Lizarra frente a Ermua en la UPV
La disputa de una c¨¢tedra en la Universidad del Pa¨ªs Vasco se convierte en paradigma del envenenado debate pol¨ªtico en Euskadi
Muchas veces se le reprocha a la Universidad su alejamiento de la sociedad. Pero, en ocasiones, una y otra se parecen demasiado; y no precisamente para bien. La disputa por una c¨¢tedra de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) entre dos profesores de acusado perfil p¨²blico, Edurne Uriarte, fundadora del Foro Ermua y ex dirigente del PSE, y Francisco Letamendia, Ortzi, figura hist¨®rica de la izquierda abertzale, ha descarrilado de la v¨ªa acad¨¦mica para degenerar en un episodio m¨¢s del envenenado debate pol¨ªtico en el Pa¨ªs Vasco. Y con sus peores ingredientes: la descalificaci¨®n, la amenaza, el atrincheramiento de las posiciones y, como siniestro tel¨®n de fondo, la violencia en sus diversos grados y el miedo.
'Lo pat¨¦tico es que nos estamos peleando quienes estamos amenazados', dice un vicerrector
El escenario es el Departamento de Ciencia Pol¨ªtica y de la Administraci¨®n de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicaci¨®n de Leioa (Vizcaya), un centro que resume el debate ideol¨®gico en Euskadi. De ¨¦l han surgido bastantes de los profesores que son referencia de la resistencia c¨ªvica e intelectual contra la barbarie de ETA y los excesos del nacionalismo etnicista. Pero la facultad re¨²ne tambi¨¦n un importante grupo de docentes caracterizados por su alineamiento con el abertzalismo, especialmente con su expresi¨®n m¨¢s radical. Sin duda, no fue casualidad que el primer atentado perpetrado por ETA dentro de la UPV sucediera en este centro. Se produjo el 18 de diciembre de 2000, pero la casualidad quiso que fallara el mecanismo que deb¨ªa activar el paquete de 3,5 kilos de dinamita colocado en un ascensor. Su destinataria era Edurne Uriarte.
La historia de la c¨¢tedra arranca meses m¨¢s tarde. Fue convocada a instancias de Letamendia, que no esperaba que se la fuera a disputar una compa?era de departamento. Cuando Uriarte anunci¨® que se presentaba al concurso-oposici¨®n, los pasillos de la facultad comenzaron a agitarse con nerviosismo. Alguien ha dicho que la oposici¨®n se presentaba como 'un choque entre los esp¨ªritus de Ermua y de Lizarra', y se barruntaba que el resultado, cualquiera que fuera, ser¨ªa pol¨¦mico. Entre ellos, el director del departamento, Francisco Llera, que se apart¨® de la presidencia del tribunal, pero no ha podido evitar las salpicaduras. El 16 de octubre, el tribunal, presidido por el catedr¨¢tico catal¨¢n Joaquim Molins, acord¨® adjudicar la c¨¢tedra a Uriarte. Valor¨® m¨¢s su perfil acad¨¦mico que las 14 obras publicadas por Letamendia. En opini¨®n de uno de los cinco catedr¨¢ticos, la producci¨®n de ¨¦ste, centrada en el an¨¢lisis del nacionalismo radical vasco, 'tiene un enfoque ideologizado y poco riguroso desde el punto de vista de la Ciencia Pol¨ªtica'.
Letamendia consider¨® su descarte el resultado de 'un complot' pol¨ªtico urdido contra ¨¦l por el espa?olismo y comenz¨® una activa campa?a en la que altern¨® la denuncia en los medios de comunicaci¨®n nacionalistas de la 'injusticia' sufrida con los insultos y amenazas a quien consideraba principal responsable de lo sucedido, Llera, y varios miembros del tribunal. 41 profesores afines suscribieron un comunicado de apoyo a Letamendia, respondida por otros 71 que denunciaron la 'campa?a de descr¨¦dito' emprendida. Al mismo tiempo, el descartado present¨® en noviembre un recurso ante la Comisi¨®n de Reclamaciones en la que ped¨ªa por diversos motivos la 'no provisi¨®n' de la c¨¢tedra.
El pasado lunes, este ¨®rgano de garant¨ªas formado por cinco catedr¨¢ticos estim¨® una sola de las alegaciones, la que apuntaba la 'insuficiente motivaci¨®n' del dictamen del tribunal. Cuando se conoci¨® el veredicto (todav¨ªa no redactado) de que no se cubra la c¨¢tedra adjudicada a Uriarte, se suscit¨® otra marea de reacciones de sentido contrario. La decisi¨®n de la Comisi¨®n de Reclamaciones ser¨ªa, as¨ª, el resultado de una 'rendici¨®n' de la UPV a las coacciones del entorno de ETA, una suerte de 'tributo pagado al miedo', seg¨²n un encendido tertuliano. Los m¨¢s afectados matizan opiniones tan rotundas, pero se muestran convencidos de que existe alg¨²n tipo de nexo. 'No puedo decir que la Comisi¨®n de Reclamaciones haya tomado esa resoluci¨®n por temor, pero no puede desconocerse que en este pa¨ªs existe un clima de miedo que contextualiza lo que ha pasado', se?ala la profesora Uriarte. En este sentido, considera 'determinante' el hecho de que se hiciera eco del litigio la revista Kale Gorria, la continuadora de Ardi Beltza de Pepe Rei tras su clausura por el juez Garz¨®n. 'Cuando sales en ella, ya sabes lo que significa', a?ade. Por su parte, Llera se queja de 'indefensi¨®n' y de la falta de respuesta del Rectorado a sus reiteradas quejas por los 'insultos' y 'graves acusaciones y presiones' recibidas.
La Comisi¨®n de Disciplina abordar¨¢ la conducta de Letamendia en su pr¨®xima reuni¨®n, responde el rector de la UPV, Manuel Montero, cuyo equipo se ha visto apabullado por las reacciones medi¨¢ticas a lo sucedido y sorprendido por las imputaciones lanzadas sobre la instituci¨®n. Sobre todo cuando, hace un a?o, su respuesta al atentado y a las amenazas de ETA mereci¨® el aplauso de la prensa madrile?a. Especialmente molesto se muestra V¨ªctor Urrutia, presidente de la Comisi¨®n de Reclamaciones en su calidad de vicerrector de Profesorado, y objetivo del comando Vizcaya. 'Es pat¨¦tico que quienes estamos pele¨¢ndonos seamos amenazados', se lamenta Urrutia, quien defiende la correcci¨®n procedimental de la decisi¨®n tomada. 'Puedo admitir', a?ade, 'que nos hayamos equivocado, pero no acepto que me digan que me he acojonado, y menos que el miedo nos ha llevado a tomar una decisi¨®n injusta'. El rector Montero sentencia: 'Si tuviera la m¨ªnima sospecha de que se ha actuado como se ha actuado por miedo, me ir¨ªa inmediatamente'.
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