'Me dan pena quienes s¨®lo se dedican a la ¨®pera'
El mundo de las mezzosopranos parece tranquilo en la cumbre. Tanto Anne Sofie von Otter como Cecilia Bartoli luchan entre sus fieles por ocupar el trono de las reinas de la zona media, pero se lo toman con calma, alejadas de la vor¨¢gine competitiva, quiz¨¢ por esa seguridad que da ser las mejores. Von Otter (Estocolmo, 1955) actu¨® el lunes en el teatro de la Zarzuela de Madrid en el ciclo Lied con obras de Schubert, Kurt Weill, Cheminade y los suecos Aulin, Rangstr?m, Nystroem y Haquinius.
En el lied, ese g¨¦nero compuesto de canciones sencillas, pero llenas de riesgos, Von Otter se siente segura. Es un g¨¦nero para el que ha grabado casi 30 discos esta mujer de elegancia poco com¨²n; de familia diplom¨¢tica; educada en Bonn, Londres y Estocolmo; alta, rubia, imponente con sus rasgos de reina n¨®rdica del canto, que no entiende esa obsesi¨®n que tienen muchos cantantes hoy por un g¨¦nero y punto: 'Me dan pena quienes s¨®lo se dedican a la ¨®pera', dice, pese a que es un campo en el que ella ha triunfado sin recurrir a compositores como Verdi y Wagner, por ejemplo. 'Sus papeles son demasiado dram¨¢ticos para mi voz', explica.
'Algunos directores confunden la energ¨ªa de la m¨²sica con su placer personal'
'Tu trabajo puede convertirse en castigo y yo pretendo que mi carrera sea mi 'hobby'
Pregunta. En Madrid ha hecho un programa variado con canciones suecas de Nystroem y Haquinius, piezas de puro lied de Schubert y otras m¨¢s desgarradas de Kurt Weill. ?No es mucho riesgo?
Respuesta. Me gusta hacer programas variados para gusto del p¨²blico y para el m¨ªo propio. Las piezas suecas datan de los a?os veinte y treinta del siglo XX. Abordan temas muy rom¨¢nticos, el mar, la noche, la naturaleza, temas propios de la poes¨ªa y la literatura escandinavas. Schubert es muy dif¨ªcil para m¨ª. Si fuese por gusto no lo elegir¨ªa, pero debo cantarlo si quiero hacer bien este g¨¦nero del lied, como Brahms o Wolff. Hay que hacerlo sencillamente porque es bueno. Hay que acercarse a su mundo, ser conscientes de c¨®mo compon¨ªan. As¨ª creo que lograr¨¦ disfrutarlo y entenderlo bien.
P. ?Ha entrado usted en las dificultades reales de Schubert, un compositor al que se ha denostado muchas veces por considerarle blando y sensiblero?
R. Creo que si se le entiende bien, ayuda a comprender el ser alem¨¢n. Pasa como con Goethe.
P. ?Y Kurt Weill?
R. Es un compositor al que adoro. Tiene su propio estilo. Para m¨ª era un genio que encontr¨® su camino, su manera de trabajar, su ritmo, su armon¨ªa, su lenguaje.
P. Hace pocas ¨®peras. ?Qu¨¦ tiene previsto esta temporada?
R. No hago m¨¢s de tres al a?o. Acabo de cantar Idomeneo, de Mozart, con Pl¨¢cido Domingo. Tambi¨¦n har¨¦ El caballero de la rosa, de Strauss, y Carmen, de Bizet, en Glyndebourne, Inglaterra. Deber¨ªa escuchar algo de flamenco. Aunque creo que Carmen es un personaje universal, que no debe verse como una excepci¨®n espa?ola. Hoy cuadra con la imagen de una mujer orgullosa e independiente que se puede encontrar en cualquier pa¨ªs. Para preparar el papel he tenido muy presente la versi¨®n de la ¨®pera que hicieron Claudio Abbado con Pl¨¢cido y Teresa Berganza, un aut¨¦ntico dream team.
P. Se toma su carrera con calma, entonces.
R. Siempre lo he hecho as¨ª desde que tengo ni?os -ahora, con 13 y 10 a?os-. De todas formas, no creo que haya que hacer muchos papeles de ¨®pera para ser grande en este mundo. Eso es de locos. Yo s¨¦ que en los medios de comunicaci¨®n despierta mucho m¨¢s inter¨¦s la ¨®pera, pero me dan pena los que s¨®lo se dedican a eso.
P. Usted, ?en qu¨¦ campo se encuentra m¨¢s a gusto entonces?
R. Me gusta probarlo todo, conciertos, ¨®peras, lied, y grabar.
P. Grabar hasta con artistas como Elvis Costello. ?Piensa repetir esa experiencia?
R. Hasta ahora he grabado 85 discos, acabo de hacer uno de lied sueco y una Carmen. Lo de Costello fue muy interesante. Sus canciones podr¨ªan ser cl¨¢sicos. Ahora puede que grabe con Ben Anderson, ex componente de Abba, aunque ese grupo ni siquiera les gusta a mis hijos. Ellos escuchan hip-hop.
P. Su colaboraci¨®n con grandes directores ha sido fundamental, pero tiene un v¨ªnculo especial con John Eliot Gardiner. ?Es con quien mejor se complementa?
R. Gardiner conoce la belleza. Instintivamente, tenemos las mismas ideas. La forma de sacar colores a la voz, su manera de trabajar con las orquestas, buscando la elegancia, el detalle. Son cosas que a m¨ª me interesan bastante. Uso mi voz para cosas distintas. Me gusta colorearla, darle formas, algo que puedo hacer con los barrocos, como Haendel, o con mis papeles mozartianos. Gardiner busca la energ¨ªa que posee cada m¨²sica, algo que algunos directores no hacen a veces porque lo confunden con la b¨²squeda de su placer personal. Es una virtud que tambi¨¦n tienen Carlos Kleiber o Abbado.
P. ?Y eso se consigue a base de dedicaci¨®n continua o tambi¨¦n por otros medios?
R. Creo que es muy importante no trabajar tanto. Adem¨¢s de la m¨²sica, hay otras cosas que estimulan la creatividad. Creo que el secreto es salir de casa con ilusi¨®n para hacer lo que haces, sin que sea una obligaci¨®n, porque si no, todo tu trabajo se convierte en un castigo y yo pretendo que mi carrera siga siendo mi hobby.
P. ?Qu¨¦ otras cosas estimulan su creatividad?
R. La vida. Mi otra vida, mi familia, la naturaleza, mis amigos, mi casa junto a un lago, ir al cine, leer. Por ejemplo, estos ¨²ltimos d¨ªas he visto siete pel¨ªculas.
P. ?Cu¨¢les?
R. Voy al cine en funci¨®n de mi sentido del humor. Me gusta, sobre todo, la comedia rom¨¢ntica, el cine europeo. Por ejemplo, me ha encantado Italiano para principiantes, una comedia danesa del movimiento dogma. Me gusta el dogma y Lars von Trier. ?Sabe que ¨¦l va a hacer El anillo del Nibelungo en el Festival de Bayreuth en 2006? Lo har¨¢ de maravilla, seguro.
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