Descarrilar
El s¨¢bado, el Euromed 1112 parti¨® de Alicante, con destino a Valencia. Media hora despu¨¦s, a un kil¨®metro de Villena, el centenar largo de pasajeros sufri¨® un sobresalto: el tren se encabrit¨®, dio algunos bandazos y ech¨® los frenos, con pericia y firmeza. Algunos viajeros hab¨ªan percibido el estruendo de un impacto, ruidos repetidos y la grava golpeando los cristales; otros vieron c¨®mo saltaban pedazos de traviesa y fragmentos met¨¢licos; o, por el contrario, tan s¨®lo una espesa polvareda. Eran las 9.55. Transcurridos unos instantes de incertidumbre, se pidi¨® informaci¨®n a la tripulaci¨®n, pero tambi¨¦n desconoc¨ªa qu¨¦ hab¨ªa sucedido. El interventor rog¨® al pasaje que permaneciera en sus asientos, y hubo un comportamiento c¨ªvico y ejemplar de usuarios y empleados. La evacuaci¨®n casi inmediata se cumpli¨® ordenadamente, no por una de esas rampas de filme catastrofista, sino por un viejo colch¨®n que debieron encontrar por los alrededores. Poco despu¨¦s, llegaban los bomberos y la guardia civil. Y se supo: el Euromed hab¨ªa arrollado a una furgoneta, cuyo conductor result¨® muerto, en un paso a nivel se?alizado, pero sin barreras, y las ruedas delanteras de la locomotora se hab¨ªan salido de las v¨ªas. Un paso a nivel de maricasta?a. Hay otros dos en las mismas condiciones, muy cerca, dijo un n¨²mero de la benem¨¦rita, a un viajero. A la intemperie, bajo un sol tibio, el pasaje contempl¨® el Euromed siniestrado, a unos doscientos metros. Y alguien dijo: el paisaje abrupto parece afgano; el tren, de la Europa desarrollada. Es la viva met¨¢fora de una contradicci¨®n hecha pa¨ªs. Pasajeros, tripulantes, guardias civiles, bomberos, ambulancias, todos cumplieron. Todos menos la Renfe que agot¨® su escaso cr¨¦dito, por su irresponsable imprevisi¨®n, y el menosprecio y abandono del pasaje que esper¨®, hasta tres horas, la llegada de los anunciados autocares. El Euromed sufri¨® su primer accidente, y descarril¨®. La Renfe tambi¨¦n descarril¨® en su ni se sabe cu¨¢ntos desatinos y desatenciones. Y no parece que tenga enmienda. ?Ser¨¢, acaso, que tambi¨¦n quieren privatizarla?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.