, ser resiliente no significa simplemente rebotar, sino crecer hacia algo nuevo.
Entre los pioneros de la resiliencia est¨¢n tambi¨¦n los trabajos de Anna Freud, hija del fundador del psicoan¨¢lisis, y Ren¨¦ Spitz. Ambos trabajaron con ni?os que sufrieron la devastaci¨®n de los bombardeos alemanes en la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial. En un primer contacto observaron que sufr¨ªan de alteraci¨®n, un comportamiento pseudoautista, tics y problemas de esf¨ªnteres. Cuando a?os m¨¢s tarde volvieron a verlos, Spitz y Anna Freud se extra?aron de la recuperaci¨®n de gran parte de ellos, por lo que escribieron claramente que esos menores abandonados pasaban por cuatro etapas: protesta, desesperaci¨®n, indiferencia y una por la que nadie se interesaba: la curaci¨®n.
Para Cyrulnik existe un perfil de ni?os traumatizados que son aptos para la resiliencia. Se tratar¨ªa de aquellos que habr¨ªan adquirido lo que denomina la 'confianza primitiva' a una edad que fluct¨²a entre 0 y 12 meses, seg¨²n ha explicado en una entrevista. 'Me han querido, luego soy digno de ser querido, conservo entonces la esperanza de encontrar alguien que me ayude a reanudar mi desarrollo', ser¨ªa el razonamiento que elaboran estos ni?os. Son los que se forjan una identidad narrativa del tipo: yo soy el que fue deportado, violado, transformado en ni?o soldado. Pero si les dan posibilidades de recuperaci¨®n, de expresi¨®n, la gran mayor¨ªa se volver¨¢n resilientes.
La clave para el autor es que los traumas estaran toda la vida en la memoria, 'pero no estamos obligados a someternos a ellos, sino a trabajarlos'.
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