El ciclo sobre los presos del Canal se cierra con un llamamiento a combatir el olvido
Hermos¨ªn aboga por el 'reconocimiento social' de los represaliados
'Recordar es vivir y mantener vivos los sue?os'. Estas palabras destacan en la placa descubierta ayer en la Universidad Pablo de Olavide en homenaje a los presos pol¨ªticos del franquismo. Una recepci¨®n en el paraninfo, la plantaci¨®n de un olivo centenario y el descubrimiento de la placa cerraron ayer el ciclo Los presos del Canal 1940-1962, que se inaugur¨® en Sevilla el pasado martes. Los dos centenares de asistentes al acto insistieron en luchar contra el olvido y reivindicar la memoria de los que perdieron la guerra civil.
El ciclo ha rendido tributo a los miles de ex combatientes republicanos que participaron, en r¨¦gimen de trabajos forzados, en la construcci¨®n del Canal del Bajo Guadalquivir entre 1940 y 1962. Cecilio Gordillo, representante del sindicato CGT, se?al¨® que la 'deuda hist¨®rica' con estos ex presos es una de las 'asignaturas pendientes m¨¢s fuertes' que debe asumir la sociedad espa?ola.
Gordillo record¨® la opacidad con la que la dictadura franquista trat¨® de rodear el trabajo de '10.000 o 12.000 personas que durante 22 a?os circularon por aqu¨ª'. 'No sab¨ªamos por qu¨¦ narices no se pod¨ªa hablar de ellos', remach¨® el representante de CGT, el sindicato que se ha empe?ado en sacar del olvido este s¨®rdido episodio hist¨®rico. Gordillo hizo hincapi¨¦ en que ni siquiera en los libros de historia se hablaba de la construcci¨®n del canal, una formidable obra hidr¨¢ulica que gener¨® una gran riqueza social.
El presidente de la Fundaci¨®n El Monte, Manuel del Valle, evoc¨® los tiempos en que defend¨ªa ante el Tribunal de Orden P¨²blico (TOP) 'a gente cuyo ¨²nico delito era pensar de forma distinta a como era obligatorio'. Del Valle, que ayer protagoniz¨® su ¨²ltimo acto oficial como presidente de la Fundaci¨®n El Monte, tuvo un recuerdo para un compa?ero de colegio que le dijo que 'su padre fue director del campo de los Merinales'. Del Valle coment¨® que en la pel¨ªculas sobre campos nazis sol¨ªa haber 'un jefe bueno y otro malo'. El padre de su amigo -de apellido Valiente- 'era uno de los buenos'.
Un hombre bueno
Del Valle distingui¨® entre 'qui¨¦n se port¨® bien y qui¨¦n se port¨® mal o muy mal' cuando ejerc¨ªa labores de direcci¨®n en los campos de trabajo -o de concentraci¨®n- promovidos por el general Franco. Para Valiente hubo palabras de elogio de varios ex presos y familiares porque no se aprovech¨® de su puesto para ensa?arse con los vencidos. Del Valle insisti¨® en una idea esencial que vertebr¨® el acto: 'Hay que recordar a las nuevas generaciones que esa ¨¦poca existi¨® y que es preciso que no vuelva'.
La consejera de Justicia, Carmen Hermos¨ªn, explic¨® que la b¨²squeda de una 'transici¨®n tranquila' -todos los grupos pol¨ªticos quer¨ªan evitar una nueva guerra civil- supuso 'el sacrificio de mucha gente que no pudo hacer que se reconociera lo que hab¨ªa sucedido'. Hermos¨ªn coment¨® que en el ambiente familiar donde se cri¨® no oy¨® 'hablar del Canal de los presos'. La consejera de Justicia hizo votos por 'mantener vivo algo' que no hay que olvidar. Hermos¨ªn insisti¨® en que hay que luchar 'por un reconocimiento social e hist¨®rico' de las personas que se dejaron parte de su vida como trabajadores forzados en el canal.
La hija de un preso dedic¨® un recuerdo para las mujeres de los represaliados. 'Aparte de sacar adelante su casa y a sus hijos, tuvieron que quedarse muy j¨®venes en una situaci¨®n precaria. Eran perdedoras. Pertenec¨ªan a una clase de mujeres se?aladas con el dedo. Tuvieron que inventarse una manera de vida diferente en una sociedad aciaga alimentada por el nacionalcatolicismo de la Santa Madre Iglesia, que les dec¨ªa que deb¨ªan rezar por sus maridos, que hay que ver lo malos que hab¨ªan sido', concluy¨® esta mujer.
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