Las bromas de M¨®nica P. C.
La polic¨ªa detiene a una mujer que envi¨® 'e-mails' injuriosos con las claves inform¨¢ticas de una ex compa?era de estudios
M¨®nica P. C. jam¨¢s imagin¨® que pudiera acabar en comisar¨ªa por hacer mal uso de la inform¨¢tica, muy a pesar de las iniciales de sus apellidos. La polic¨ªa la detuvo el martes en Barcelona acusada de un delito de revelaci¨®n de secretos -eso es lo que dice el C¨®digo Penal- por haber utilizado la cuenta de correo electr¨®nico de una ex compa?era de estudios para enviar e-mail injuriosos.
La perjudicada y la detenida se conocieron hace meses en un master de recursos humanos. All¨ª entablaron cierta relaci¨®n y M¨®nica P. C., de 26 a?os, pudo saber ciertos datos sobre la vida privada de su compa?era, de 25. Datos que son los que emplean la mayor¨ªa de los mortales en las contrase?as de las cuentas de correo electr¨®nico: desde la fecha de nacimiento o del santo, hasta las cifras del DNI o del tel¨¦fono particular, o los nombres de familiares.
'El que roba lo sabe, pero en estos casos no se dan cuenta de que cometen un delito'
La polic¨ªa afirma que M¨®nica P. C. accedi¨® a una cuenta de correo hot-mail y all¨ª fue probando con las posibles contrase?as que pod¨ªa emplear su ex compa?era de estudios, hasta que dio con la buena. A partir de ah¨ª se le abrieron las puertas y adem¨¢s encontr¨® en las bandejas de entrada y de salida todo tipo de direcciones. Ni corta ni perezosa, M¨®nica P. C. se dedic¨® a enviar diversos e-mail injuriosos e insultantes. La perjudicada tard¨® muy poco en saber lo que estaba ocurriendo porque su propio jefe hab¨ªa recibido uno de estos mensajes y le pidi¨® explicaciones. Luego se supo que tambi¨¦n hab¨ªan llegado a la escuela de negocios donde ambas cursaron el master y a los amigos de la perjudicada, que la llamaron por tel¨¦fono porque no entend¨ªan nada de lo que estaba pasando.
'El que roba sabe que est¨¢ robando, pero en estos casos, sobre todo entre j¨®venes, no se tiene conciencia de que se est¨¢ cometiendo un delito'. Las explicaciones del inspector Jes¨²s Garrido, jefe del Grupo de Delitos Tecnol¨®gicos de la Jefatura de Polic¨ªa de Catalu?a, ilustran a la perfecci¨®n el caso de M¨®nica P. C. Cuando la polic¨ªa le dijo que quedaba detenida, se le vino el mundo abajo. Para ella era no era m¨¢s que 'una broma' y no pretend¨ªa otra cosa que fastidiar a su ex compa?era del master, con la que estaba enemistada por motivos personales. El problema es que el C¨®digo Penal castiga esa 'broma' con penas de entre uno y cuatro a?os de c¨¢rcel. El art¨ªculo 197 penaliza a quien 'para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electr¨®nico o cualesquiera otros documentos'.
El inspector Garrido admite que el perjuicio causado en este caso es menor, pero recuerda que est¨¢n investigando otros casos similares en los que est¨¢ en juego informaci¨®n confidencial que afecta a los intereses de algunas empresas.Y eso ya es m¨¢s grave. Pero la justicia es ciega y M¨®nica P. C. puede acabar en el banquillo por mirar demasiado las cuentas. Inform¨¢ticas, por supuesto.
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