En fin, mienten

Dije ayer Acebes por Aparicio, en esta cuesti¨®n de la gente lista que se encuentra en situaciones tontas, y le achaqu¨¦ la identificaci¨®n del pa?uelo en la cabeza con la extirpaci¨®n del cl¨ªtoris. ?Era Aparicio! Pero no ha tardado Acebes en meterse en la situaci¨®n tonta, y al anunciar los 'juicios r¨¢pidos' ha dicho r¨¢pidamente que los detenidos 'entran por una puerta y salen por otra', viejo t¨®pico de la burgues¨ªa espa?ola. He supuesto siempre que si sal¨ªan es porque no eran delincuentes, e incluso que hay un exceso de detenciones preventivas. Una persona es delincuente para un polic¨ªa, y no lo es para un juez: fue uno de los progresos de las leyes para evitar la arbitrariedad. Salvo la tonter¨ªa de la frase, el anuncio de los juicios r¨¢pidos es interesante. Es uno de los aportes del d¨ªa al progreso en la pol¨ªtica autoritaria y represiva, como el crecimiento enorme de los guardias, civiles o nacionales.

Quiz¨¢ la noticia del d¨ªa, en este orden del orden, sea la modificaci¨®n de la Ley de Partidos. Estamos otra vez en la utilizaci¨®n del terrorismo como se utiliz¨® el comunismo en la guerra fr¨ªa. Si las leyes impiden disolver, encarcelar a Batasuna -o como se llame hoy; cuando empiece la ley se llamar¨¢ de otra manera- se cambian las leyes. Pero ?de qu¨¦ forma se extender¨¢n, de qu¨¦ manera modificar¨¢n la esencia de los partidos distintos y ajenos? ?De qu¨¦ forma se proh¨ªbe a 200.000 vascos votar a su partido? ?C¨®mo va a resultar da?ada la ya desvencijada democracia? Y todo para perseguir 'el entorno' de los asesinos, incapaz como este Gobierno de perseguir directamente a los asesinos mismos.

Cantado y destacado por sus coristas, que a¨²n ayer segu¨ªan defendiendo la discriminaci¨®n de la joven F¨¢tima y su pa?uelo, y maldiciendo de la juventud que bebe. ?C¨®mo les ve¨ªa yo beber en su juventud, y cuando la iban perdiendo d¨ªa a d¨ªa, a estos pensadores del r¨¦gimen! Les entiendo muy bien, porque la ministra tiene en sus manos el castigo 'sin palo ni piedra' -como dec¨ªan que hac¨ªa Dios cuando a¨²n cre¨ªan en ¨¦l- y, sobre todo, el premio, o la abundancia de premios. Pol¨ªtica 'del palo y la zanahoria', por usar otro t¨®pico. Hacen, probablemente, bien. Calculan sus a?os, piensan en los que quedan hasta las elecciones y en lo que puede ganar este Gobierno de empresarios y burgueses finos y asustadizos, lo relacionan con su esperanza de vida y, en fin, mienten. Su p¨²blico se tranquiliza.